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nicolás spinosa
Action
Art entrevista a
nicolás spinosa, pintor y performer
Miércoles 15 septiembre 2010
transcripción y reescritura Miriam González
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Nacido en 1974, en Buenos Aires, Argentina,
Nicolás Spinosa se aproxima al mundo de las artes desde su infancia,
a través de sus propias vivencias, será la actividad plástica
el camino que seguirá hasta 1996 cuando obtendrá la Licenciatura
en Pintura. Actualmente reside en Barcelona ciudad desde donde desarrolla su
particular trabajo que entrelaza la pintura con el performance.
¿Cómo llegas tú a ponerte
en contacto con este arte del performance y la pintura?
Cuando me hacen esta pregunta siempre llego a una anécdota de la infancia
y que es la siguiente: yo era pequeño tenía 8 o 9 años
y fuimos con mis padres a visitar a unos familiares que tenían niños
pequeños como mis hermanos y yo. Vivían en un lugar donde estaban
haciendo algo en la calle, un alcantarillado o algo así. Llegamos y
mi padre nos dijo "atentos porque hay pozos y alcantarillas". Estuvimos
allí jugando un largo rato y ya cuando nos estábamos por marchar
despidiéndonos, yo vi el pozo. Era un pozo muy profundo y dije "quiero
ver el pozo, a ver qué hay" y me tiré al pozo y allí me
quedé, era un pozo muy profundo y no podía salir, tuve que gritar
para que mi padre me ayudara a salir. Mi padre, como pudo, se tuvo que echar
al suelo y un familiar lo tuvo que coger por los pies para que me pudiera sacar
de allí, fue toda una odisea, finalmente pudo sacarme y cuando me quitó de
allí -estaba muy preocupado- me preguntó ¿qué te
ha pasado? ¿te has caído?, y yo le respondí: nada quería
ver qué había, simplemente. Fue un hecho que marcó mi
vida y, de alguna manera, mi forma de trabajar también. Y más
allá de la anécdota, siento que a lo largo del camino recorrido,
ya sea en lo personal como en lo profesional, que en algún punto son
una misma cosa, no consigo ni concibo otra manera de hacer las cosas que
no sea poniendo el cuerpo, o sea estando en ello.
Yo creo que el don de
la intelectualidad no se me ha dado o se me ha dado en otro lugar que
es el estómago
y no la cabeza, y es por ello que necesaria y obstinadamente hago pasar
todo por el cuerpo, hay como un intento de exploración, si se quiere,
de ciertos territorios que yo creo que sólo y únicamente
pueden ser transitados por y desde el cuerpo, que no hay otra manera y
de alguna forma a nivel conceptual mi trabajo tiene que ver con aproximarse
a ciertas cuestiones que yo llamo 'lo Real'.
Yo sé que esto ha sido trabajado infinitamente en la teoría
y desde muchos campos pero desde mi experiencia es ese un territorio al
cual es imposible llegar y que los intentos que se han hecho se siguen
quedando en el campo del lenguaje y que hay que trascenderlo y la única
manera de trascenderlo es encarnándolo y esa encarnación
tiene que ser a través de un cuerpo, por eso es que aparece ese
entrecruzamiento de lo matérico y lo perfomático. Materia
que quizás en los últimos tiempos cada vez más voy
abandonando, en el sentido que cada vez me interesa menos llegar a un resultado,
llegar a un producto, llámese obra o algo acabado. Creo que son
estadios simplemente. A lo largo de todos estos años de trabajar
y de hacer cosas, me he dado cuenta que lo que me interesa es el proceso
de estar en ello, luego cuando hay una obra acabada que me gusta y que
me interesa sí la disfruto y está bien pero siempre necesito
más de esta parte de estar en el barro.
¿Dónde te
ubicas tú entre los artistas que trabajan la performance y el cuerpo?
Yo creo que mi trabajo es muy híbrido siempre he tenido grandes
problemas para definirlo en esos términos: soy pintor, soy performer,
soy bailarín, soy actor, y creo que en verdad es estar en el borde,
estar justo en el filo como en el pozo, estar ahí en la cuerda floja
una especie de trabajo de funambulista y es más me gusta mucho esa
cosa híbrida, esa cosa no concreta si se quiere, que de alguna
manera no se puede nombrar.
¿Dónde te ubicas, cómo
te ubicas, cómo vives la performance tú, dónde te
pones en una galería cuando expones con otros artistas? ¿Dónde
ubicas tu obra? Como producción ¿en qué campo ubicas
tu obra?
