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> Accionismo Vienés
Brus, Muehl, Nitsch, Schwarzkogler
Obras de la colección Hummel
Del 13 de marzo al 25
de mayo de 2008


 

 

El Centro Andaluz de Arte Contemporáneo expone un amplio conjunto de pinturas, fotografías, filmes y documentos representativos del Accionismo Vienés de la Colección Hummel, uno de los fondos privados europeos especializados en obra de los artistas Günter Brus, Otto Muehl, Hermann Nitsch y Rudolf Schwarzkogler, que impulsaron este movimiento que transcurrió de forma intensa en Viena entre 1960 y 1970, cronología a la que pertenecen la mayor parte de las obras expuestas.

Hay que situar el Accionismo Vienés desde un punto de vista histórico en la encrucijada del acto performativo que sacude el mundo de Oriente a Occidente a finales de los años 50 del siglo XX. Había que romper desde un posicionamiento crítico con la hegemonía de la pintura abstracta norteamericana de la Escuela de Nueva York y con el informalismo europeo. Su objetivo era ampliar el campo de la pintura hacia el espacio performativo. Se abren las puertas a un arte de comportamiento en que la actitud suplantará al objeto, bajo los dictados de un tiempo real.

Los accionistas vieneses consiguen producir por primera vez en Austria un movimiento de auténtica vanguardia, utilizando el cuerpo como instrumento para una práctica revolucionaria, tanto artística como política, lo que fue un fenómeno único en la Europa de posguerra.

Se produjo paralelamente al happening norteamericano, al movimiento Fluxus internacional, a la orientación performativa de artistas alemanes como Joseph Beuys y Wolf Vostell, junto al despertar de ciertas explosiones neodadaistas, como el grupo Gutai en Japón, los situacionistas
y letristas franceses y otras neovanguardias.

En Austria, el Accionismo Vienés constituyó una respuesta agresiva a la conservadora generación austriaca posterior a la Segunda Guerra Mundial en un país donde la reconstrucción fue más difícil todavía, debido a su alineamiento con el nacionalsocialismo, a la gran represión a la que fue sometido después de la guerra, cuya independencia e integración no le llegó hasta 1955, y a los valores tradicionales y burgueses marcados por un enraizado catolicismo y una carencia de vanguardias en las primeras décadas de siglo XX.

En el Accionismo Vienés, la influencia de Freud llevó a que la pulsión de las fuerzas del inconsciente atravesara el sujeto utilizando el cuerpo como conducción física y camino de liberación. El cuerpo toma significación como idea artística y se transforma en un elemento subversivo que introduce nuevas energías en la expresión artística directa, inserta en la realidad, una forma de abolir la representación y salir del dominio de lo ilusorio para actuar en el ámbito de lo real. Günter Brus escribirá en sus diarios de 1960: “Mi cuerpo es la intención. Mi cuerpo es el acontecimiento. Mi cuerpo es el resultado”. Todo ello en un contexto de retorno a los valores del arte como experiencia inmediata que debe ser completada por el espectador y en el marco del surgimiento de los nuevos medios (fotografía, filmes y medios de comunicación).

Günter Brus, Acción Ana, 1964
Otto Muehl, 46ª Acción. Entrenamineto militar
Günter Brus. Plata , (acción), 1964