> Festival Rabo’emono
y el Arte de Acción en el Táchira - Venezuela
Osvaldo Barreto y Annie Vásquez
Organizadores del Rabo’emono y artistas plásticos |
El
Arte de acción que venía gestándose desde el
absurdo del dadaísmo en el Cabaret Voltaire por allá en
los años 20, evolucionó alimentándose de los ismos
y llegando a definirse en la década de los 70 con el grupo Fluxus
y otros grupos artísticos internacionales que tomaron la acción
como medio artístico de expresión. El arte de acción
derivó del arte conceptual, y proclamó que una acción
emprendida o diseñada por el artista, cualquiera que esta fuera,
constituía en si misma una obra de arte. Esto generó una
vertiente expresiva con características propias, de allí nacieron
términos como el Performance, el Happening, el bodyart o arte
corporal, la pintura corporal, el arte procesual, entre otros.
En el Táchira en el mes de marzo de 1997, se realizó una
exposición
titulada: Jóvenes Artistas Urbanos, nombre con el que también
se designaba un grupo de artistas emergentes de la localidad al cual pertenecían
en ese momento: Annie Vásquez, Oscuraldo, Alejandro Barreto, Iván
Romero y Jorge Luis Dávila, la muestra se llevó a cabo en la
galería Manuel Osorio Velasco, la cual estaba dirigida por el escultor
Tomás Yañez, la noche en que se inauguró esa muestra se
realizó quizá el primer performance en el Táchira, una
acción concebida como hecho artístico y manejando el concepto
accional, aún con muchos matices teatrales pero definitivamente conceptual,
la cual consistía en unos movimientos que se realizaban dentro de una
instalación elaborada por Oscuraldo, en la acción titulada “Aracné” intervinieron:
Oscuraldo, Ave (Annie Vásquez), Alejandro Barreto y Jorge Luis Dávila.
A raíz de esa acción, nació el primer grupo de arte accional
llamado: La Tétrica Trama Teatral, integrado por los artistas ya mencionados
y que actualmente sigue trabajando pero integrada por Jorge Luis Dávila
y Nilka Vélez, quienes conservaron la vertiente teatral dentro de lo
accional, los otros integrantes siguieron desarrollando el arte de acción
buscando medios mas conceptuales ligados mas a las artes plásticas.
Desde entonces comenzaron a desarrollarse acciones similares en las inauguraciones
de arte, sobre todo las realizadas por esta generación emergente y este
grupo.
En 1999, los artistas Oscuraldo, Ave e Iván Romero, reciben una invitación
para participar en un festival de performance en la ciudad de Maracay, llamado
Perforart 99, el cual estaba organizado por el artista accional Cesar León,
los artistas tachirenses cumplieron con el compromiso y quedaron pregnados
del concepto festival, es entonces cuando deciden crear un festival de performance
Tachirense al cual llamaron “Raboemono”.
Con pocos o casi ningún recurso económico, la Fundación
JAU realizó el primer Festival de performance “RABO’EMONO”,
que durante 5 años y 4 ediciones regaló a la Ciudad de San Cristóbal
(se realizaba el 31 de marzo o día de la fundación de la Ciudad
y duraba 3 o 4 días) la posibilidad de acceder a nuevas propuestas artísticas,
pues cabe acotar que siempre fue un evento multidisciplinario, pero con hincapié en
el genero accional.
El primer Rabo’emono se llevó a cabo en los galpones de la escuela
de Artes Plásticas de San Cristóbal ubicada en el Sector “la
Guayana”, se hizo del 31 de marzo al 2 de abril de 2000, y en él
se hicieron muestras de Bandas de rock locales, danza contemporánea,
exposición plástica y performance, este ultimo contó con
invitados de Maracay incluyendo al propio Cesar León organizador del
Perforart.
Los participantes en esa ocasión, según la disciplina, fueron:
Artistas de la exposición plástica: Iván Romero, Ronald
Zambrano, Marcos Veroes, Carlos Cruz Aceros, Bexy López, Gerson Acevedo,
Santiago Sarmiento, Franklin Sánchez, José M. Romero, Josefina
Colmenares, Harold Muñoz, Ana Milena, Jean Carrero, José Lucena,
Laura, Alexander, Consuelo, Oscuraldo y Ave.