Es parte de lo mismo, es un campo que está muy en el límite,
cuando hablaba que no se pueda nombrar me interesa que no se pueda decir,
Nicolás Spinosa ¿qué hace? Hago cosas X que van desde
algo puramente perfomático, como puede ser la labor en sí de
realizar algo, hasta exponer un cuadro en términos clásicos,
como es un cuadro sobre tela montado en una pared, hasta una instalación,
inclusive cuando hago algo perfomático en vivo tiene también
algo de actuación y danza, todo eso es muy híbrido y me interesa
esa hibridez, esa cosa no identitaria, no soy nada y soy todo a la vez.
Me interesa lo estético desde la posibilidad de trabajar con diferentes
registros, diferentes lenguajes, diferentes materialidades, diferentes
conceptualidades, diferentes técnicas y en algún punto también
me interesa desde lo político porque creo que cada vez más
el mundo del arte en general ha sido absorbido por el capitalismo mercantilista
y este tipo de propuestas son muy difíciles de absorber y muy difíciles
de comercializar, inclusive lo perfomático ha sido también
absorbido, han encontrado ciertas maneras de comercializarlo. Y en este
sentido, lo que yo hago intento que sea trasgresor, ya que si bien hay
ciertos productos que son vendibles, no lo son en el conjunto de la obra
porque no se trata sólo de una cosa y me interesa reforzar esto,
poner el acento en esa imposibilidad de clasificación de actividad.
Pero no toda
la performance es matérica.
No, no en absoluto. De hecho creo que la performance nace de ahí de
la no materialidad, pero como a mi sí me interesa la materialidad
juego con estos dos registros: con la acción y con lo efímero
de la acción, con la huella que deja esa acción. Es un punto
que me parece interesante, que queden esos registros más que la
acción efímera y nada más. Porque cuando hemos hablado
contigo de que lo Real siempre cae como objeto y que es algo que yo le
doy mucho vueltas y más allá de todo lo conceptual, lo interesante
de la materialidad es que en algún punto adquiere corporalidad por
la imprimación misma que el objeto le da, no es materialidad per
se siempre hay una acción de alguien que hace algo sobre esa materialidad,
alguien o algo, me parece interesante ese registro, creo también
que hay una interacción entre lo corporal y la materia.
Tú en la mente empiezas con la materia,
con la pintura o empiezas con la acción.
Si se refiere a la formación académica, histórica
yo empiezo con la materia, si me remonto más atrás a mi infancia
siempre estuve pululando en el camino de las artes, recuerdo desde muy
pequeño decir que quería ser actor, luego me encontré con
esa materialidad pero también fue una materialidad muy ligada al
cuerpo incluso aunque no hubiera una acción per
se, siempre había
una acción. Al hacer una pintura en términos clásicos
ahí también hay una acción, la diferencia es que el
arte contemporáneo pone en evidencia esa acción pero en lo
otro no deja de haber la acción. Yo históricamente empecé desde
esa materialidad pero hoy día no tengo tan claro que vino antes
y que vino después, si miro hacia atrás quizás tuve
que pasar por esta materialidad para poder retomar ese primer deseo de
infancia que era el estar en un escenario. En algún punto, insisto,
mi proceso perfomático tiene mas que ver con algo personal, de interioridad,
pero también hay que reconocer que cuando uno esto lo pone fuera,
siempre hay algo de espectacularidad, algo de teatralidad y siempre hay
un espectador que mira. No se puede pretender que suceda lo mismo cuando
uno está en su taller solo haciendo su movida que cuando esa misma
acción, aunque se repita de la misma manera, está presentada
en un espacio ante gente que mira y que participa también de otra
forma, y que te mira y que es mirada y que a su vez es participante con
su mirada, con su historia y con sus cosas.
Como si fueras
lo contrario a un travesti, (un strepteaser)
la acción de pintar la vemos en ti al revés,
te vas desnudando y esa son las huellas que dejas.
Yo también veo ese desvestir como el ir quitando velos, como ir
quitando velos de la cosa que nunca se llega. De hecho fue muy interesante
cuando me propusiste esta entrevista, porque me puse a pensar en el último
año y medio y tuve la sensación de que no había hecho
mucho y me puse a revisar y me di cuenta que tenía muchísimo
material, que tiene que ver mas que nada con un ir más acá o
más allá de la propia pintura, hay todo un trabajo de documentación
de lo procesual, hay una cosa perfomática mucho más fuerte.
He hecho un trabajo que tiene que ver mucho más con la piel, estoy
trabajando con órganos de animales, con vísceras con las
cuales hago algunas acciones perfomáticas, las utilizo para pintar,
entonces ahí hay como un estado del cuerpo físico, una carcasa
que está bastante presente en mi trabajo, hay una intención
de pasar más allá o más acá o más adentro,
de traspasar la piel e ir al estómago.
Entonces, sería
un desvestir de la pintura.
Sí.
Aquí va apareciendo cada vez más desnudo.
