Entrevista a Hilario Álvarez
(comisario de MAD)
27 de mayo del 2006

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AA: ¿Cuéntame un poco la historia retrospectiva del Festival?
HA: Mirando hacia atrás podemos ir hasta el año 2000. En el año 2000 Nieves Correa y yo empezamos a buscar la manera de encontrar financiación y un espacio para poder hacer un festival anual de performance, ya que veíamos que la realidad de Madrid era un vacío de nada, sólo había habido un antecedente en el año ’96, en el Reina Sofía, donde habían hecho una serie de acciones y luego otra, en el ’97,  organizada en el Círculo de Bellas Artes por unos amigos, performers tambien, Los Torreznos: Rafael Lamata y Jaime Vallaure, y que se llamó: “Sin título: arte de acción”…y no había más, así que empezamos a buscar, pero durante el año 2000 no encontramos nada, durante el 2001 tampoco, en el 2002 ya contactamos con AVAM, de la  que entonces Nieves Correa formaba parte de la junta directiva. 

AA: ¿Qué es  AVAM?
HA: VAM es la Asociación Visual de Artistas de Madrid. Es la unión de dos asociaciones de artistas: plásticos y visuales, y Nieves había salido elegida como parte de la junta, que a su vez decidió que para el 2003, se podría hacer un macro festival, un festival importante, trayendo a gente de otros países y convocando a multitud de artistas, haciendo un festival abierto por todo Madrid. De hecho hubo montones de localizaciones. 

AA: ¿Hasta el 2000 que hacen los performers de Madrid?
HA: Pues mira hacíamos cosas como irnos a pueblecitos pequeños, por ejemplo Navalagamella, un pueblo pequeño perdido en el campo y donde hicimos alguna cosa en el ’96 y el ’97. En el ’99, 2000 y 2001 hacíamos un festival en una ciudad dormitorio en los alrededores de Madrid, que se llama Coslada, por eso el festival se llamaba Coslart. Allí hacíamos pequeños talleres de acción, para la gente  y como fin de festival del Coslart, hacíamos un cabaret performático y en pequeños espacios que encontrábamos hacíamos cosas muy esporádicas y muy sueltas, pero el Espacio P y todo lo anterior que venia de los años ’90… 

AA: ¿Qué fue el espacio P?
HA: El Espacio P fue un espacio mítico para el arte de acción en Madrid. Lo montó Pedro Garhel, un hombre que ha muerto hace poco y que justamente aquí en el Conde-Duque, se le ha rendido un homenaje hace menos de un mes.

El Espacio P, fue el sitio donde, después de ZAJ, volvió la acción a Madrid, por ahí han pasado todos aquellos que hoy día son alguien en el arte de acción en Madrid.

Yo no conocí el Espacio P, pero si puedo afirmar que toda la gente que ahora conozco, viendo los videos que ahí se produjeron, estaban todos ellos ahí y ahí se conocieron muchos de ellos. Después del Espacio P, que desapareció, no había vuelto a haber nada parecido. 

AA: ¿Pero, el Espacio P, era un espacio físico?
HA: Si, si realmente existía un espacio físico, donde ellos hacían las acciones “post-ZAJ”, porque entre ZAJ y esto…nada; Nacho Criado, fue el único que hacia acciones, pero en el Espacio P, volvió a surgir, por ejemplo, Isidoro Valcarcel, que desde los encuentros de Pamplona del ’75, tampoco había vuelto a coger acciones. En esa penuria el Espacio P, había significado algo, o motivos personales de Pedro Garel, que desapareció, primero porque tuvo que irse a Salamanca a dar clases, y luego por su enfermedad de SIDA, fue a Canarias, y finalmente el Espacio P desapareció porque nadie tomó el relevo, así que a principios del 2000, nos encontrábamos haciendo acciones por los pueblos.

