Vanessa Beecroft (Genoa, Italia.1969), Ana Álvarez-Errecalde (Bahía Blanca, Argentina) y Ángela Lergo (sin datos biográficos), nos aproximan a una nueva figura en la acción performática donde el cuerpo del artista será sustituido por otros.

Vanessa Beecroft. Desaparece el cuerpo del artista que es sustituido por el cuerpo un ajeno. La obra no es representiva sigue siendo presentativa pero el artista no se proyecta a partir de su propio cuerpo sino que proyecta a partir del cuerpo de otros, múltiples en la mayoría de los casos. Su obra pondrá en evidencia los rasgos que caracterizan el nuevo canon de belleza global. Supone el regreso del arte a al modelo y a la belleza.

Ana Álvarez-Errecalde. De nuevo encontramos que desaparece el cuerpo de artista y la acción se proyecta a través de segundos. Estos pueden ser el modelo (entendido como ente ajeno) o personas de su entorno mas cercano. En un nuevo giro este cuerpo es objetualizado, convertido en producto, que a su vez puede ser accionado.

Ángela Lergo. En este caso la artista de nuevo se proyecta a través de otros, con la característica especial, al comienzo de su producción performática, de hacerlo a través de hombres. En su caso particular, esta constante no es radical pudiendo ella participar en alguna ocasiones.
Este hombre que suele presentar es un hombre yaciente, un cadáver y en otras ocasiones un hombre herido y dependiente (de la maquina)

Pedro Encarnación Carrizosa