Las bandas de rock fueron: Danza Negra (liderada por Felipe Restrtepo), Nebula
(liderada por Antonio Cabeza), La Internacional Terrorista, Residuos (liderada
por Freddy Ñañez) y Experiencia Curiara ( liderada por Greys
Hernández).
En Danza Contemporánea se presentó el grupo Puropie integrado
para entonces por: Liz Pérez, Susana Segovia y Mildred Colmenares).
En el arte accional se presentaron: La Tétrica Trama Teatral (liderada
por Jorge Dávila y Nilka Vélez), Ronald Zambrano,Ysbel Mejia
(invitada de Maracay), Cesar León (organizador del Perforart Maracay),
Iván Romero, Ave y Oscuraldo.
Para esa edición la fundación JAU editó un pequeño
catálogo donde quedó humildemente registrado el evento con graficas
y textos, el texto de presentación rezaba lo siguiente: “El Performance
como modalidad se recrudece por estos días, estos pequeños festivales
son síntoma de ello, las causas son múltiples y añejas.
Una nueva generación de artistas afectados por coyunturas políticas
color aceituna, situaciones económicas sofocantes, una geografía
que dispersa y una plataforma cultural compuesta por salones de arte insondables,
han decidido crear sus propios espacios; más públicos y libres
del status refinado de museos y galerías y usar el medio más
directo que pueda tener un artista como lo es su propio cuerpo; desde esas
dos premisas se lanza al vacío de la acción arriesgándolo
todo, pues no tiene nada que perder, liberando energías que moverán
el torrente sanguíneo de una sociedad que más que otra cosa parece
un exangüe”*.
La segunda edición del festival Rabo’emono se realizó al
aire libre en los espacios del parque Metropolitano de la ciudad de San Cristóbal
y se realizó del 30 de marzo al 1 de abril de 2001. En esa ocasión
las bandas de rock que participaron fueron: Danza Negra, Tha Chewbacca Project,
Residuos, Sabotaje, Niple, Acid Join, Weekend, anonimato y Calvarium. Además
hubo teatro de muñecos con la agrupación Títeres Kinimarí y
también hubo cuenta cuentos a cargo del actor Eleuterio Castellanos.
En el arte accional se presentaron: La Daga Oxidada (Cesar León), La
Tétrica Trama Teatral, Darwin Romero y Arelis Monsalve, Oscuraldo, Ysbel
Mejías y Benito Tovar (Artistas Aragüeños), Marcos Veroes
(Artista Aragüeño), Elemento en Equilibrio (grupo liderado por
Cynthia Scholz), Guillermo Nossa, Iván Romero y AVE (Annie Vásquez).
Esta edición también contó con un modesto catálogo,
en cuya presentación podían leerse:
“La crítica nunca se hace dulce aunque tenga tintes de familiaridad y afecto
compartido, sin embargo se puede pensar en pompas de jabón que te bañan
de un ácido que no es para quemar sino para digerir y mejorar el detalle que
faltó. Lejos de la palabrería inútil y el dedo acusador,
vaya esta nota cordial para el evento que nace de las vísceras y el compromiso
del ser; hacer y expresar lo que somos: jóvenes artistas sin la cuadratura
de la academia cercenadora y costumbrista, que no se permite encontrarse con
la gente en los espacios que no estén sellados o patentados para la cultura
de una ciudad. Raboemono Festival de Performance 2ª Edición se colgó esta
vez de cada rama de árbol del parque Metropolitano llevando así su
presencia a un espacio nada tradicional o convencional para hacer cultura, en
principio pensé que el parque me comía; pero después de
sentir y sentirme en el espacio logré una comunicación fundamental
que creo que debe tener cualquier artista con el lugar a intervenir, pues, el
respeto se hizo presente y el publico intervino en forma curiosa con ese afán
por saber que sucedía en cada espacio tomado por el arte. Fue realmente
importante la presencia infantil, porque el adulto se incorporó a cada
experiencia brindada; el adolescente por supuesto llamado por la música
de las bandas: electrónica, hard core, trash metal, etc. Esto hacía
que en un momento se perdiera el objetivo principal:“La Performance”*.
