Las
mujeres a la performance
Louise Bourgeois,
Del cuerpo y el lugar, de la extracción a la instalación
El cuerpo, en la historia, siempre
ha ocupado un lugar*, no solo para el arte, sino un lugar en
el pensamiento, en la religión,
en la ciencia, más adelante en la sociedad, en la política
y porque no en la sexualidad. De la misma manera podemos decir
de ‘la mujer’, tanto el cuerpo como la mujer no tienen
un lugar propio, un lugar previo, un lujar fijo, este lugar varía
según el momento histórico y la sociedad desde
donde son pensados. Decir cuerpo y decir mujer, hasta no hace
mucho tiempo, adquirían la misma nominación.
La representación, tampoco ha estado siempre, desde el
sXV, abre un panorama, nuevo, insólito, insospechado en
la historia, el cuerpo no solo quiere decir imagen para el arte,
sino también es objeto para la ciencia y para el arte
mismo (Leonardo da Vinci), y la mujer en tanto imagen empieza
a representarse más allá del lugar de la religión,
La Gioconda de L da Vinci, La primavera de Botticelli. Pero atención
va a ocupar un lugar preciso, ‘el lugar de la belleza’,
el lugar del ideal. La representación y el ideal van a
la par, hasta el sXIX. Ahora es una triada: mujer, cuerpo, imagen
ideal.
La mujer en tanto imagen/forma sostenía el sistema de
representación, académico, era ’el modelo’ (El
artista y la modelo de Fernando Trueba) Aristide Mallol, el artista
es nombrado por la imagen del otro, por la imagen de la modelo,
su obra en tanto representación, lo nombra. Generalmente
el espectador común desconoce el nombre de la modelo (Gala/Dalí es
una excepción), pero si se conoce el nombre del artista
por sus representaciones, el nombre permanece.
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Dina Vierny, en 1944, junto al escultor Aristide
Maillol.
Fue modelo del artista durante diez años |
Con la modernidad esto cambia radicalmente, la modelo sale de
su lugar pasivo (no tienes que moverte le dice el escultor a
la modelo, debo retener la imagen.), quiere ocupar el lugar del
artista pero no busca una modelo, ella misma es su modelo, no
solo el cuerpo como imagen, (el modelo académico) sino
su propio proceso subjetivo, no la historia del otro, sino su
propia historia. No sostiene, con su imagen, el lugar y el nombre
del otro, sino busca su propio lugar y su nombre propio, no esta
preocupada de su posición en el mundo, como los artistas,
sino del lugar que ocupa como mujer, o sea claramente hace de
objeto y de sujeto frente a su propia obra. Es por esto que el
reconocimiento de su obra (Camille Claudel) no le sea tan importante,
sino los mecanismos que pone en juego entre ocupar el lugar como
objeto de su propia obra y su propia subjetividad.
Es con la postmodernidad, con la caída de la representación,
que esta triada entra en crisis, ya no son ‘lo mismo’,
se liberan las ataduras de tal anudamiento. La mujer no esta
representada por el cuerpo ni representa la imagen ideal; el
cuerpo no representa a la mujer ni a su imagen ideal; la imagen
ideal no pasa por la mujer ni por el cuerpo. Esto es una cuestión
muy importante a pensar, y no creo que este sea el lujar ni tengamos
el tiempo para hacerlo debidamente. Algo de esto ya vimos en
las notas sobre la obra de Camille Claudel. La
mujer al final de la modernidad, y en la postmodernidad,
no solo no se preocupa por la subjetividad, sino por los
mecanismos que dificultan la subjetividad, o sea que plantea
radicalmente que la subjetividad no es nunca lograda, siempre
dejara un resto, un resto para hacer. Ya no se trata de construir
la forma (Mallol) sino de la imposibilidad de su construcción
(Claudell), ya no se trata de la forma/bella, sino de las
dificultades de hacer, de mostrar su construcción
en tanto imposible, de hacer con los restos de dicha construcción.
Entre objeto y sujeto hay un trayecto muy largo, complicado
y difícil, y la mujer no solo se hace cargo de este
sino hace con este.
Louise
Bourgeois
Del cuerpo y el lugar, de la extracción a la instalación
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>el
cuerpo en tanto ensamblaje
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Con LB el cuerpo ya no se extrae de un bloque de mármol,
ya no se con.forma de un bloque informe, ahora el cuerpo es
el resultado de un ensamblaje, de agregados, inclusive de mutilaciones,
de conjugaciones entre formas geométricas y formas orgánicas,
entre materiales diferentes y objetos diferentes. No es la
búsqueda de un objeto ideal y de una imagen toda, es
poner en evidencia que la imagen no.es.toda.
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>Objetos
en tanto fragmentos del cuerpo
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Debido a estas operaciones también puede extraer ‘fragmentos’ del
cuerpo en tanto objetos (pecho, pene, vagina, manos, pie, pierna/pie,
ojo/ojos, etc), fragmentos del cuerpo en tanto objeto, y los
multiplica, los agrupa, creando ‘conjuntos de’.
Objeto/ objetos que no se refieren al cuerpo, del que ha sido
extraído, adquieren categoría propia, sin referente,
no representan ni al cuerpo ni al organismo. Esta dado a ser
visto, no ha ser leído, esta presentado.