AA: ¿El Espacio P, entonces, resultó ser un aglutinador de gente?
HA: Si en su momento, el Espacio P, fue un aglutinador, pero entre el ’93-’94, cuando acabó el Espacio P, hasta el 2000, quedaban por medio, solamente, las acciones del Princesa Sofía y el “Sin Título: Arte de Acción”, en el Círculo de Bellas Artes, pero no había vuelto a haber nada más. 

AA: ¿Se dispersó?
HA: Sí, efectivamente se dispersó y en los ’90, en principio hicimos algunas cosas como las: Revistas Caminadas, derivas situacionistas, normalmente organizadas por Rafa Lamata. Él elegía una zona y de cada zona se dibujaba un pequeño plano, donde se señalaba: el cruce de dos calles, una plaza, un monumento o algún tipo de accidente arquitectónico que hubiera y una pequeña comitiva de amigos, nos reuníamos, andábamos el recorrido y en cada punto señalado del mapa, uno de nosotros hacía una pequeña acción, una performance. Lo más directamente ligado a una deriva, a una página.

AA: ¿Una página?
HA: En el imaginario de una “Revista Caminada”, cada parada era una página. Incluso había “entre páginas”: alguien que quería incorporarse porque no había podido contactar antes…pues decíamos: “venga vamos a hacer un entre páginas” y en un punto no señalado en el mapa alguien hacía una pequeña acción, a veces también se hacían si el momento lo requería. Recuerdo una que hicimos en Palma de Mallorca, en la que alguien descubrió que pasábamos por una calle que tenía un ventanal muy grande, sin cortinas, perteneciente a un restaurante, donde se veía a la gente cenando directamente al lado del ventanal. La entre-página sorpresa, en ese momento, consistió en pararnos todos a ver comer a los que estaban dentro del restaurante. Fue muy divertido. 

De esta manera con estas pequeñas cosas de las Revistas Caminadas, y algún encuentro en alguna pequeña galería que también desapareció…hacíamos pequeñas series de acciones que tenían más que ver casi con la poesía, no porque se recitase poesía sino porque lo que se hacía era muy contenido, en espacios muy pequeños, pasábamos por ahí 15 o 20 personas en el espacio de dos horas o dos horas y media. La galería se llamaba Gallo Arte, en ella hacíamos pequeñas cosas, en muchos casos de gran contenido verbal ya que no había espacio físico ni ninguna infraestructura para realizar ninguna acción con cierto contenido o con cierto desarrollo. Finalmente en el 2002 ya se concibió el proyecto del festival MAD, donde Nieves y yo, ya hicimos una selección de lo que luego ya ha venido siendo los encuentros internacionales de Arte de Acción, es decir una selección de objetivos. Primero decidimos que gentes queremos que participe y luego fijamos unos objetivos, primero, la continuidad, que sigue siendo para nosotros objetivo fundamental, queremos que por lo menos cada año haya en Madrid un evento internacional de Arte de Acción, ese es un objetivo que teníamos desde el principio. Un segundo objetivo: como nos habíamos pasado tantos años de secano, de ausencia, de todo eso…poder ver en Madrid y traer a Madrid, gente de reconocido prestigio en los circuitos internacionales, que no hubiera estado antes aquí…lo cual era facíl ya que como nunca había estado antes nadie aquí…pero para nosotros el objetivo, era traer a Madrid gente que ya estuviera asentada en los circuitos artísticos de prestigio reconocido. Como objetivos básicos y generales, esos dos fueron los puntos que nos fijamos y que empezamos a cumplir ese mismo año, ya que trajimos a Madrid a Alastair McLenan, Boris Niesloni, Roi Vaara… 

AA: Cada año a parte de estos objetivos primordiales, ¿tiene algún enfoque particular?
HA: Nosotros más que un encuadre, solemos poner una excusa, una excusa teórica, un pretexto. El primero fue el cuerpo, que nosotros definíamos como: la presencia. Luego vino, el tiempo, y finalmente, el espacio. Este tercero lo hemos dejado sin poner, pero como puedes ver hay una utilización del espacio, con el patio. 

