Las mujeres a la performance
Las damas en la corte:
El amor cortés
En el último comunicado
intentamos dar cuenta del origen del goce de la acción
en el goce místico “si lo que estamos intentando
es buscar antecedentes a este momento del goce de la acción
como un goce masoquista nos encontramos con el goce de las místicas”.
En este comunicado intentaré dar cuenta del salto que
va del goce místico al amor cortés… los cambios
en el plano espiritual, intelectual, estético, artístico
y sobretodo ético.
¿
De qué goce se trata en el amor cortés? Se trata
del goce del otro-sexo o se trata de lo que se produce entre
los dos. De lo que se produce y cómo se produce: no solo
del alto contenido erótico (rechazado en el amor místico),
sino el alto valor que tenía la representación
de eso que se producía. En tanto a la representación
de gran valor estético, frente a lo bueno del goce místico
se sobrevalora lo bello en el amor cortés, por otro lado
su valor ético el compromiso y la responsabilidad de lo
que se produce entre los partners.
La mujer
ahora no es objeto de dicha relación, la mujer también participa de la
producción de la misma: también lee, también
pinta, también escribe, también toca música,
también juega, también participa, en los eventos,
en los salones, en las tertulias, en los encuentros, en las sobremesas… en
las sociedades, etc.
Retomamos para
clarificar el concepto de cortesanas del comunicado anterior: “siglos más tarde particularmente en Francia,
surge el movimiento de las cortesanas segunda oportunidad que
aprovechan las mujeres para intervenir directamente en la cultura,
el arte, la literatura y hacer de todo esto su lazo social, su
mundo. Como algo singular más allá del mundo de
la madre y del mundo de la política surge un mundo nuevo
ordenado, conducido y aprovechado por las mujeres, pero esto
no hubiera sido posible sin el profundo proceso realizado por
algunas mujeres que yendo más allá del goce del
cuerpo, del martirio y del sacrificio del muro de los conventos,
del muro de los palacios, trascienden colocando a las mujeres
en el mundo”.
|
De una conversación
se t rata
de El Banquete de Platón a La Pianista de Haneke
Alberto Caballero |
Del libro del que soy autor: “de una conversación
se trata: de El Banquete de Platón a La Pianista de Haneke”,
(en edición), seleccionamos los capítulos:”Las
pruebas del Amor o de las causas del amor cortés” y “Cine
y amor cortés”. En los cuales se desarrolla el concepto
de amor cortés en profundidad.
El cine y el amor cortés
Recomendamos
|
Las amistades peligrosas
Director: Stephen Frears
Protagonistas: Glenn Close, John Malkovich
Productor: Norma Heyman, Hank Moonjean
Género: Drama, Romance
Duración: 119 min
Guionistas: Christopher Hampton, Choderlos de Laclos
Fecha de estreno: 1988
Sinopsis: Francia, Siglo XVIII. La
marquesa de Merteuil (Glenn Close) es abandonada por
su amante, que se casará con
la virginal e ingenua Cecile de Volanges (Uma Thurman),
la hija de su prima Madame de Volanges (Swoosie Kurtz),
que a su vez está enamorada de su profesor de arpa
Sir Raphael Danceny, (Keanu Reeves).
La marquesa le propone a otro antiguo amante y ahora amigo
el Vizconde de Valmont (John Malkovich), que seduzca a
Cecile para que no pueda casarse con honra con su amante
y enemigo.
Valmont, que es un libertino conocido, rechaza en un principio
la petición, porque está en otra conquista,
la de Madame de Tourvel (Michelle Pfeiffer), una dama casada
y conocida por sus concepciones católicas. La marquesa
le propone entonces una apuesta, si hace que Madame de
Tourvel caiga en sus brazos, ella le obsequiará con
una noche de sexo.
|
|
Valmont
Directores: Milos Forman
Año: 1989
País: Estados Unidos
Género: Drama, Romance
Duración: 137 min
Sinopsis: Valmont
(Colin Firth) un aristócrata
aficionado a los juegos sexuales, encuentra a su pareja
soñada en Katherine Merteuil (Annette Bening),
una dama con similares patologías. Juntos gozarán
haciendo sufrir a los demás como si fueran marionetas.
Unidos en sus complots y sus secretos, Merteuil y Valmont
reinarán en los salones de la aristocracia francesa
del Siglo XVIII.
|
Estas dos versiones son fundamentales
para entender las conversaciones, los acuerdos entre los partners,
las causas, el desarrollo y
el desenlace de la relación, el goce. Claramente se muestran
las partes, las jugadas, los intereses y sobretodo el valor estético,
de belleza de las mismas, ante todo el arte de la performance todas
las acciones son perfomáticas, incluso las más íntimas… todo
tiene un valor efímero, transitorio, en sí mismo.
Llamamos la atención que ambas están dirigidas
por hombres.
Otro punto de vista, otra forma
de hacer.
|
Marie Antoniette
Dirección: Sofia Coppola.
Países: USA y Francia.
Año: 2006.
Duración: 123 min.
Género: Drama.
Sinopsis: María
Antonieta (Kirsten Dunst) es un simple peón
en un matrimonio concertado para solidificar la armonía
entre dos naciones. Su esposo adolescente, Luis (Jason
Schwartzman), es el delfín, el heredero
al trono de Francia. Pero María Antonieta no está preparada
para ser el tipo de regente que espera el pueblo francés.
Atrapada por las convenciones de su condición en
la vida, María Antonieta debe encontrar la forma
de encajar en el mundo complejo y traicionero de Versalles.
A sus males
se añade la indiferencia de su nuevo marido. Su
matrimonio no se consuma durante siete años. El
tímido
futuro rey resulta ser un desastre como amante, desatando
graves preocupaciones (e incesantes cotilleos) por que
María
Antonieta nunca llegue a tener un heredero. Abrumada y
angustiada, María Antonieta busca refugio en la
decadencia de la aristocracia francesa y en el conde sueco,
Fersen (Jamie
Dornan).
|
Estamos
en plena corte francesa de los luises, subrayamos el alto
valor estético y ético de la directora,
ya que es una mujer que se coloca detrás de las cámaras,
puntualizamos que si al principio la dama es objeto de contrato
de las partes en juego, poco a poco vamos viendo como se hace cargo
no sólo de los movimientos en cada escena sino del modo
de goce. Ya no se trata de estar en posición de objeto a
modo de goce del otro sino en la responsabilidad de posicionar
el objeto, más allá del Otro. Si M. A. es por un
lado es Reina y madre por otro es la mujer que goza del pabellón
personal donde reúne cortesanos dispuestos al arte, de la
pintura, de la escritura, de la lectura, del juego. Y al arte del
juego en los bailes en los salones, del juego de cortejar, y aquí la
maestría de Sophia Coppola, así como el vestuario
responde a la época, la música no, es música
de discoteca, este quiebre en el sentido determina el valor perfomático
de la obra. Dejo
abierto el debate, sobre entre la performance y el goce que
nos permita llegar a entender
la entrada definitiva de las mujeres en el arte a través
de la performance.
|