Mi primer encuentro con el
cine de CA es muy tardío, con La cautiva en el 2001, debido
a lo cual participo de una ‘Jornada debate sobre posición
femenina y diferencia de los sexos Grupo de Estudios Psicoanalíticos
de Asturias Foro del Campo Lacaniano Sábado día
30 de Noviembre 2001. Gijón.’ El título de
mi ponencia es: Las cautivas o más allá de “las
ordinarias”, adjunto texto a los que estén interesados
en su lectura. Doce años después y luego del visionado
de algunas de sus películas más significativas
y sobretodo del pack ‘Exilios’ me llevan a leer las
mismas cuestiones, y el gran desarrollo que toman en la filmografía
de la realizadora.
Los elementos fundamentales están desde los primeros documentales,
de los primeros cortos hasta su pack ‘Exilios’. Se
trata siempre y simplemente de pa(i)sajes, paisajes interiores
(la cocina de la madre), de paisajes particulares, los porches,
los halles de las casas, de las viviendas, los paisajes urbanos,
los paisajes extraurbanos o los grandes paisajes, no dejan de ser
ni más ni menos que pasajes. Un pasaje que no tiene ni
principio ni final, puede ser cualquiera y puede terminar en
cualquier momento,
un pasaje que tiene siempre el mismo valor.
Si tenemos que hablar de cine, y sus
referentes, los hay y muy buenos, sobre todo Lost Highway (Carretera
perdida) (1997) de
David Lynch, Un Lugar donde quedarse (2009) de Sam Mendes, no
solo los paisajes desde lo intimo a lo público, sino de
los distintos discursos, se producen sin cambios en los pasajes,
se mantiene la misma distancia, el mismo ritmo.
Así como con el cine de Michael Haneke me permite descubrir,
la relación entre la realidad exterior y la realidad del
cine, como la realidad del cine permite una lectura tan maestra
de la realidad que le toca vivir, como el cine de David Lynch me
permite confirmar lo que se denomina ‘el mundo del artista’,
en este caso ‘el mundo de David Lynch’, con Chantal
Akerman esto no es posible, a CH no le importa demostrarnos una
lectura de la realidad ni la producción de ‘una realidad
propia’ extimia a la externa-cotidiana, sino nos muestra ‘un
estilo singular y propio’ de filmar. No hay objetivo previo
ni creación final, ni de un lenguaje propio, ni de un mundo
propio, solo es ‘un estilo’ que le permite ver-escuchar
al espectador desde su propio lugar. El lugar del realizador, el
lugar del vacío, del silencio, de no. objeto, de no pertenencia,
más allá de ‘los ismos’ el cine,
el estilo de hacer cine de Chantal Akerman
“La realidad ordinaria, la acción
y la violencia ordinaria*
|
*Retomo estos fragmentos extraídos
de
‘ La realidad ordinaria y el cine de Michael Haneke
La acción, la representa-acción, la sexo-acción
Alberto Caballero. Barcelona 2010
Conclusiones página 161-164’ |
En la lógica binaria, el malestar es la intimidad del
inconsciente, las formaciones del inconsciente como resto de
la lógica binaria, el sujeto y su vida íntima,
sus malas acciones. El sujeto sujetado a la acción,
a la acción de la represión. La represión,
como una acción original — como tal, olvidada—,
acciona lo inconsciente, constituye lo inconsciente y permite
discernir entre las buenas y las malas acciones.
La sexualidad, como la realidad íntima
del sujeto, hombre o mujer, homo o hetero, hace surgir lo binario
de la sexualidad. Para Lacan, la sexuación es binaria:
hombre/mujer, universal/ particular, todo/no-todo, etc. La
barra de la represión es la que barra al sujeto; está barrado
por la diferencia. La intimidad es lo singular del sujeto,
el objeto resto que cae de esa lógica. ¿Qué sucede
cuando falla esta represión? Cuando no hace de sujeción,
cuando no sujeta al sujeto ante el desplazamiento mismo, la
sucesión, la acción, ocupa ese lugar. Cuando
no se produce la sexuación, surge la sexo-acción
y, entonces, el sujeto es un adolescente eterno.
En la sociedad del bienestar, el sujeto está sujetado
al bien.estar. Cuando lo privado se hace público, aparece
la continuidad, la continuidad representada por el adolescente.
La realidad ordinaria surge como producto de la sociedad del
bienestar, así como la tecnología surge como
producto de la ciencia. ¿Qué sucede con el malestar?
Surge como violencia, la violencia de lo ordinario, lo ordinario
se hace violento. Es el paso
de la acción ordinaria
a la acción como violencia.
Evidentemente,
este empuje a la acción es un llamado a la Ley
y toda ley remite a un crimen, a la acción como el crimen
fundamental. La acción es la causa de que el sujeto
sea responsable de esa falta —fundamental— fundante.