AA: ¿Cómo escogéis la gente con la que vais a trabajar?
HA: Pues para escoger a la gente, lo primero que tenemos en cuenta, es que tengan una trayectoria, un reconocimiento. Después, si es posible, que tengamos algún conocimiento personal, que hayamos podido contactar con ellos personalmente, y en último lugar, es importante que hayamos podido constatar vía Web o vía Internet, que su trabajo realmente responde, y luego su disponibilidad, porque este año por doce que han venido, en realidad habíamos contactado con catorce o dieciséis, pero había gente que no tenía estas fechas libres. Los criterios son sencillos: conocer sus trabajos, que sus trabajos sean reconocidos y que tengan disponibilidad para venir. 

AA: Explícame un poco el recorrido que habéis realizado en estos tres años:
HA: nosotros decíamos que uno es “un suceso”, no tiene ninguna significación; dos “son una casualidad” tampoco tienen significación…pero tres ya significa continuidad…¡ojala sea verdad!, y estos tres festivales signifiquen que ya vamos a ir para delante. Yo un poco en broma, y es algo que ni siquiera he comentado con Nieves, y no deja de ser una tontería mental,  es pensar: “mira somos como la Feria de Toros de Madrid, donde sólo los consagrados torean en la plaza de toros de Madrid”, pues con las acciones nos pasa un poco igual; como hemos llegado los últimos a los festivales internacionales de arte de acción, los que vienen aquí son los consagrados. Venir a Madrid, es ya tener el respaldo….pero eso es una broma, una casualidad, a mi me hubiera encantado ver a Richard Martel  o ver a Julien Blaine, muchos años antes…en vez de tener que esperar 15 años para ver las acciones, por ejemplo de Roi Vaara…pero sin embargo esto sólo ha podido ser ahora. 

AA: ¿Cómo ves tú el panorama de los festivales? dentro de tu propia experiencia como organizador, no como público.

HA: En realidad yo me he movido poco por festivales internacionales, he estado en Québec, he estado en México, he estado en Suiza, he estado en Alemania, pero no he estado en los grandes, grandes festivales, no soy, en ese sentido un performer al que convoquen porque tenga un renombre. A Québec fuimos porque organizamos un intercambio, a Suiza fuimos, también, por un intercambio… 

Como organizador de festivales, primero hay que separar la organización de los festivales que hacemos en Madrid de la organización de festivales que hacemos fuera, que siempre se basan en intercambios, es decir, conseguir algún tipo de acuerdo económico con alguna institución de manera que nosotros podamos viajar a otro país, pero que a la vez también venga gente de fuera. Curiosamente ahora estamos buscando uno con Finlandia, que tiene el curioso nombre de “Jamón Quincua”, ya que en finlandés “quincua” viene a significar una cosa parecida a nuestro jamón, y estamos viendo a ver si puede producirse este intercambio en Septiembre, Octubre y Noviembre. Así lo hicimos también con Québec, con Le Lieu , que dirige Richard Martel, así lo hicimos en Suiza, donde estuvimos en Basel y en Zurich, y los suizos vinieron a Madrid y  Barcelona. En Madrid se hizo en una galería de arte que depende de una asociación de artistas que se llama Cruce, donde también se han hecho acciones. Por el ’98, Nieves organizó un ciclo de acciones, del que luego se editó un libro, y eso también fue en Cruce. Con Cruce, organizamos los intercambios con Bassel y Zurich y con Barcelona. 

AA: ¿Cómo organizas estos festivales, como los piensas?

