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> Artaud.
El cuerpo inscrito > Antonin
Artaud: Pensamiento y Cuerpo > Artaud
en La Casa Encendida. Madrid. > revista CARTA nº3 |
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Esta exposición explora cómo el deseo de Antonin Artaud de transcender los límites del lenguaje -tanto hablado como escrito- perduró en el trabajo de una serie de creadores vinculados a los movimientos vanguardistas de mediados del siglo XX. Hay que tener en cuenta que, aunque la recepción de Artaud en el teatro y la teoría post-estructuralista se ha documentado y analizado profusamente, hasta la fecha, en gran medida debido al protagonismo del neodadá en la historiografía y en la exhibición del arte de posguerra, se ha prestado poca atención a la influencia que ejercieron sus teorías y propuestas en el ámbito de las artes visuales. Espectros de Artaud. Lenguaje y arte en los años cincuenta incluye alrededor de trescientas obras de artistas procedentes de tres espacios geográficos principales -Francia, Estados Unidos y Brasil- y sugiere que el proceso de apropiación, recontextualización y traducción del polifacético legado de Artaud forma parte de una historia intelectual más amplia que no puede desligarse de la emergencia, a un lado y otro del atlántico, de un conjunto de prácticas artísticas interdisciplinares que plantearon la necesidad de desarrollar modelos alternativos de modernidad. La exposición rastrea la influencia de Antonin Artaud en las
diversas ramificaciones del movimiento letrista, fundado por Isidore
Isou y Gabriel Pomerand en 1946. A su vez, la muestra da cuenta de cómo
reinterpretaron su legado destacadas figuras de la vanguardia estadounidense
de posguerra (John Cage, David Tudor, Robert Rauschenberg, Franz Kline...),
examinando el rol decisivo que en este proceso jugó el Black Mountain
College (donde en 1952 la escritora Mary Caroline Richards leyó un
fragmento de su traducción todavía inconclusa de Le théâtre
et son double que inspiraría la obra Theatre Piece #1 de Cage),
y analiza el influjo que ejerció Artaud tanto en la poesía
concreta brasileña como en el trabajo de dos artistas de este
país, Lygia Clark y Hélio Oiticica, que exploraron las
potencialidades de la recepción corporeizada de la obra de arte.
Además, mediante una amplia selección de materiales documentales
y audiovisuales, la exposición también muestra cómo
su libro Van Gogh le suicidé de la société se convirtió en
un referente fundamental para el movimiento anti-psiquiátrico.
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