Ya con la segunda edición el festival había logrado captar un
público y generó una necesidad, convirtiéndose en una
vitrina para el arte joven del Táchira, en marzo de 2002 se realizó el
3er Rabo’emono, que consideramos fue la mejor edición del festival.
Se realizó en los espacios del Salón de Lectura, en pleno centro
de la Ciudad de San Cristóbal, con una asistencia masiva todos los días
y contó con invitados de Cúcuta (Colombia), Mérida, Maracay
y Caracas, además de los locales.
Los accionistas en esa ocasión fueron: Ivan Romero, Guillermo Nossa, “El
Chino” Peña, Ysbel Mejías y Marcos Veroes, César
León, Emil Uzcategui, Ronny Oliveros, Darwin Romero, Rafael Castellanos,
La Tétrica Trama Teatral, Ave y Oscuraldo. En danza contemporánea
se presentaron: la agrupación Puropie y la bailarina Sidy White, en
teatro se presentaron: El grupo A.F.I.N.(de Mérida), Rolando Cerón
y su grupo de teatro experimental de Cúcuta y Trashumante teatro. También
se presentaron los títeres Kinimari, hubo una charla del escritor caraqueño
Rafael Uzcategui y tocaron las siguientes bandas: QK Ponch, Danza Negra, Tha
Chewbacca Project, Triciclo, Residuos, Niple, Biotech (de Maracay), Semilla
(de Mérida), y Taima.
En la presentación del catálogo correspondiente a esa edición
se leía:
“
Parece muy prematuro sacar conclusiones sobre lo que representa un festival
de arte y performance como es el caso de Raboemono. Aún no me atrevo
a señalar que este festival se convierta en un referente nacional e
internacional. Pensamos que subir al estrado de los grandes festivales de performance
del mundo, salvando las diferencias de todo tipo, por supuesto, amerita por
un lado, una plataforma económica que impulse toda la producción
interna, y por otro lado, insistir,, cual taladro mental, en despertar la sensibilidad
del colectivo. Y esto último es difícil y contradictorio. Sin
embargo, pasa algo: los que han asistido a esta vivencia cultural han percibido
durante las tres ediciones (2000, 2001, 2002) que hay una urgente necesidad
expresiva de lo artístico que se respira en cada una de ellas, una voluntad
resistente tanto a la apatía e incomprensión de los dirigentes
culturales como a la de gran parte de los espectadores. Algo que sorprendió a
productores del raboemono fue la edición de hace dos años, cuando
contra todos los obstáculos, llenó masivamente por tres días
consecutivos el ateneo de la ciudad con un publico muy heterogéneo:
jóvenes, parejas, padres con sus hijos, solitarios, amas de casa, tercera
edad y uno que otro curioso que deambulaba cerca de este recinto, registro
que no había ocurrido en las anteriores ediciones. Fue como la presentación
en el sector oficial, de una manifestación surgida en las periferias
de este. Raboemono ha estado en las calles, en los parques y en esta ocasión
entró a tientas en un espacio tradicional del hecho cultural. (¿Para
ser juzgados?). Rabo’emono como hijo de la generación de artistas
urbanos, es periférico, marginado, negado. ¿No nacieron con este
estigma las vanguardias europeas incluso en las periferias de las capitales,
en el interior? Dejemos claro que la intención no es la misma como la
de aquella generación Dadá. Aquí no se pretende negar
los nombres de autores y obras del arte venezolano harto conocidas por todos.
Rabo’emono, festival atípico, con el atrevimiento de ustedes es
conciencia artístico- espiritual en acción, no visto por los
ojos de esta ciudad en toda su historia. Lejos de ser un “evento” para
la farándula y elite culturosa, Rabo’emono invita al colectivo
a re-crearse, a cuestionarse y re-inventarse en esta aventura del performance,
en el juego simbólico del arte. Y apenas comienza a dar sus primeros
pasos” *.
Al año siguiente se desató el paro petrolero y auque se hicieron
las gestiones para realizar el festival no fue posible por lo tanto la cuarta
edición tuvo que ser aplazada.