HA: Pues es curioso porque a mi, del arte de acción me interesa casi más la acción que el arte. Yo me tomo los festivales, realmente como una experiencia personal, como algo que me pasa con la gente que me encuentro, con los sitios a los que vamos…vivo los festivales como una relación personal que me pone en contacto con gente que piensa de otra manera o que piensa igual. Normalmente se desarrollan en un espíritu, si no hippy, si por lo menos lo suficientemente abierto para hacer de post-hippy, y dormir en el suelo si hace falta o pagar “a escote” las cenas o las comidas, entre todos porque no hay suficiente dinero, vivir ese espíritu de camaradería, de cordialidad, de cercanía, de proximidad, de encuentro…de personas y de ideas. Para mi eso es lo enriquecedor de los encuentros, y es por eso que a los nuestros les queremos llamar “encuentros” y no “festivales”; también para huir un poco de la idea de festival como show…preferimos llamarles encuentros porque para nosotros son substancialmente eso: encuentros. Hay la vieja acusación de endogamia, sobre la gente que hacemos performance…de que siempre somos los mismos, en los mismos sitios…no es verdad, pero algo si hay, ya que la mayoría de gente que conozco que hace performance o arte de acción sea en México, en Québec o en Barcelona, es buena gente, es fácil establecer el dialogo, establecer relación personal, es fácil crear lazos, es fácil la comunicación, fluye la simpatía, la sinergia 

AA: ¿Así la performance, la organización y la acción van juntas? si te invitan a la feria de arte de Frankfurt o de Barcelona, expones una obra y eres un invitado.
HA: Claro. En realidad hay un artículo preciosos de Nieves Correa que dice: “somos artistas, gestores, nómadas y recolectores”, porque reunimos todas estas características: artistas porque queremos serlo, gestores porque si nosotros no organizamos las cosas en el arte de acción, no las organiza nadie, nómadas porque vamos de un sitio a otro y recolectores en el sentido de ir encontrando personas, recuerdos y afectos y lo vamos recolectando todo eso. En el arte de acción, según mi experiencia personal, es muy difícil separar…realmente he estado en muy pocos sitios donde yo no haya formado parte de la organización, porque hay muy pocos sitios que organicen esto: la fundación Espai de Girona o ahora la Facultad de Pontevedra, donde también hay gente interesada y creo que ya van por el tercer encuentro. Quitando eso, Bartolomé Ferrando en Valencia y pocos más….

También he sido invitado en Contenedores de Sevilla, y no he organizado nada, en Barcelona en E-bent, también. Con la gente de E-bent nos conocemos desde hace tiempo y las cosas, a parte del que se hacía en Madrid, también estuvimos en la organización, en los primero años por lo menos…luego ya contactaron con la Casa Encendida y ya lo hacen directamente con ellos, pero el primer año que el e-Bent vino a Madrid, lo hicimos en el Circulo de Bellas Artes, y ahí estábamos Nieves y yo organizando, así que hay mucha implicación, entre la organización y la acción, por suerte ahora ya se va abriendo, y ya hay más gente que organiza en más sitios. 

AA: ¿La mezcla entre la organización y la acción, es algo inherente entonces?
HA: En primer lugar decir que si no lo organizamos nosotros no lo organiza nadie, por tanto hay una necesidad. Pero, por otra parte si lo organizamos nosotros, lo organizamos a nuestra manera y como queremos, y entonces el poder organizar, el estar en la organización permite esos intercambios; que lo organice un artista, da a los otros artistas, mucha más credibilidad, más confianza, que si lo organiza una institución, porque ya se sabe…si hay una institución de por medio, todo va más normalizado, es más frío si está el galerista…si está organizado por artistas, ya sabes que vas con amigos, con gente de tu clase o tu “calaña”, como lo quieras llamar, pero es preferible que las cosas estén organizadas por artistas.

AA: Todos son artistas: los organizadores, los que exponen sus acciones…incluso los presentadores…
HA: …o críticos, recuerda que los ‘conceptuales’, de los ’60-’70, lo primero a que renunciaron, fue a los críticos. Asumimos que somos artistas que sabemos expresarnos y que no necesitamos ningún traductor, así el crítico es alguien que nos sobra…. Sabemos y podemos hacerlo solos, somos personas con dos dedos de frente como todo el mundo, y en función de eso, ¿por qué vamos a necesitar un intermediario?. 

