Las redes digitales constituyen una loca, inconstante y paradójica conversión. Son multiplicidades y su natura es anárquica e ilimitado (Anarco-Cultura). En ellos todos los mundos virtuales son posibles, cada uno de ellos con su propios tiempo, dirigiéndose a una red creciente y vertiginosa de tiempos divergentes, convergentes y paralelos (tiempo catatónico). Esta trama de tiempos que se aproximan los unos a los otros, bifurcan, intersectan o se ignoran los unos a los otros, abrazando cada  posibilidad (Borges). En él seremos capaces de tener varias vidas, varios nombres y varias profesiones. redes que inauguran las cosmogonías digitales. Ciudades virtuales, palabras virtuales, algunos en guerra todo el tiempo, son y serán establecidos y viajaremos por ellos y lucharemos con ellos (vida virtual). redes digitales que forman hoy un mundo paralelo en el cual vivimos simultáneamente con el mundo físico. En esas redes uno trabaja, estudia y produce cultura. De todas formas, en este mundo nada funciona de acuerdo con las leyes de la física (gravedad) o las leyes de la sociedad (derechos). Son un mundo puro de acontecimientos digitales (eventos). En ellas no hay principios, axiomas, Dios.