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Introducción
Llevo "reproduciéndome" de
esta manera desde hace muchos años, este tipo de vaciado
creo que todavía no ha sido bautizado (porque no existe
en ningún manual, año tras año y error tras acierto, he
ido aprendiéndolo), no creo que haya nadie más que lo realice
porque es muy complicado y peligroso, como verás te
la juegas en cada inmersión.
Lidó Rico
Tu
cuerpo es un cuerpo de batalla
Mara Mira
Palacio de Abrantes. Salamanca
Septiembre 1998
Tu
cuerpo es un cuerpo de batalla
(Barbara Kruger)
Lidó Rico
(Yecla, 1968) ha entablado con su cuerpo una espartana
investigación fenomenológica .Constantemente construye
vulnerables encuentros con su yo, al
dejar impreso sobre moldes de escayola las huellas
de un –su-cuerpo al que somete a una tortura física
bruta l El mismo asevera que hay que tener cojones
para meterse allí dentro, en ese magma espeso y lechoso
que le espera para perpetuar sus miedos y neurosis,
y del que debe escapar en cada sesión en cuanto exhala
un soplo pneumático, transmitiendo su esencia, su aliento
vital, ala escayola. |
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Estas "obras
corporales" podrían ser tomadas como performances
por su carácter de gesto efímero y por la convivencia de
la ejecución junto al proceso, pero el trabajo de Lidó se
desarrolla en un ámbito contaminado entre la escultura,
la performance y la instalación, enfrentándose a su propio
hecho artístico como a un continuo experimento solitario.
Su discurso es el de los gestos condensados y dramatizados,
un "ansia de vivir lo que todavía no es". Su
cuerpo fragmentado, desnudo y, por momentos oculto, es
el campo de batalla donde acontecen las emociones. |
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Los
personajes de Lidó tienen algo de beckettiano, enmudecidos
a pesar de su emotividad incomunicable; atrapados en
un mundo blanco de presencias fantasmales, terribles,
violentas y convulsas, a merced de tumultuosas pasiones,
prontas al exceso. Lidó convoca un mundo desnaturalizado
que sólo obedece al reclamo de los impulsos, donde se
diluye cualquier vestigio de autocontrol. Su rectificación
de los límites atañe también al espacio; <nuestro
cuerpo no está ante todo en el espacio: es del espacio> que
diría Merleau.Ponty. Así nunca sabemos si su histriónica
presencia se adentra en la pared o surge de ella, emergiendo
y desapareciendo en histérica tortura. Las blancas
resinas, finalmente convertidas en protagonistas absolutas,
buscan
y atrapan una intencionalidad tendente al mundo de
la experiencia trascendental, como si se materializaran
al grito husserliano ¡ alas
cosas mismas! en
un presente continuo que resignifica su misteriosa realidad. |
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