Entendido esto como lo importante, ¿cómo pasa
el sujeto de este crimen fundamental al crimen particular,
al crimen común? Si la Ley implica un crimen, remite
a un crimen original, que produjo la ley; por ello, ley y
crimen, en cuanto universal, es lo mismo.
¿Qué sucede cuando falla la ley que ordene el
decir y la acción —como su efecto— y solo
se produce un accionar sin freno? Sucede el crimen particular
o la serie de crímenes: en Séptimo continente, asesinar(se) a toda la familia; en El
vídeo de Benny,
asesinar al otro ante la imposibilidad del encuentro sexual
para acusar a la familia de ese asesinato; en Funny games,
asesinar a la(s) familia(s) como un juego divertido, ante la
falta de encuentro divertido.
Hablamos ya del acontecimiento como
lógica de la acción y del asesinato del padre
por la horda primitiva —siguiendo a Freud— como
el acontecimiento fundacional. Es este crimen en su versión
original el que instaura la ley y, de allí en
más,
toda ley remite a un crimen como su origen. Es por ello que
este padre de la horda primitiva está muerto de entrada;
nos queda de este acontecimiento la ley como simbólica,
pero también un resto, este malestar. Toda ley nos
produce, por un lado, tranquilidad, y, por otro, malestar.
De esto se trata: anulado el malestar, consumado el acto,
anular el resto por la ilusión del bienestar. Esto
sólo lleva a la acción siguiente; se ha producido
un vaciamiento del contenido del acontecimiento y ahora es
un mero resto vacío. Es un vacío de acontecimiento,
un agujero."
Con estos fragmentos del libro, podemos
ubicar la obra de CH claramente desde el ángulo de
la realidad ordinaria, mira desde y filma la realidad ordinaria,
para ella es el aparato de producción, no solo en
su desarrollo sino en sus consecuencias. Desde sus primeros
cortos, atraviesa la realidad fantasmática, por un
lado su relación con la madre, por otro lado un padre
que o no está en sus funciones de poner límite
a una madre invasora, o entra por la puerta de la seducción.
Estas cuestiones fundamentales ya las hemos visto reflejadas
en el cine de Marguerite Duras, Chantal Akerman se coloca
entre el cine de Duras, nostálgico de un pasado no
solo fantasmático sino colonial, y el nuevo cine de
la sociedad del bienestar de Michael Haneke.
Recupero algún fragmento del
mismo libro:
“Del discurso a la letra
Del no-lugar al no-texto: la desmaterialización de la
letra
Todo discurso implica
una escritura —es una escritura— de
cuatro términos: un sujeto, un Otro, un saber y un producto
(a: un objeto). Este producto —del discurso— es
una letra. Lo importante es la materialidad de la letra, que
no tiene representación, es irrepresentable: lo real
es irrepresentable, aunque lo intentemos, lógicamente,
para poder hacer algo con ello.
La letra, entonces, pierde su valor de lugar:
es un no-lugar. No interesa ni su sintaxis —en su lugar
en la frase— ni su lugar en el repertorio: es un signo
en su valor visual y matérico. Esto es fundamental:
la escritura pierde su valor narrativo. Michel Foucault dice: “Entre
la cosa y la palabra no hay relación ninguna; nada,
no es escribir sobre la cosa, sino escribir de esa nada, de
esa falta. Es de la falta el deseo de la escritura”.
¿Entonces qué sucede
cuando la palabra se convierte en cosa?: la letra. Marguerite
Duras, en su obra filmográfica, nos da ejemplos inigualables.
En Indian Song, no nos narra a través de una
serie de escenas, sino que nos las presenta: una acción
no nos lleva a otra, nos presenta una sucesión de acciones,
a veces inconexas, que no nos dice nada; o, si seguimos
a Foucault,
nos dice de esa nada.
La poesía también
se ha convertido en un no-lugar: las palabras ya no se agrupan
para decirnos algo, para trasmitirnos un mensaje, sino que
la búsqueda irá dirigida, sobre todo, al cuerpo del lenguaje de la poesía, a la sustancia misma del
lenguaje, podríamos decir, al puro letrismo, en el que
las letras se dispersan y se reagrupan por la página
en blanco, en su valor matérico. El corte ya no es la
métrica o la falta de ella, sino la arbitrariedad de
la letra, su valor visual. O, como en el caso de algunos poemas
que podríamos denominar fonéticos, dinamitar
la coherencia de las palabras: sólo tienen valor sonoro.
Cuando decimos que ha caído
la narración en la literatura, cuando decimos que ha
caído el argumento en el cine, cuando decimos que ha
caído la imagen en la representación, ¿qué estamos
intentando avanzar? Primero, que es una caída de la
representación como operador, pero también es
la caída de la imagen como producto. La operación
ahora se denomina “fragmentación”: la fragmentación
del género literario (Vila-Matas, Lobo-Antunez), la
fragmentación de la imagen en el cine (Jaime Rosales),
la imagen en las artes visuales (Eulàlia Valldosera).
