Quiero hacerles llegar las primeras notas de ‘Conclusiones’, texto para Action Art: el magazin de la acción. Luego de 20años, de recopilaciones, de intercambios, de experiencias, de artículos, de registro de eventos y artistas, de referencias bibliográficas, es hora de las ‘conclusiones’. ¿Cuál es el momento actual? ¿Qué eventos tomamos como referencia a este momento actual?. Aquí va la segunda parte dedicada a la participación. Espero vuestas opiniones. Saludos Alberto Caballero.

segunda parte

La marca

En la primera parte hemos visto como los artistas 'abandonan' las instituciones para hacer una producción propia 'fuera', fuera de la representación y fuera de estar representados por las insitituciones, de cualquier tipo, de la universidad o del museo, del taller como del maercado. Lo importante es 'la marca' que esta acción deja en el cuerpo, deja en el espectador, deja en el espacio, se produce un nuevo anudamiento entre el cuerpo/lo sexual y el cuerpo social (desde Günter Brus hasta la primera Marina Abramovic), ante lo social que les tocaba vivir, la post guerra, el ejercito represivo, la policia, o un público en contra de sus acciones.
Así se produce un cambio en la participación de los artistas y la participación de los ciudadanos, la participación de los artistas ante los movimientos socio-políticos: Grupo Escombros, en la ciudad, SOS Tierra en el paisaje, o el caso de Juan Montelpare. Son artistan de la reivindicación, anudan su faceta creativa para ponerla de manifiesto en las demandas sociales. Su forma de producción se basa en diferente modos de la acción que van desde la performance a la instalación, con diferentes derivaciones de las mismas. Ponen su nombre como entidad artística al servicio de las exigencias comunitarias." Y así muchos artistas en diferentes oportunidades han tomado una posición semejante. Esto en latinoamérica, en Europa esto llega más tarde, son los cambios socio-políticos que sacan a los ciudadanos a la calle, y ponen en marcha a los museos, a las bienales, a los festivales, el cuerpo social ocupa el lugar del cuerpo sexual.

"Cambalache. El Museo de la Calle nació en 1998 en la Universidad de Los Andes en Bogotá (Colombia). El colectivo Promociona tu vida Cotidiana (Carolina Caicedo, Luisa Clavijo, Federico Guzmán, Adriana García) creó El Museo de la Calle que es un museo móvil en constante renovación que ejerce su relación con la calle directamente porque hace parte de ella, de esta se nutre y a esta regresará. Convertir un carro de balineras en un museo ambulante es una operación de reciclaje de materiales y de símbolos. El Veloz es un carro esferado que rueda como sus contenidos. Los recicladores utilizan la calle como espacio de intercambio, transforman el material secundario en su materia prima. La basura y los objetos inútiles se vuelven otra vez mercancías que redescriben las relaciones humanas y sociales. Reciclar significa "diferenciar entre ese basureo descomunal en que el Estado-Capital está convirtiendo al mundo y recuperar de entre todo ello lo que son bienes palpables y deseables. Queremos rifarlo entre los recicladores y con esta rifa concluír un ciclo de casi un año y medio rodando por Bogotá." Este es el objetivo del Colectivo Promociona. En el lado totalmente opuesto Santiago Sierra, artista mediatico, que utiliza la calle, hace en la calle, pero solo como material para su producción. De manera no tan diferente, en epocas diferentes, viniendo de la calle, trabajando con y en la calle, se transforman en artistas mediaticos, mas allá de los museos, de la fundaciones, están los medios, la performance y la particpación en la calle ha llegado a los medios.

Así la calle, la ciudad, es el telón de fondo, el espacio de producción de estos artistas, además de la acción como participación, dejan 'huellas en el perfil urbano', así llegamos a la marca, artistas como Raquel Sakristán, Nuria Mora, Miss Van, incluso trabajos 'Anónimos'. ¿Qué ha sucedido los artistas han perdido su nombre? O ¿No adquieren nombre al dejar la marca de sus obras en la calle? La marca va ha ocupar el lugar del nombre, la marca del artista, la marca del grupo, o la marca de la participación ciudadana. Ante la imposibilidad de la palabra, de lo simbólico, por la represión del poder imperante, surge lo imaginario, la manifestación furtiva, la participación efimera, dejar marca en el contenedor, en el poste urbajo, en la valla, en el muro, en el arból, en el paisaje de la naturaleza o en el paisaje urbano. No es importante el contexto, todo sirve, para manifestarse, para dejar marcas, una manera particular de ser 'leidos'. Como un encuentro de pronto o como una huella en el camino, como Hansel y Gretel, ante la represión, ante perder el camino, dejar huellas para mas adelante encontrar el camino, el camino de la legalidad, el camino de la palabra, el camino del encuentro con la ley del Otro.

Un ejemplo claro son: El Grupo Escombros. Artistas multidisciplinares que basaran su producción en manifiestos donde reflejan su posición frente a diferentes ámbitos de interés público y que le servirá de base teórica manifestataria para desarrollar sus acciones. Buena parte de su producción y particularmente la que se desarrolla en el ámbito publico parte del resto aunque en su caso el resto no tiene que ser el resultado final de la obra sino que puede aparecer como origen de la acción o en el desarroyo de la misma."