Sí. De hecho en esto que yo digo de hablar, de abordar lo imposible
me he encontrado con un gran problema que es cómo abordar eso más
allá de la representación, intentado de no representarlo,
lo que no me interesa es representar. Por ejemplo puedo hablar de la muerte,
que es algo sobre lo que habitualmente hablo, se ha hablado y se ha representado
mucho la muerte, entonces la pregunta es ¿cómo abordar eso
desde un lugar no representacional? desde un lugar del no lenguaje y es
por eso que aparece esta cosa de la acción y de la acción
corporal pues a mi entender, y vuelvo a decir que no es un entender con
la cabeza sino con el estómago, no hay otra posibilidad sino de
encarnar eso, de hacerlo carne.
Entonces tu te instalas en
la tradición perfomática
Sí, pura y dura.. Aunque hay toda una línea de lo perfomático
que tiene mucho que ver con lo representativo, a mi entender la tradición
tiene que ver con esto de no representar, con la acción pura y dura,
que a mi me interesa, que quizás en ese punto mi parentesco tiene
mucho que ver con los Accionistas Vieneses, porque ese es un momento donde
hay un gran quiebre entre las artes, y que curiosamente la historia del
arte eso no lo ha retomado, fue como una especie de seta que creció ahí y
se dejó porque era bastante peligrosa, a nivel político y
a nivel del mundo de la cultura en general porque era cargarse toda la
tradición occidental y se la cargaron. Mi filiación tiene
que ver más con eso y no tanto con la performance más posterior
de los '60 o '70, que en algún punto hay un sector -o al menos lo
que se puso más en evidencia- que tuvo que ver más con el
happening festivo, de ironizar sobre lo cultural, de lo político
o de lo social pero desde un lugar más hedonista, pero desde mi
punto de vista acaba en la representación y acaba en la palabra,
cosa de la cual yo huyo completamente, ¿por qué huyo? porque
siempre he sentido que nunca he podido, ni puedo estar habitado en la palabra,
ni habito en la palabra, no es un lugar para morar la palabra, a pesar
de que somos seres parlantes.
Pero cómo vives esa paramoradidad en
la obra ¿por
qué te desnudas? Esos velos, esas representaciones antiguas, académicas,
eso significa para ti una paramoralidad, es un término que te has
inventado.
Me lo acabo de inventar. Sí, es un territorio como muy ambiguo,
en el sentido que es un territorio en el que vivo la máxima seguridad
y la máxima intranquilidad y que es para mi el único lugar
posible de morada, es el terreno del funambulismo. Es un territorio que
no tiene palabra posible, es un territorio en el que hay que estar, y sé que
esto se lo puede asociar con cosas espirituales o metafísicas y
que para mi no tiene estrictamente que ver con eso, pero es un territorio
que si tuviera que compararlo con algo es el de cierta ritualidad, de esta
cosa donde las tribus primitivas convocaban a los dioses, no a Dios sino
a los dioses, en ciertos actos. Cuando yo hablaba de la moralidad, lo decía
en esos dos sentidos: de morada y de moralidad.
¿Cómo ves, cómo vives la perfomance
en relación a los hombres? Has hablado de los Accionistas Vieneses,
entre otros...
Eso lo he pensado, lo he analizado bastante y desde mi criterio gran parte
del mundo perfomático que se relaciona con lo masculino, así como
lo performático-femenino, haciendo la salvedad que hoy en día
esta división de “categorías” son bastante discutibles,
se relaciona con el campo del feminismo, con el cuerpo de la mujer y con
la sexualidad de la mujer, en lo masculino también hay algo de eso
pero en muchos casos se relaciona con lo gay o con lo homosexual como una
forma de “paramoralidad”, de romper determinados cánones,
determinados estereotipos del cuerpo masculino, de la representación
de lo masculino, del lugar de lo masculino, etc., muchas de estas cosas
me parecen muy interesantes como el trabajo de Mapplethorpe pero a mi criterio
sigue atado a la representación, que como una primera instancia,
como un primer quiebre pudo ser interesante ya que fueron imágenes
que de alguna manera no se habían visto en el espacio de lo público
y fue interesante que alguien las enseñara, pero que hoy en día
es necesario trascenderlas y volver a otro lugar no representativo.