Entonces, entra la primacía del aparato: el aparato
queda al desnudo, el aparato de la escritura; los artistas
visuales no buscarán nuevas representaciones, sino la
creación de aparatos que permitan la fragmentación
efímera de la imagen.”
Así como ya lo hemos
trabajado hasta sus últimas consecuencias, el cine de
Haneke nos muestra la caída radical de la función
fálica, o sea de la función del padre, en la
sociedad del bienestar, el padre ya no hace función,
y su consecuencia no es un derrumbe del sistema, no es el terrorismo
que viene de fuera, sino es el terror que se instala desde
dentro en forma de explosión repentina, sin lógica
alguna, previa, se instala la lógica de la acción.
Con el cine de la Duras, anterior, este desfallecimiento del
padre, deja a la joven desprovista de recursos frente a la
invasión materna, frente el goce materno. (El amante)
o ya como mujer la deja al servicio del deseo del otro, a la
espera del deseo del otro (Hiroshima mon amour). No solo es
el desfallecimiento de la función fálica, como
regulador del goce, sino la deslocalización del objeto: ‘ya
no quiero ser el objeto del deseo/goce del Otro, entonces me
desvanezco, divago, no tengo orientación. No se trata
de lo universal del falo (falo si, falo no), ni lo particular
(en relación a) del objeto que le permite salir del
atolladero, es lo singular de la letra. Se desprende de la
orientación dada por la narrativa (fálica), se
desprende de la determinación (mirada-voz) del objeto,
y filma a la letra, cada escena, cada personaje, cada fragmento
es en sí mismo, no hace serie, no hace cadena, ahora
prima la voz, del narrador, ahora prima la mirada del realizador.
Es su posición femenina singular que le permite trascender
la obra de estos dos grandes maestros de la realización
moderna, de MD como víctima de su propia realización,
lo femenino atrapado en su propia escritura, y de MH víctima
del aparato social que pone en evidencia (Cache. La cinta blanca.
Amor)
La mujer, queda atrapada en dos grandes cuestiones: el silencio
(MD India Song) y el agujero (MH La Pianista).
Luego de atravesar estas cuestiones,
la madre y la realidad ordinaria, la madre y su secreto sexual,
la pareja y la no.
relación sexual, y el suicidio como acto último
para el Otro, CH nos hace ver una obra mayúscula, que
atraviesa paso a paso y letra a letra todas y cada una de estas
cuestiones, más allá de lo sexual, de lo social
y sobretodo de la historia, está ‘el exilio’,
así como Lacan dirá al final de su obra que el
sujeto se coloca entre dos muertes, la muerte como origen y
la muerte como final ineludible, CH nos coloca entre dos exilios,
el exilio del origen, la infancia, el exilio de la propia construcción
de la sexualidad, y el exilio socio-cultural, no importa a
que origen pertenezcas, ni a qué sociedad pertenezcas
se trata de un exilio permanente, a una sexua-acción,
a un impulso que es un exilio permanente, el exilio del propio
sujeto, de sus propias construcciones en tanto fallidas.
El cine de Chantal Akerman. La soledad y su transito
Entre la intimidad del paisaje y el paisaje de la intimidad.
Pdf
1. Recorrido teórico previo
Pdf 2. Notas de prensa y tres retrospectivas
1. Filmoteca de Catalunya/filmoteca de Madrid
2. Centre GP, retrospectiva de su obra
3. Melba Buenos Aires
Es importante no caer en el tópico S/ a, con CA este
esquema no funciona, esta todo el tiempo del lado del S/, si,
y del sujeto barrado. Yo seleccionaría dos hipótesis
fundamentales, 1. No hay encuentro sexual, con lo cual definimos
su posición femenina, y 2. No está afuera (filmando
el paisaje), no está adentro (filmando la intimidad),
está en el borde. Lacan dice que entre lo intimo y lo
externo esta lo extimio, y este es el territorio de CA. 3.
Con este extimio para CA la mujer no.existe, no.existe para
el Otro, no.existe como objeto para el otro, ni pone su goce
todo en un solo lugar. Según las notas de prensa, que
adjunto, esta tan cómoda filmando la vida íntima
de una mujer, en la soledad de su casa, como el enfrentarse
al no.encuentro.sexual de una pareja de jóvenes enamorados,
tanto como filmando todo el tiempo fuera, como una roadmovies,
en un tránsito sin principio ni fin predeterminados.
Siempre, tanto en una posición como en la otra, filma
desde el borde, desde el borde del sujeto, desde el borde de
las relaciones, desde el borde de la sociedad sobre la que
filma. Nunca profundiza, nunca se mete con los personajes,
pero tampoco se mete con los entrevistados, escucha, mira,
sondea, se aleja o se aproxima, pero siempre desde el mismo
borde, el borde del sujeto, donde lo subjetivo y lo objetivo
se encuentran. Desde esta posición de lo extimio, las
soluciones que nos muestra son el anonimato, la soledad o el
suicidio.
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http://intermediodvd.wordpress.com/tag/jose-luis-guerin/