Warner y Consorten es un colectivo teatral que cuenta historias, pero habla a la imaginación que incluye artistas y diseñadores, así como bailarines, músicos y creadores teatrales. El trabajo de esta compañía con sede en Holanda tiene sus raíces en las tradiciones de la performance contemporánea y de vanguardias de la historia. Del dadaísmo, han aprendido a enfrentarse a las rígidas reglas de la decencia y la conducta social, con preguntas y provocaciones. Del futurismo, a hacer uso de un sinfín de posibilidades en el mundo. Del Arte de Acción, han aprendido a involucrar al público en la acción en lugar de contarles historias, y que los espectadores perciban que el proceso es mucho más importante que el producto.

Hacen instalaciones en movimiento, música a la vista, danza absurda y espectáculos callejeros. Hacen producciones fijas, pero también trabajan en comisiones especiales de trabajo totalmente improvisado. No usan texto, sino que intentan comunicar en la lengua propia de las imágenes y el sonido. Actúan en todo el mundo, especialmente en la calle y en los festivales, y también en edificios singulares y en algún momento, incluso en un teatro.

Existen desde el año 1993. El equipo artístico está formado por artistas visuales, músicos, bailarines y constructores. No trabajan con los planes, pero sí con los procesos. Sus herramientas de construcción más importantes son los objetos y materiales, el propio cuerpo, voz y sonido, y utilizan todo lo que pueden encontrar en el lugar de desempeño. Trabajan con todos los sentidos, utilizando métodos de distintas disciplinas. También han aprendido a trabajar en lugares donde, en medio de y en contra de la corriente del movimiento de las audiencias. Estas audiencias pueden elegir su propio punto de observación y pueden moverse por el espacio como espectadores de las artes plásticas.

BOKKESPRONGEN (salto de la cabra) es la más nueva de performance para el espacio público, en la calle, en parques y plazas. Esta performance se mueve por la ciudad. Los artistas se mezclan a la perfección en la audiencia. Comienzan con pequeñas acciones que sólo unas pocas personas en el público pueden seguir. La tensión aumenta aún más hasta que el grupo se reúne y una transformación absurda se lleva a cabo.

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