O sea tú crees que el cuerpo masculino no tiene
representación
El cuerpo en sí claro que tiene representación, el tema es
lo que pasa con ese cuerpo, lo no representativo es lo que ese cuerpo produce
tanto en lo masculino como en lo femenino, ahí yo no hago una distinción
de género, el hombre ha representado un papel pero no con el cuerpo,
por eso a mi de alguna manera me interesa como representar esa corporeidad
exenta de todo, si es que puede haber algo exento de ese todo que es lo
cultural, lo social, lo histórico, etc. Me imagino como una cosa
de neutralidad como un cuerpo neutro, imposible de pensar y de alguna forma
imposible de imaginar, en el doble sentido de tener imagen y la representación
mental de ello. Es que no hay tal neutralidad, no la hay, y probablemente
la desnudez total sea un imposible. Pero si hay una cierta intención
de quitarle esos vestidos, entonces, en esa cuasi desnudez, ya no se trata
del “cuerpo masculino”, sino que se muestra el cuerpo masculino
muy localizado, en una realidad histórica, personal, relacional,
etc, que permite la doble pertenencia, no ya a lo universal sino a lo general
o colectivo y a lo personal o privado, y el punto en el que estos dos ámbitos
se intersecan, creo, allí es que aparece esa “neutralidad” que
tanto me interesa. También intento quitarle las otras representaciones
que son cuando tú ves el cuerpo desnudo ves representaciones que
tienen que ver con lo moral, con lo sexual, con el género, con la
edad o con un montón de cosas.
Entonces, en la cuestión del género, travestidos
culturales, dragqueen, transexuales,
etc., tú te desprendes de todo
eso, ya que son vestidos, y te quedas
con cuerpos desnudos desprendidos, desvestidos, o sea justamente volvemos
a plantear la hipótesis anterior,
eliges una vía contraria al travestido, en vez de ir vestido...
ahora de militar, ahora de travestí, ahora de masculino o ahora
de macho, tú te desprendes de todo eso… de la tradición...
porque por otro lado tú no te desprendes de la figura masculina.
Sí, y de hecho me interesa ponerla en evidencia y digo en evidencia
en tanto es lo que hay, podría ser otra cosa, porque “es lo
que hay” es muy discutible, es lo que hay pueden ser muchas cosas
distintas, en mi caso personal lo vivo como tal y no hay un interés
porque sea otra cosa, o sea soy “un hombre”, soy un sujeto
masculino construido como hombre y desde este lugar opero desde mi cuerpo
de hombre, constituido como subjetividad masculina en un momento histórico,
social y político determinado. Entonces, en ese sentido es poner
en evidencia eso, porque creo sobretodo que es honesto ponerlo en evidencia.
¿Cómo ves tu el mercado de
este híbrido?
Yo lo veo como muy complejo porque mi relación con ese mercado es
muy compleja también. Ese mercado y ningún mercado me interesa
en lo más mínimo, en el sentido de que solo es un instrumento
que me sirve para hacer lo que quiero hacer pero como afortunadamente también
tengo otros medios de vida, cada vez más ese mercado me da más
igual, cada vez más puedo tener la libertad como para hacer lo
que me sale de la polla y punto, y se acabó.
Cuando hablas
de la polla la usas como instrumento… para exponer tu obra.
Para hablar de mercado hay que definir también ¿qué son
los mercados? para mi el mercado tiene más que ver con intentar
encontrar ciertos canales de difusión, no tanto por la difusión
en si misma sino por la intención de entablar un determinado diálogo
con Otro para el cual yo produzco, eso es para mi el mercado. Un Otro muy
difícil de encontrar y que paradójicamente muchas veces no
está en el mercado. Mercado que de alguna manera es algo restringido
y que a mi criterio en la mayoría de los casos es bastante idiota.
Estar fuera del mercado es entablar un diálogo con unos otros que
quizás no pertenecen al “mundo del arte” pero con quienes
probablemente se puede establecer un diálogo mucho más rico.
Si pero tú...dices...el
otro es el público, el espectáculo que participó en
tu acción
pictórica. Entonces, tú vas al encuentro de ese público.
Sí, inevitablemente voy porque ahí sí es parte de
la puesta en escena, quizás aquí se podría decir que
mi trabajo tiene que ver con una no representación, ese público
que yo convoco son los que representan lo que yo no quiero representar.
De alguna manera ellos son los actores, yo intento no serlo y ese mercado
es ese público que pertenece al mundo del arte y al mercado del
arte...
...Al mundo del arte...
No siempre, yo siempre he tenido como dos niveles de dialogo con sujetos
y actores diferenciados. Una cosa es el público de la calle, cualquiera
que como yo representa muchos papeles, también representa el papel
de espectador del arte porque esto es algo muy extendido y culturalmente
muy arraigado, es muy difícil enfrentarse al otro cuando uno dice
que es "artista", siempre hay como una distancia, una separación
y ponerlo en un determinado lugar que quizás uno no quiere ocupar
pero que si hay en lo social de los artistas. De cualquier manera el diálogo
que se puede establecer con el público no especializado es en algún
punto más fluido porque es más desvestido, más de
cuerpo. Cuando uno se encuentra con gente, se encuentra con actores que
desempeñan un papel en determinado circuito y ahí sí me
gusta la idea de pensar que cuando yo me enfrento al mundo del arte, los
otros son los actores, desempeñan un papel para mí, no pretenderlo
sería muy moralista.
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