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>las
instalaciones en tanto restos
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Y
por consiguiente surgen los espacios, la construcción
de espacios propios para contener el mundo de objetos: la instalación.
Luego de la fragmentación del objeto (el cuerpo), luego
de su ensamblaje en múltiples conjuntos era imprescindible
el espacio que contuviera los restos de dichas operaciones.
Como dice LB no solo se trata de la caída del ideal
(i(a)) del cuerpo como imagen, por consiguiente de una caída
del yo en fragmentos, sino la necesidad de estas operaciones
fundamentales: el ensamblaje, la multiplicidad en conjuntos,
y al fin la instalación de los restos de dichas operaciones.
Algunas aclaraciones previas: Es
tal la obra y la importancia de la misma en el caso de LB
que es imposible abarcarla completamente,
es tal las diferentes líneas de trabajo, que he decidido
tomar estas tres porque creo que son las que nos resultan más útiles
a nuestro objetivo, que es dar cuenta como la mujer y el arte
entran en la acción performática y de que cuerpo
se trata. Se podría trabajar la línea de los
tejidos y por tanto de los textos, la línea de las muchas
entrevistas y diarios que ha dejado durante su vida, pero sería
otro trabajo, quizás mucho más rico para conocer
la obra de la artista pero no se trata de eso en nuestro caso.
Otra cuestión que me parece importante
a aclarar es la línea teórica que nos sirve de
aparato de lectura, es reconocido y de gran valor el trabajo
que LB hace con el psicoanálisis, con su propio análisis
personal, lo demuestran los diarios que ha dejado al respecto,
se puede acceder relativamente fácil a los muchos trabajos
desde el psicoanálisis que se ha hecho de la historia
personal y de la interpretación de la obra de la artista.
No estoy de acuerpo y esta serie de notas, lo demuestran en
hacer un trabajo de psicoanálisis aplicado, o sea usar
el aparato teórico para hacer una interpretación
de como la obra es reflejo o no, de la historia personal y
de los síntomas de la artista, o de cualquier artista.
Lo importante para mi, al contrario, es como los artistas han
hecho un aporte valiosísimo al pensamiento del momento
que les ha tocado vivir, como se han adelantado a la construcción/deconstrucción
del humanismo, del sujeto, o de la sociedad en cada uno de
los momentos. Y en particular el objeto que nos ocupa, el cuerpo
lo demuestra claramente, lo digo más arriba, como el
mismo objeto, lo es para el pensamiento, la ciencia, la política,
la sexualidad y el arte…incluso para la música,
lo vimos en notas anteriores. Para sintetizar, como el arte
realiza operaciones que luego, o mientras tanto, son usadas
por otras disciplinas, o áreas del hacer humano. Y podemos
decir lo mismo de ‘la mujer’ como objeto para la
política (los feminismos), la sociedad (la sociedad
de consumo, por ejemplo), la ciencia, está de más
decir sobre la sexualidad, y por consiguiente en el arte. Lo
que estoy cada vez más convencido que primero es en
el arte, como anticipo, lo que luego más adelante, incluso
mucho más adelante lo veremos aparecer en otros campos,
o sea de lo individual a lo colectivo.
Aclarado estos puntos,
vamos a lo singular de la obra de LB, con excepción de tres o cuatro puntos
particulares, es una obra tardía, una obra que se elabora
durante décadas, de manera singular, reservada, cuidadosa.
Y cuando esto sucede se producen las confluencias más
importantes en la relación de la mujer con el arte,
entra de pleno en el mundo y no solo en el mundo del arte,
con LB la mujer entra de pleno en el mundo y con ‘lenguaje
propio’. Los elementos que hemos señalado más
arriba van a resignificar a la mujer en el mundo de aquí en
adelante, la sacan del lugar del Ideal para el Otro, va a utilizar
la fragmentación y el ensamblaje como operaciones propias,
que más adelante se extiende al mundo de los hombres,
y da pie a la cuestión de ‘la instalación’ como
una operación fundamental. Demuestra que no siempre
la mujer se instala como objeto para el Otro, que el cuerpo
no se instala como objeto idealizado para el Otro, y que requiere
de una instalación a posteriori una por una, caso por
caso, obra por obra.
Si forzamos la cuestión,
de aquí en más no.es.toda madre, no.es.toda hija,
no.es.toda hermana, no.es.toda mujer, no hay un significante
que la determine…lo debe encontrar singularmente en su
camino, ya no esta ‘destinada a’, debe buscar un
destino distinto, y esto no es necesario demostrarlo en el
caso de LB. Pero sobretodo debe realizar operaciones simbólicas
diferentes a las del hombre, para su sujbjetivación,
para su socialización, siempre es una por una, siempre
es singular. De allí que la nominación para la
mujer tiene un valor agregado, no es nombrada por el Otro (Santa
Teresa de Jesus), no es nombrada como otro (GALA/DALÍ),
no nombra a otro como ideal (Maillol a través de sus
esculturas), sino que ‘se nombra’, se nombra como
otra, del yo indefinido al ella de la diferencia (Coco Chanel).
El caso de LB (a diferencia de CC) es que no se identifica
a su obra, ya que es una por una y múltiple en si misma,
en cada una es otra, en cada una es múltiple. Es un ‘más
allá’ cada vez.
+ ver artículo completo
en
http://a-caballero.blogspot.com.es/p/parte-9.html
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