Las
mujeres a la performance IV
De la imagen y
del amor en tanto perdido
Continuando con
esta serie....De las mujeres a la perfomance, luego de aproximarnos
a la época
de las cortesanas, donde además de pertenecer a la aristocracia
también participan de ‘conversaciones’ literarias,
sobre arte, opera…etc., será una manera de salir
exclusivamente de las funciones sociales-familiares para permitirse
entrar en otras relacionadas con el arte, estamos viendo que
el arte ha sido una de las maneras con la que las mujeres han
accedido a otros roles sociales. Nos adelantamos a finales del
siglo XIX, ahora se trata de la burguesía, ahora no se
trata de los salones de palacio, sino de los salones de las grandes
casas familiares, pero se piensa la vieja Europa en términos
aristocráticos, ellos ya son profesionales o industriales,
o inversores en bolsa, ellas todavía regentan las familias
o se preparan para realizar una. El contrato tiene que ver con
el contrato familiar, y la mujer forma parte del mismo, no es
en la familia donde encontrará su realización personal,
y salir de ella implica un acto fundamental. Les recomiendo especialmente
porque ilustra magistralmente este proceso que intentamos descifrar:
The age of innocence
Director: Martin Scorsese
Actores: Daniel Day-Lewis, Michelle Pfeiffer, Winona
Ryder, Stuart Wilson, Alec McCowen
1993 Estados Unidos
Escrita por: Edith Wharton
Música: Elmer Bernstein
Fotografía: Florian Ballhaus
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Nueva
York. 1870.
Las apariencias, el linaje familiar y la riqueza mueven
los hilos de la alta sociedad de la época. Newland
Archer es un prometedor abogado que suspira en secreto
por llevar una vida más emocionante de la que
lleva. Newland está resignado a conformarse con
una vida tranquila junto a su prometida May Welland,
una joven adorable pero totalmente convencional. Hasta
que la condesa Olenska, la rebelde prima de May, vuelve
a Nueva York con la idea de divorciarse de su marido
y retomar los lazos familiares. Los lazos sentimentales
son una línea de lectura de la película
pero por otro tenemos las relaciones sociales, las costumbres
y como telón de fondo, el arte, que acompaña
en todo momento y a cada una de las escenas de la película.
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The Age of Innocence
Edith Warthon
Tusquets
1995 (1921)
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La novela
de 1920 galardonada con el premio Pulitzer que escribiera
Edith Warthon sobre la sociedad neoyorkina de finales del
XIX, ya fue llevada a la pantalla en 1934. En ella encontramos
un retrato de la clase alta neoyorquina en que abundan
las celebraciones, los espectáculos de ópera,
los encuentros en museos y galerías de arte, los
paseos por plazas y parques, etc. en síntesis de
las nuevas costumbres de la nueva clase emergente americana. |
Así como El Gatopardo de Visconti, que transcurre en
hermosos palazzos de su natal Sicilia, representa la caída
del padre del patriarcado y la entrada de una nueva generación
'mafiosa', que se sale de las convenciones al antiguo régimen,
aquí en La edad de la Inocencia, que transcurre en los
salones de la nueva burguesía emergente, donde el hombre
todavía sostiene ese lugar en la sociedad, pero la mujer
busca los modos que le permitan salir de los esquemas que la
atrapan en el lugar de niña-madre. Lo que queda claro
es que va a salir sola, y que cada una lo hará a su
manera, unas siguen sosteniendo ese lugar en la cadena niña-madre,
otras como amantes, como cortesanas buscando el apoyo de los
señores aburridos de sus familias , y otras solas buscando
un lugar nuevo en la sociedad, lugar a construir una por una.
Más allá de la narración, literaria, el
paso de la conversacion, toda la historia hace abrochamientos
entre la conversación que ella le demanda, casi como
un mandato 'mañana a la hora del te' o él cuando
la cita 'mañana en la x sala en el museo del parque',
los encuentros para conversar, a los contratos, acuerdos que
ella va obteniendo de la familia, conducidos por ‘la
grande mere’, la integrante mas antigua de la familia
que todos le tienen pleitesía, si ella lo dice, o si
ella no lo acepta. Las conversaciones son de amor, los contratos
son de matrimonio, de compras de casas, de divorcio o de acuerdos
familiares de manutención.