AA: Parece que la acción requiere un tipo de gestación, en cambio el arte de la pintura, como es un arte de caballete, el artista está encerrado en su taller, entonces el galerista viene y le compra o le instala…requiere del otro. Aunque muchas veces puedes saltarte este paso del ‘galerista’ como pasa en Montmatre o las Ramblas de Barcelona, donde el artista expone y vende…
HA: Yo creo que es inherente a la historia de la acción, aunque también hay galerías comerciales que organizan acciones…como ocurre con La Ribot  que las vende y tiene su circuito comercial…también estoy convencido que lo que está haciendo Abramovich en este momento, ya tiene su manager o su representante o su marchante…Si, se puede tomar la acción como un tipo de arte más, de hecho creo que el mercado está intentando colocar la performance ahí, porque es tan manejable como cualquier otro género. Pero históricamente, como desde un principio ya fue contra-mercantil, contra-institución, fue una cosa de grupos de amigos (así creció el ‘mail-art’)…con una vocación de algo paralelo y aparte…así que es posible que de ahí le haya venido el hecho que históricamente hayan sido los propios performers, los propios artistas, los que han organizado los eventos.

AA: Crees que este hecho de estar fuera de los circuitos comerciales, fuera de los lugares organizados, no le ha traído problemas luego para encontrar lugares de exposición, es decir, que han tenido que crear estos festivales o exposiciones autogestionadas porque no tenían donde exponer su arte?
HA: Efectivamente, en ARCO de Madrid, empezamos a hacer nuestras performances y nos las prohibieron por excesivo éxito. Eso significa que seamos nosotros los que luego tengamos que organizarnos, buscarnos el lugar…pero eso tiene sus ventajas y sus inconvenientes, y nos permite funcionar bastante autónomamente, y nos permite asegurar que si el festival de Nagano, Tokio o Singapur, está organizado por , o por Lee,Wen o cualquier otro artista, sabemos que cuando vamos allí, estamos entre amigos, entre artistas, no hay esas distancias, esas diferencias, escalafones…no hay institución, sino que vas a trabajar con amigos (aunque no los hayas visto nunca). Se convierte en el ‘Lugar de los Iguales’, donde hoy te ha tocado organizar a ti, mañana se cambiaran los papales y tu estarás actuando y el otro organizando… según mi experiencia y los sitos donde he estado, así es como veo que realmente funciona 

AA: Creemos que eso tiene que ver con la performance, porque si aparece otro que hace el encargo, como a Barcelo que le encargan el mural de la Capilla de Mallorca, entonces él se dispone a hacer este mural. Hay otro que encarga, ese ‘otro’ que pone el dinero  y la capilla, obliga al artista a trabajar para él, y elimina esa relación de igualdad…
HA: Efectivamente, no hay esa relación de igualdad. Realmente es posible que tenga que ver con el propio género de arte que estamos produciendo, no sabría decir la razón, pero si es cierto que se produce y que es una constante…en México, en Argentina, en Chile…seguramente se debe al tipo de actitud que tenemos los performers, esa actitud de estar fuera del sitio, aunque después tengas que buscarte un ‘sitio’…pero es una actitud anti-ego, es una actitud que no busca el brillo o el mercado, o la trascendencia histórica (se ha renunciado a ella porque se cree que es el producto de una manipulación, y que en último extremo le importará a los que vienen detrás pero a la gente de ahora le importa la vida de hoy). Ese debate de arte –vida que Roi Vaara presenta en un video famosísimo, donde está a 40º C bajo cero dudando si ir hacia la flecha donde pone ‘vida’ o la flecha que indica ‘arte’…en esa apuesta creo que la mayoría de los performers estamos del lado del ‘arte de la vida’ y no por la vida para el arte, y entonces nos interesan más, las vidas, las vivencias, y las personas. Es ese espíritu el que nos lleva a estar los unos con los otros, el que nos hace que nos guste estar unos con otros y queremos que no haya  interferencias por medio y queremos que no haya ni críticos ni ‘curators’.

