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Para las acciones respectivas se propuso a los participantes una metodología con la intención de provocar acciones que nos remitieran a ese acto primigenio. Y después vivenciar las diferencias entre las acciones.

Acción Introspectiva:
Para nosotros la acción comienza desde el momento en que se va hacia el interior personal y nace el sentir de proponer, hacer, intentar y enseguida la pregunta de cómo vertir este impulso individual hacia el exterior. Todo esto relacionado con nuestros intereses, sentires, experiencias, espíritu, voluntad, creatividad, nuestra vida misma, esta formación tan diversa como individuos que nos lleva a ser únicos. Y unificar todo esto en el acto del hacer y estar en el espacio, siendo el punto de reunión la acción performativa.

Por otra parte la posibilidad de realizar una acción donde no se encuentra el juicio del espectador, donde no hay el ojo de la cámara registrante, donde la acción se recicla al interior y se extien un diáologo con el espacio. Tratar de pensar en lo que nos motivo en los inicios a hacer performance, sobre todo con esta primer impulso de energía que nos llevo hacia el performance.

Con respecto a lo anterior proponemos que los participantes relicen una acción en soledad, en el paraje destinado.

> Performancear o morir
Encuentro de Arte Acción
Norogachi, México
Abril de 2009

Hace un año de distancia del primer encuentro, experiencias primigenias que se van desvaneciendo para transformarse en un nuevo encuentro. Bajo la misma premisa convocamos a artistas de performance, arte-acción. Motivando no solo la participación con nuestros colegas, sino más allá darse la oportunidad de confrontar su quehacer en el arte, sus motivaciones, y su misma cultura.

Tal como lo hacián nuestros antepasados lo siguen repitiendo nuestros hermanos raramuris, cada año retoman el sonido del tambor como fuerza que congrega, no hay preguntas de cual es la causa tan solo se acude, tal vez con la esperanza de encontrar la posibilidad de ser más fuertes, de ayudarse, de compartir, de estar hombro con hombro en el proceso de trascendencia.

Y en ese momento junto al fuego quitarse las máscaras, y permitir la fluidez de lo sentido, de lo emocional de lo que nos ata aún a este acto mundano, de ver en el otro la posibilidad de creer y saber que las múltiples manifestaciones del hombre entre ellas el arte solo tienen sentido en la medida en que se comparten y se hacen por y para todos.

Esta es la llamada hacia la comunidad performativa, que acuda todo aquel que sienta el profundo deseo de estar ahí.