Pero detrás de la red que se teje entre lo hablado (las
conversaciones) y lo escrito (los contratos) está el
fondo, el escenario, los paisajes que suceden detrás
de los personajes. Los personajes son parte de escenas pintadas,
de pinturas, cambian de dimensión, pero no se salen
de las pinturas, y detrás de ellos también hay
pinturas, incluso los paisajes, las escenas de exteriores son
pinturas. No hay mundo cotidiano, o se está de fiesta
o se prepara una fiesta, ya que todas las escenas están
tomadas de pinturas de la época, no hay un mundo antiguo
o un mundo futuro, todas forman parte de ese presente que
se desplaza.
Así podemos ver representaciones del mundo antiguo,
egipcio, griego, romano; o sea lo que representaba el neoclasicismo,
un redescubrimiento de un mundo antiguo, anterior al cristianismo,a
la iglesia, empieza a ilustrar a la nueva sociedad burguesa
en ascenso. El nuevo mundo, los paisajes abiertos, infinitos,
que se abren con el crecimiento económico y social de
la nueva America, los nuevos pintores y las nuevas imágenes
que representan a la nueva America, a los americanos emergentes.
Hay una America que mira todavía a Europa, y hay una
America que ya mira al oeste, a los horizontes abiertos al
oeste. Hay una America que mira a las ruinas, egipcias, griegas
y romanas, y una America que mira a la industria, y a las nuevas
representaciones artísticas emergentes con ellas: las
construcciones metálicas, los museos, las exposiciones,
los kioscos en las plazas, etc.
Con esto quiero decir que
en los salones de las casas, uno detrás de otro estaban colgados cuadros
semejantes a estos, en una sala las representaciones del mundo
antiguo, que se estaba redescubriendo por los arqueólogos/as,
en otra las representaciones del nuevo mundo, los grandes espacios
por descubrir, por colonizar, y por ultimo representaciones de
las nuevas construcciones en metal...de espacios públicos,
como estaciones de tren, museos, galerías de exposiciones,
etc. como esta:
La mujer, hasta
ahora la mujer era representada como diosa, con otros dioses,
formando parte de ese mundo antiguo que se
redescubría, como un pasado que les permitía separarse
de las representaciones de la iglesia dominante, donde la mujer
era solo representada como santa o como virgen, un ejemplo:
Ahora la mujer
se la ve representada participando de todos estos nuevos espacios
en, salones de fiestas, salones de arte, encuentros
literarios, salas de concierto, forma parte activa del nuevo
mundo que se abre, del palacio a los salones públicos
en las ciudades, algunas representaciones que pueden ilustrar
ese cambio:
En síntesis,
la mujer ya puede observar el mundo exterior, ya puede salir
al mundo
exterior:
Lo que estoy intentando
decir con esta serie de notas es que ‘la construcción
de la mujer’ y el arte son paralelos, salir de los contratos
con la iglesia y de la familia, el salto a una sociedad de producción
industrial, lleva a cambios radicales en la posición de
la mujer y del arte de vanguardia. Es el romanticismo, el amor
en tanto perdido, ‘Te amaré porque sé que
te perderé’ le dice la condesa Olenska, el que permite
el despegue definitivo. Con el romanticismo, y luego el impresionismo,
es donde la mujer por primera ves ‘es representada’ como
tal, más allá de la iglesia y la familia, de diosa
o virgen, de madre o niña. Sale al mundo, mira el mundo,
pasea en el mundo, todavía no representa, todavía
es representada, será con la llegada del arte de la abstracción,
cuando la representación de la imagen se abstrae y entra
el dominio del color por el color, que sucederá algo particular
que le permitirá salir del lugar de objeto, que ocupaba
hasta el momento, para entrar en el mundo del arte como sujeto,
entonces podremos hablar de la mujer artista. ¿De qué se
ocuparan estas mujeres? ¿Cuáles serán sus
objetos’ ¿Cómo será el mundo del que
se ocupan? ¿Qué tendrán que pagar por ello? ¿Qué tendrán
que perder a cambio? Serán interrogantes importantes a
resolver.
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