AA: ¿Lo que estás planteando sería: un lugar (un espacio), la continuidad, la relación con el cuerpo y el tiempo como presente, no?
HA: En mi caso sí, y creo que en la mayoría de los performers también. El tiempo como presente. EL AQUÍ Y EL AHORA, Y LA VIVENCIA. A mi, al arte que me gustaría hacer, le llamo; el arte de la vivencia; pero no sólo del artista si no de todo el que esté allí, porque lo que se puede llamar ‘arte’ se está produciendo en esos momentos y la vivencia es estar allí y ahora, estar en el nacimiento de algo, llamémoslo 'arte’, es una vivencia muy importante. 

No quiero representaciones, quiero presencia y vivencia, quiero presente, quiero aquí y ahora. Si ya lo ves en un video ya no es eso. Un video es como mucho un documento, un resto de la acción, una constatación de que había un interés previo para hacerlo, había una predisposición anterior a hacerlo como cosa de arte, de ahí el documentarlo. No es el dejarlo para la historia, ni dejarlo como objeto para mercantilizar, sino como constatación de que previamente había habido una consciencia artística antes de hacerlo, una intención artística. Montar en bicicleta es algo que puede hacer cualquiera pero si yo decido hacer una acción montando en bicicleta mi única manera de demostrar que ahí hay una intencionalidad artística, que lo saca de la cotidianidad común, corriente y cotidiana, es la constatación que yo pueda dejar en un documento. 

AA: Tú valoras el documento como resto de la acción:
HA: Como resto y como demostración de que había una intencionalidad previa, una ‘consciencia de sí’ como acto artístico.

Como en Madrid tenemos una gran tradición de ZAJ, que eran muy conceptuales muy fluxus, muchas de las acciones son  tan elementales como poner un pañuelo en una silla, y eso es arte…es arte en cuanto yo haya decidido previamente hacer de eso una obra de arte. Esa demostración, que previamente hay esa ‘consciencia de sí’ y de lo que voy a hace como arte, entonces para mi tiene sentido el documento 

AA: O sea habría tres tiempos: un tiempo previa de ‘consciencia de sí’; un tiempo presente del hecho en sí, de la acción y también hay un tercer tiempo que sería el documento que queda como resto…esos tres tiempos ¿en qué diferencian una performance de un acto de representación?
HA: Yo creo que el previo a la acción es un continuo, no es que uno se plantee: ‘ahora voy a hacer arte, y ahora voy a dejar de hacer arte’, sino que cuando uno decide que es artista y artista de acción, eso se convierte en una forma de estar, en una forma de ser, un modo de hacer. No es algo intermitente que viene y va, ahora pinto un cuadro ahora no lo pinto, sino que es una consciencia que cada uno tiene claramente de sí mismo pero como continuo, con lo cual la dimensión temporal queda un poco anulada, no hay esa diferencia entre el ‘antes’ y el ‘después’ sino que se vive como continuo, es una condición decidida. 

Me es realmente difícil separar mi vida entre cuando estoy siendo artista y cuando no lo estoy siendo

AA: ¿Qué diferencia hay entre el momento en que estas pensando la performance que vas a hacer y cuando la estás haciendo?
HA: La acción que vimos ayer de Jamie McMurry, es bastante diferente a la que él quería hacer y que teníamos programada. Le perdieron sus maletas en una escala de vuelo en Londres, en la que él traía muchos materiales para trabajar aquí con el refrigerador, entonces la ha tenido que cambiar. Yo tengo en mi casa desde hace mes y medio el material de fogueo, las bengalas que el utilizó ayer, él me las envió por correo…todo eso ya hacía tiempo  se estaba pensando y  yo he visto, los cuatro días que lleva aquí, a  Marilin Arsem  deambular por ese patio de una manera y de otra…

