Theresa Hak Kyung Cha El sueño del público Fundació Antoni Tàpies Barcelona, 2005 http://www.fundaciotapies.org
la fragmentación
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Algunas notas de Nuria Enguita Mayo, responsable de proyectos de la Fundació Antoni Tàpies "El trabajo de la artista norcoreana Theresa Hak Kyung Cha se desarrolla en uno de los momentos fundamentales de la evolución de las prácticas artísticas del pasado siglo, la década de los setenta, y en uno de los escenarios más activos y más míticos, la costa oeste de Estados Unidos. Es fundamental tener en cuenta esta circunstancia en el análisis de la obra de Theresa Hak Kyung Cha, ya que el ambiente experimental del arte del momento abrió una serie de posibilidades para hacer visible un trabajo simbólico y poético, determinado por su propia peripecia vital como persona exiliada. No se trata tanto de un trabajo autobiográfico en un sentido ilustrativo, sino más bien de una búsqueda intelectual con la que dar forma teórica y visual al paso del tiempo, a la potencialidad de la memoria, a la fuerza de una conciencia colectiva e histórica y a la infinita complejidad de las estructuras lingüísticas." Algunas notas de Sabine Breitwieser A pesar de las diferentes
formas de expresión que Theresa Hak
Kyung Cha escoge para la realización de sus trabajos, su obra
muestra de alguna manera una gran consistencia. Literatura en forma lírica
experimental, libros de artista elaborados a mano, performances, proyecciones
de diapositivas, videos, películas e instalaciones; todo ello
supone un medio que permite crear procesos y secuencias y hacerlos representables.
Permiten que a una imagen le siga otra imagen; que a una secuencia le
siga otra secuencia. Aunque cada uno de los medios es introducido por
separado, a conciencia y con extrema precisión, el trabajo experimental
con texto e imagen impregna todas las obras. A Ble Wail, 1975 (fotos: Trip Callaghan) algunas
notas de "Theresa Hak Kyung Cha Su
tiempo y su lugar" Un punto en común en casi todas las performances de Cha fue la proyección
de diapositivas, inspiradas en Melchert y en las performances de Stephen Lauben
en las que fusionaba su cuerpo con las imágenes. Cha también
entraba y salía de la proyección en Reveillé dans la brume
y Other Things Seen, Other Things Heard (Ailleurs), porque, como escribió: "Introducir
la performance en la proyección es presentar una posible alternativa
a la imagen proyectada que sigue siendo plana y bidimensional. También
significa explorar criterios como el movimiento temporal (real, ilusorio),
la unidad básica del tiempo, el movimiento, en un gesto tan simple como
girar la cabeza de una persona, por ejemplo." Otras cosas vistas, otras cosas oídas, 1978 (fotos: James Cha) algunas
notas de "La
pluralidad de entradas, la apertura de redes, la infinidad de lenguajes" "Además de evocar los aspectos de la lengua coreana, Cha abordó las
estructuras de los códigos religiosos y sociales coreanos como una posibilidad
para centrar su identidad desplazada. Sin embargo, también en este caso,
no encontraría el fundamento de un origen puramente cultural, sino una
superposición fluida y extremadamente opaca de realidades pasadas y
presentes y experiencias culturales híbridas. El confucianismo, por
ejemplo, una de las instituciones religiosas más importantes de Corea,
le sirve como modelo para su recurrente invocación de la relación
filial. En el confucianismo, el vínculo más sagrado no es la
fidelidad a una entidad o entidades sobrenaturales, sino las relaciones que
se establecen entre parientes con lazos de sangre. En la introducción
de su libro Dictée (1982), Cha escribe:
La performer va vestida
de blanco, agachada delante de una bandera enrollada y dos vendas. Ata una,
en la que
la palabra "Aveugle" (ciego en francés) ha sido pintada
de negro, sobre su boca. Ata la otra, en la que ha pintado de negro la palabra "Voix" (voz,
opinión o voto en francés) sobre sus ojos. En pie, despliega
la bandera revelando un texto, en el siguiente orden: Aveugle Voix, 1975 (fotos: Trip Callaghan)
La pérdida de lenguaje de Cha es el resultado de su desplazamiento, físico y cultural, de la cadena de ser confuciana, y la recuperación del habla está inextricablemente conectada al descubrimiento de un nuevo conjunto de relaciones filiales. Aunque la historia de la madre de Cha, Hyung Soon Huo, aparece en Dictée, una gran cantidad de otras voces transportan al lector mucho más allá de los lazos de sangre familiares: conocemos a las nueve musas gregas, Juana de Arco, Santa Teresa de Lisieux, la Gertrudde Carl Dreyer, la héroe nacionalista coreana Yu Guan Soon, y una tal Laura Claxton. Cha sigue buscando su identidad trazando un mapa de su situación en una constelación de genealogía y relaciones; sin embargo, esas estructuras sociales se han convertido en radicalmente multiculturales y sus significantes -las innumerables mujeres que aparecen en su libro- no están biológicamente relacionadas, sino que reflejan lo que Carl G. Jung habría llamado un arquetipo de inconsciencia colectiva, surgido de la "herencia ancestral de las posibilidades de representación." Faire Part, 1976 Surplus Novel, 1980
Las restricciones impuestas por los japoneses respecto al pleno desarrollo de la cultura coreana fueron cada vez más taxativas, especialmente tras el Movimiento por la Independencia de marzo de 1919, cuando decenas de miles de coreanos se manifestaron en contra del sometimiento japonés. Las condiciones impuestas por Japón rayaban en el genocidio cultural: "(los japoneses) planificaron asimilar a los coreanos a la cultura japonesa y construir una fuerte base logística para la expansión continental de Japón. Para lograr esos objetivos, iniciaron varios programas: primero se limitó el uso de la lengua coreana y luego se prohibió; el estudio de la historia de Corea fue proscrito; y se obligó a los coreanos a abandonar su familia tradicional y sus nombre originales para adoptar nombres de estilo japonés. El alma del pueblo coreano estaba en peligro de extinción" (Andrew C. Nahn, Korea, Tradition and Transformation, 1988) . Pomegranate Offering, 1975 Chronology, 1977 |