Esta
obra, titulada Mis manos son mi corazón, fue realizada tras
un fructífero encuentro entre el reconocido artista inglés
Antony Gormley y Gabriel Orozco, su joven asistente de 1990 en los
hornos artesanales de Cholula, Puebla. La pieza pudo ser vista como
objeto de barro y como sujeto fotográfico hasta febrero
de 2007.
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