
Gonzalo Cueto, acción registrada en Cerro Ñielol -2006	Luis Almendra, Sismo -vídeo 2005	Julio Briones, A prueba -fotografía, registro de acción, MNBA 2005

"Convate" es la primera muestra de un ciclo organizado por el Área de Artes Visuales del Departamento de Creación Artística del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, que busca indagar a nivel de obra e investigación teórica las nuevas producciones artísticas en las distintas regiones del país.

"La reflexión sobre arte, hoy en día, debe pensar, como a uno de sus más acuciantes motivos, al territorio. Hoy en día las intensidades artísticas se constituyen como intensidades territoriales. Toda ficción discursiva no es más que palabrería si no fija su sentido en los decursos que las obras desarrollan, saliendo y entrando del territorio, anulando y estallando sus líneas de fuga."

"Los territorios siempre soportan articulaciones simbólicas (ideológicas, políticas, éticas, estéticas). Pero ellos mismos son presimbólicos: implican un retorno a lo real. Nos encontraríamos, de un tiempo a esta parte, con una particular obsesión por parte de los artistas por desmantelar las capas simbólicas de los territorios, para acceder, como resultado de esta arqueología, a la configuración informe del mapa territorial. No se trataría ya del "juego político" del arte, sino de la acción directa sobre un espacio que no es susceptible de ser fundamento. Ya no se trata más de arte y política, sino de arte y territorio."

"Los territorios a los que se enfrentan hoy en día los artistas jóvenes de provincia en nuestro país, aquellos en los que constituyen sus experiencias de obra, hace mucho tiempo que han dejado de configurarse como lugares. Son, para utilizar el término de Marc Augé, no-lugares. Sedimentan en su estructura, en su fachada resquebrajada -monumentos de ninguna parte, edificios del presente puro- la memoria rota de un tiempo ya para siempre hecho pedazos. Allí, después de la catástrofe, después de la Historia, habitamos."

"Sin embargo, el juego persiste. La risa, la carcajada incluso. La provincia chilena, podría uno decir, jamás ha sido un lugar (institucionalmente hablando, por lo menos), por lo que no hay pérdida de la que lamentarse. Aquellos ejes con los que el único historiador del arte en Chile -Antonio Romera- pensó la tradición plástica nacional -el paisaje, las costumbres, los quiebres de la Historia- hoy no se prestan más que para el pastiche. CONVATE es un claro ejemplo de ello. No se trata aquí de patrimonio (no incide aquí el discurso de la patria ni del pater, ni menos aun el de la herencia de ambos a sus hijos). Las fantasmagorías patrimoniales buscan ocultar la verdad: la devastación -ya consumada en Chile- de algo -esas costumbres, ese paisaje, esa Historia- que en cualquier caso nunca alcanzó la forma de una herencia."