Rabo’emono 4ª edición:
Quizá esta edición era una señal de que no debíamos
seguir cargando el mono, la organización de estos eventos agota a algunos
y levanta a muchos, en el catálogo quedó reflejado poco de lo
que sucedió: individualidades y grupos que estaban en la programación
no aparecieron, pero como están acostumbrados a salir en catálogos
pero no en presentarse les siguió pareciendo bien y hasta deben tener
esta supuesta participación como parte del currículo falso que
exhiben a diario. Bandas de rock conformadas por niños de la clase alta
pero con un egoísmo muy bajo, quienes se dedicaron a discutir entre
ellos para no dar prestada una batería que armarían entre todos
los participantes de esta modalidad. Y nuestros gerentes y otros trabajadores
culturales que pasando sus días enteros en el recinto de la DIRECCIÓN
DE CULTURA Y BELLAS ARTES DEL ESTADO TÁCHIRA, escenario para esa ocasión
de la 4ta. edición del Rabo’emono no tuvieron la gentileza de
detenerse unos minutos para ver lo que allí pasaba. Pero como todo tiene
algo bueno van aplausos para aquellos que verdaderamente están comprometidos
con el arte, forma de vida honesta: LOS ZANQUEROS DE RUBIO, GUAMA, EL NEGRO
MANDINGA, MANU (Malabaristas) y DIEGO SARMIENTO (Artista plástico),
quienes aparecieron sin ser invitados pero como dice la parábola bíblica
llevaron sus trajes y fueron bien recibidos. Los amigos como JAVIER SÁNCHEZ
(Educador), quien realizó una acción de OSCURALDO y LUIS ZAMBRANO
(Diseñador Gráfico), quienes conocían a los artistas de
JAU y decidieron sumarse sin ser artistas para probar en carne propia lo que
escuchaban de boca de otros. Otra vez loas y aplausos para los expositores:
CÉSAR VÁSQUEZ, ENDER RODRÍGUEZ, LA BRUJA, RAFAEL CASTELLANOS,
IVÁN ROMERO, CARLOS CRUZ ACEROS, JORGE DÁVILA, JAVIER CHACÓN
y AVE; para los bailarines PURO PIE, TIBAIRÉ USECHE, ANDANZA (Infantil
y adulto), JORGE DÁVILA, AFIN y TERPIS (estos dos últimos Grupos
de danza de Mérida), para los músicos: SEMILLA (Banda de hiphop
de Mérida), ANTIRRÉGIMEN, TWAMB, ANEURISMA, ALCATRÁZ,
HELL INCORPORATE y ACID JOIN; para los accionistas: IVÁN ROMERO, NILKA
VÉLEZ; para los fotógrafos que hicieron performances: RAFAEL
CASTELLANOS y RONNY OLIVEROS; para los teatreros: JAIRO, CARLOS y LOS HISTRIÓNICOS;
para los titiriteros: KINIMARÍ; y para el video-performance de AVE.
Y como dijo Oscuraldo en el texto que escribió para el 4to. Rabo’emono
refiriéndose a este festival: “… creemos que lo salva el
hecho de que sus convicciones son claras y sinceras, pues hacer arte contemporáneo
y desarrollar vanguardias culturales en las provincias de Latinoamérica
es algo más que necesario: ES URGENTE!!!.”
Cuando murió el Perforart en Maracay, nació el festival Raboemono
en el Táchira, luego de cinco años murió el Rabo’emono
y nació el Festival Bocanada en Mérida. Estos eventos fueron
como una ola que se propagó en el interior, lejos de la capital, lo
cual es una característica importante y a través de ellos pueden
rastrearse los orígenes del arte de acción no sólo en
las localidades donde acontecieron sino en el propio país. Muchos de
los artistas que participaron en estos eventos desaparecieron, otros continuaron
con sus propuestas, otros evolucionaron e investigaron y actualmente realizan
interesantes trabajos en esta área, pero lo más importante es
que se escribió una historia que bien merece ser contada y tomada en
cuenta para no repetirnos sobre nuestros pasos.
Osvaldo Barreto y Annie Vásquez
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