AA: Así que lo que tú planteas, es que la verdadera acción, es en realidad el cierre de la acción.
HA; En cierta manera sí. Para mi el trabajo de acción es un proceso performático, que a veces puede ser de una acción que se te ocurre diez minutos antes y la haces, sin más, pero a veces te lleva un tiempo enorme. Creo que Chris Burden, cuando se hizo disparar, no creo que fuera una cosa que pensara así, como así, creo que debió ser algo que debió pensar durante un tiempo, o cuando se hizo clavar a un coche o tirar un saco como con un cadáver dentro en medio del tráfico…creo que esas son cosas que uno se las tiene  que pensar durante un tiempo. Luego, cualquier pequeña acción que quieras hacer en el espació público necesita que hayas pateado ese espacio público, y que hayas previsto un gran número de cosas y que a demás siempre dejes la posibilidad abierta, porque es inevitable, a que el azar intervenga, y como voy a reaccionar si viene un guardia y me detiene, o si llueve.

AA: Y el video sería el cierre de todo eso, un cierre porque ya hay un documento.
HA: Si y los diferentes pasos forman un continuo, es esa concepción en que uno está viviendo, o pensando o trabajando…la actitud mental de hacer acciones: ‘esto podría ser y esto no podría ser’, ‘esto lo incorporo’, que material uso…en cierto modo creo que es algo inherente a todo creativo, el ir viendo la realidad desde un punto de vista aprovechable ir analizándolo desde el tipo de actividad que desarrolla, e ir viendo todos los elementos y sus utilidades. 

AA: Háblame del documento.

HA: Para mi el documento es o debería ser sencillamente, lo que en tendemos por ‘documento’. El festival tiene documentos. Nosotros lo estamos haciendo todos los años, en realidad son cuatro, aunque vayamos por el tercer festival, porque en el intermedio del año pasado hicimos un homenaje a ZAJ y aunque no era un festival de acción propiamente dicho, si que hubo muchas acciones…en cualquier caso durante estos últimos cuatro años nosotros siempre hemos querido poder contar con un documento final, que incluyera textos fotografías, videos…ocurre que las instituciones son remisas a financiar esa parte de proyecto, porque ya ha pasado el evento, parece que ya no tiene mucho interés…nunca nos dejan incluir una partida que coja 3000€ o 5000€ para publicaciones. A diferencia de los Museos o Galería, nosotros no hemos tenido esa suerte de que nos permitieran incluir partidas para documentos. 

Esta falta de financiación para documentos puede venir por el hecho que nuestras financiaciones vienen de sitios dispares, por ejemplo la primera vino de AVAM, ahí que daron un catálogo y un video porque se pudo hacer. La segunda vino del Ministerio de Cultura, de alguna rama apartada que no tiene ningún tipo de difusión propia, con lo cual a ellos la publicación les tenía sin cuidado, y este año ha venido a través del ayuntamiento, pero a través del Conde-Duque, que a su vez sus publicaciones son de otro tipo, como más histórico y estos tipos de acciones o eventos no les encajan en su línea de publicación. En cualquier caso nosotros cada vez que hacemos una acción u evento, procuramos que haya video y fotografías, que luego hacemos llegar, por lo menos a los propios artistas y para nosotros el video y las fotos, son entendidas como lo más cercano posible al documento, es decir, le mediación que produce el video o la fotografía, tratarla lo más asépticamente posible, no hacer de ello una obra de recreación, huir de esto. 

Ahora mismo hay una gran corriente en la que las acciones se hacen muchas veces exclusivamente para video, como la video-danza. Ellos no quieren que a sus acciones las llamen performance ya que creen que están en un estadio post-performance, sus acciones se hacen exclusivamente para la cámara y la acción es el producto que se ha conseguido ahí, pero ahí no hay presencia, no hay público, no hay vida, en mi opinión claro, los artistas que lo están haciendo, tendrán sus motivos. Frente a esa corriente nosotros queremos seguir manteniendo, la pureza o la tontería o la ingenuidad, de que el documento sea, documento y punto.

 

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