museo picasso de malaga |
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http://www.museopicassomalaga.org/es/mural-de-jackson-pollock "En torno a Mural, la exposición reúne una selección de 41 obras, entre las que se encuentra una selección de pinturas de Pollock, así como obra de otros creadores como Adolph Gottlieb, Lee Krasner, Roberto Matta, Robert Motherwell, David Reed, Antonio Saura, Charles Seliger, David Smith, Frederick Sommer, Juan Uslé y Andy Warhol. Entre las obras expuestas se muestra una selección de fotografías de autores como Herbert Matter, Barbara Morgan, Aaron Siskind and Gjon Mili, que indagan en la relación entre la obra de Pollock y la denominada fotografía de acción." "De esta forma, el Museo Picasso de Málaga vuelve a abordar las variables en clave de antagonismos o efectos que la obra de Pablo Picasso manifiesta en artistas de generaciones posteriores, desde la segunda mitad del siglo XX hasta la actualidad. Continúa así con la línea expositiva iniciada con las exposiciones como las de Bill Viola (2010), Martin Kippenberger (2011), Richard Prince (2012) o Louise Bourgeois el año pasado, reseñada por los críticos como una de las mejores exposiciones en España de 2015." Quisiera agregar algunas notas de mi articulo, antes de la visita a la exposicion de Pollock en Malaga, como apuntes previos. Del accionismo en la pintura a la acción con el cuerpo. http://www.geifco.org/…/a…/caballero/a-caballeroOrigenes.htm Él no puede asesinar al Otro, dice “no podré contigo”. El Otro es Picasso. Pero, si produce un cambio radical, hasta Picasso, el arte estaba sostenido por la palabra, la representación; la palabra sostenía la imagen, palabra e imagen era lo mismo, la palabra sostenía el discurso del artista. El artista está sostenido por un discurso del que forma parte: primero, el de la religión; luego, el de la ciencia, etc. Pollock se da cuenta de que lo que él dice no se sostiene… quema la casa, quema el taller, está presionado a pintar, a exponer, a dar entrevistas de prensa, pero él no puede sostener todo esto. Ya la imagen no está sostenida por el significante. Lo que cae en Pollock es la cadena significante: se rompe la cadena simbólica y, entonces, se produce un delire (un delirio), algo dado a leer, un delirio persecutorio, paranoico. La imagen ya no está para ser vista. Toda la teoría de la mirada cae; entonces, se introduce una obra para ser leída: la operación no es mirar, sino leer. ¿Cómo es una obra para ser leída? ¿Qué se lee? Lo escrito. Pollock salta de la pintura de la representación para ser vista a la pintura para ser leída, como una escritura. La letra, está escrito - no está escrito, será ahora un arte de la escritura; el operador nuevo será la escritura, el aparato de la letra va a ocupar el aparato de la imagen. Lo que me queda cada vez mas claro que los tres grandes exponentes del arte americanos han sido Jackson Pollock, John Cage y David Lynch. Por el valor de ruptura, no solo con el sistema, sino con el sistema del arte, sino con el valor de un aporte absolutamente singular: de la pulsión a la letra. Por ir directamente a la pulsión, con el riesgo que ello significa para el sujeto y por una realización a la letra, mostrandonos la angustia, la soledad y las marcas en directo, de una sociedad desbarrada y de un sujeto desbarrado.
Después de la visita: del accionismo a la instalación (el comisariado) Aclaraciones previas. El después: Cada vez queda más claro que por un lado está la obra del artista, en este caso obra pictórica, luego pueden surgir algunas lecturas o realizaciones paralelas, como fotografías, videos o películas (como en este caso), luego se agregan entrevistas, escritos propios del artista, etc, y así lecturas de los críticos, teóricos, historiadores, e incluso filosofos, sociologos, incluso lecturas políticas, psiconalíticas, no solo de la obra del artista, sino del artista mismo. El artista se convierte en producto. Es el caso de esta artista americano. De pronto la obra y el artista se convierten en americano, europeo o ruso, etc. El antes. En este caso singular y en otros (no muchos) surge la incognita del antes de la obra, el proceso singular del artista se convierte en algo igual o más importante que la obra (producto) o que el artista mismo. Los ejemplos son muy contados, señalaré los que para mi hacen a América, a lo americano: Jackson Pollock, John Cage y David Lynch, esta triada no señala solo el producto de cada uno, no señala la singularidad del artista, sino la deconstrucción que realizan, o mejor dicho la destrucción de la modernidad para entrar en una etapa nueva: la fragmentación a la letra. Aquí en particular lo que interesa siguiendo con esta serie de cuestiones relacionadas con 'El arte de la política y las políticas del arte', es el proceso posterior a la obra-producto. En el caso de Pollock es muy claro: primero pasar de pintar a exponer: la galeria, las colectivas, las individuales. A esto se suma el critico del momento, el articulo de prensa, el publico, los comentarios, etc. Ya se pone en marcha las politicas del arte, no solo la politica del artista con su obra, sino de la politica-mercado del momento con la obra del artista: la obra se convierte en producto de mercado. 'Compre esta obra por 1.500$ que la venderá a 100.000 $' palabras del propio Pollock a un espectador de su obra. El valor de la obra en tanto valor de mercado. Aquí nos volvemos a encontrar con el valor agregado: la obra ya no tiene valor en tanto valor estético sino tiene valor en tanto valor de mercado y su significación como obra AMERICANA. Esta es la coyuntura Pollock. Y alli su encuentro con Peggy Googemheim* y otras galerista de la NY del momento. Las galeristas, los coleccionistas ya determinan el valor de la obra. ¿Pero sucede los mismo con el valor del artista? No. Hay obra que se vende sustancialmente, o sea dan cuatiosos veneficios y no significan mucho para el aparato del arte por si mismo. Al contrario hay otras como el caso de Erik Satie y por que no el de John Cage, para la música, no hay tenido demasiado exito mediatico o de mercado y nos han deja una herida importante para el proceso de la humanidad: el silencio. El caso de J Pollock es singular, también tiene un antes y un despues, muy semenjante a lo que significa James Joyce para la literatura universal, son dueños de un proceso singular, no solo de una obra singular: de pronto se produce una catástrofe, un desprendimiento, y por consiguiente una producción en cascada, una lluvia, un chorreo. Luego del desprendimiento de los valores en uso hasta el momento, se produce un salto sin antecedentes. alberto caballero, barcelona 17 de junio de 2016
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