Otro ejemplo son: " El Grupo Poro es un proyecto artístico de Belo Horizonte que utiliza el pensamiento como materia. Se definen como situacionistas e interfieren en los espacios físicos y mentales a través de una liberación del juego y de la autonomía creativa. El espacio público y los mass media son sus objetivos principales para, a través de intervenciones urbanas con panfletos, sellos, pegatinas, pinturas,...actuar contra el arte unilateral a favor de un arte de la interacción, hasta conseguir una comunicación global donde productor y consumidor son iguales. Para superar el problema de arte-objeto, el protagonista de la experiencia estética se debe convertir en el medio ambiente."

Aquí insiste: "Rio Contigo. Ponen su producción al servicio de las demandas sociales, trabajan en relación a las reivindicaciones que desde lo público se hacen contra el sistema. Su producción se caracterizará por colocación de diferentes elementos en el espacio público creando instalaciones de diferente ámbito. Han sacrificado su interpretación de los acontecimientos sociales, en su obra ya no hay manifiesto hay reivindicación reivindican las exigencias del pueblo, han sacrificado su identidad trabajando en grupo perdiendo la firma a modo de grupo de acción social"

Está claro es la perdida no solo del cuerpo, del cuerpo como materia de la obra del artista sino además del nombre, de la nominación como artista para ponerse al servicio de la obra social, hemos pasado de una obra singular (el artista siempre ha sido el paradigma de la obra singular) a estar al servicio de una obra social. De lo singular a lo social.

En el lado opuesto, no solo del Atlántico, sino del punto de vista esta la obra de "Spencer Tunick, utiliza el cuerpo humano desnudo como material expuesto al medio ambiente en localizaciones públicas. La suma de estos individuos crea una masa que se metamorfosea en nuevas formas, más abstractas, hasta prolongarse con el paisaje. Sus fotografías y vídeos son documentos de sus eventos que discurren entre la dualidad de los conceptos público-privado, tolerado-prohibido e individual-colectivo. Individualizando la masa y personalizando la globalidad, inicia un concepto estético colectivo en el que la desnudez sólo es un factor del todo. "

Aquí surge otro salgo: surge el graffitero, hemos pegado un salto enorme, hemos pasado de la participación, como acción del artista en la calle, a la escritura, al graffitie como modo de escritura. ¿Es una manera de volver al mural? Radicalmente NO. Es algo nuevo, como arte de la acción el graffitie no se tratra de una representación planificada, buscada, lograda o no, del artista, es una acción que busca ir directamente a la marca, que deja huellas a su paso por la ciudad, es un arte propio de lo urbano. No es un arte de los salones, de las galerias, de las ferias, de los coleccionistas, es un arte que ocupa y es propio de la ciudad. Así como el impresionismo se apropia del paisaje, de la campiña, hace a la naturaleza más proxima, el grafitie se apropia de la ciudad, del aquí y ahora, dejando huellas a su paso. Ser de la calle, trabajar en y con la calle, y ser anónimo eran las condiciones de este nuevo arte de la acción, cientos de artistas han participado de este proceso, de este recorrido, hasta que de pronto surgen nombres, surgen identificaciones, surgen reconocimientos. De nuevo el mercado, se apropia de lo que 'es propio', se apropia de lo que es propio de los ciudadanos, de lo que les dice 'estamos aquí y ahora con ustedes, somos anónimos como ustedes'. Ejemplos importantes son: Keith Haring, Basquiat, Bansky. La acción se ha transformado en marca, y marca se ha transformado en marca de mercado. En su documental 'Exit Through the Gift Shop' Bansky intenta mostrarnos esto, no sólo que lo anónimo de la marca se transforma en nónimo, en nombre propio, sino que además adquiere valor de mercado, sus obras se venden por millones de dolares.

Aquí hemos agregado un artista más a la triada: Marina Abramovich, Santiago Sierra, Bansky. Adquirir un nombre más allá de la marca.

Un caso muy particular es Basquiat, un joven de la calle, un joven negro en Nueva York, solo le quedaba la calle, expresarse en la calle, uno de los grandes inventores del grafitie, en los ultimos años ha adquirido renombre internacional, al lado de otros nombres como Worhol, Picasso, Bacon. Cientos de exposiciones individuales y colectivas confirman este proceso. ¿Se trata de un fenómeno? ¿O es simplemente un producto de mercado? Habría que investigar este proceso, de un niño sin nombre, tiene el nombre de la madre, un nombre francés: Jean-Michel Basquiat. Y es con su obra que adquiere nombre propio, que anuda al chico de la calle con su producción artistica. Esto se refleja en el film: Basquiat, dirigida por Julian Schnabel en el año 1996. No solo las exposiciones, los museos, sino también el cine se ocupa de estos artistas, los elevan a la categoría de los media. ¿Podríamos comparar William Turner con Jean-Mitchel Basquiat? Por que no. Ambos tienen sendas películas que intentan desentrañar no solo la obra del artista sino al artista, Turner tenía claro que quería una entidad pública que se hiciera cargo de su legado, de su nombre, a Basquiat le viene como valor agregado, nunca lo hubiera sospechado.