artistas
Yves Klein
Niza. Francia
1928 – 1962
www.yveskleinarchives.org/
Yves Klein
Gugghenheim Bilbao.
2004
> Corps,
Couleur, Immateriel
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El
artista francés Yves Klein asombró al mundo del arte a
finales de los años 50 con sus ‘performances’ en las
que una o varias modelos embadurnadas de color azul ultramar se restregaban
en los lienzos en el suelo o apoyados en la pared. Una música
monocorde compuesta por él mismo, intérprete aficionado
de jazz cuando era más joven, servía de banda sonora de
la acción artística, en la que Klein guiaba los pinceles
humanos por el lienzo.
La nota sostenida de su ‘Symphonie Monotone’ sonaba diez
minutos y a continuación reinaba el silencio el mismo tiempo,
y así hasta el final. Empezaba a ser conocido por sus abstractas
pinturas monocromáticas, que inició en la época
que pasó en Madrid –hacia 1954-55– dando clases de
judo en el Gimnasio Bushidokwai, al principio de Recoletos. Obras que
pintaba a rodillo, para despersonalizar cada creación y el color,
en la antítesis de la pintura realizada a mayor gloria del poder.
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Serie antropometrías
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Serie antropometrías
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Con las acciones de las modelos, en la gama de
obras que llama antropométricas,
introducía la figura humana en el marco de su esencial y abstracta
representación del cosmos, con ese color añil intenso y
brillante que había creado ayudándo por un amigo químico,
y que luego patentó con el nombre de International Klein Blue.
Este azul que cubre lienzos enteros en muy distintas
texturas –esponjas
marinas incluidas, como expresión de la máxima absorción
del color–, baña ahora la planta baja del Museo Guggenheim
Bilbao, en la más completa y documentada exposición retrospectiva
dedicada al artista, muerto en 1962 a la edad de 34 años.
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Serie antropometrías
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Serie antropometrías
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Antropometrías
En su serie de Antropometrías, iniciada tras terminar el encargo
para el Teatro de Gelsenkirchen, Klein convirtió a sus modelos
desnudas en "pinceles vivientes" o, para ser más exactos,
hizo del cuerpo una máquina para pintar. La más famosa
de sus performances tuvo lugar en febrero de 1960 en la Galerie Internationale
d'Art Contemporain, fue una velada de etiqueta a la que asistiría
la élite artística de París. Tres violinistas, tres
violonchelistas y tres cantantes ocupaban sus puestos alrededor de un "escenario" en
el que grandes hojas de un papel blanco inmaculado habían sido
colocadas en el suelo y pegadas en la pared. Vestido de esmoquin y con
corbata blanca, Klein entraba y saludaba a la orquesta, entonces ésta
empezaba a tocar su Symphonie Monoton Silence, una composición
suya para instrumentos de cuerda de veinte minutos de duración,
tras los cuales había otros veinte minutos de silencio. Luego
entraban las modelos desnudas acarreando botes de pintura, se colocaban
de pie sobre el "lienzo", y dirigidas por Klein, el maestro
de ceremonias, se cubrían de pintura y presionaban sus cuerpos
contra el papel. Las huellas corporales— las manchas creadas por
sus muslos, pechos, piernas y espaldas— eran para Klein el resultado
de la existencia de un mundo carnal que escapaba a! control de la mente
consciente. Klein estaba más interesado en captar la energía
generadora en su fuente de origen que en asegurar una reproducción
mimética o una relación causal entre la parte del cuerpo
y su huella. En otras palabras, Klein puso a trabajar el cuerpo, convertido
en máquina, invitándolo a representar su espíritu
irracional.
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Antropometría.
Sin Título.
Pigmento seco en resina sobre papel montado
sobre lienzo. 1960
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Antropometría.
Sin Título.
Pigmento seco en resina sobre papel montado
sobre lienzo. 1960
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Salto al vacio |
La conquista del espacio más espectacular
de Klein fue su famoso Salto al vacío, una atrevida performance
del deseo del hombre de superar sus propios límites físicos.
La fotografía que muestra a Klein suspendido en el vacío
del espacio fue publicada en Dimanche -Le Journal d'un seul jour
(figs. págs. 116-117), un periódico creado para un
solo día que el 27 de noviembre de 1960 aparecería
en los quioscos de prensa de todo París. Dimanche incluía
una colección de textos, imágenes y teorías
de Klein, que él quería dar a conocer al gran público
para que pudieran participar en su Teatro del vacío de una única
representación. Este acto, en el que arte y vida se unían
sin fisuras, resumía la vida de cada uno de los espectadores
según sus vivencias de ese día. En el periódico
Dimanche, Klein incluía su fotografía Salto a! vacío
como prueba de que con la debida preparación, él
y probablemente cualquier otro, podría superar su propio
peso y levitar. Klein deseaba volar libre como un pájaro
por el cielo monocromo, superar la gravedad como un astronauta
en el espacio y poseer poderes mágicos como el Espíritu
Santo. Con la ayuda de varios yudocas entrenados que sujetaban
una lona alquitranada debajo, y de un fotógrafo que fundió varias
fotografías para "suprimir" esos elementos reales. |
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