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> Revolviendo en la basura. residuos y reciclajes en el arte actual
PRAE -Propuestas ambientales educativas-

Exposición coproducida por:
Koldo Mitxelena kulturunea, San Sebastián
y CDAN. Centro de Arte y Naturaleza
Fundación Beulas. Huesca

Artistas: Basurama; Donna Conlon; Mark Dion; Regina José Galindo; Chus García-Fraile; Chris Jordan; Vik Muniz; Ester Partegàs; Diet Wiegman

Comisario: Seve Penelas



mayo-septiembre 2010
VALLADOLID
www.praecyl.es

 

 


¿ Basura? Sí. Pero ni huele mal, ni hay detritus orgánicos que resulten nauseabundos. Ni siquiera gráficas y estadísticas de consumo y de cuántos kilos o toneladas se generan por persona, día, país, etc.; ni comparativas de tasas municipales por el servicio de limpieza; ni nuevas ordenanzas europeas sobre futuros contenedores para nuestras calles. Por no haber, no hay intención de sacar conclusiones de fondo que quieran provocar lamentos apocalípticos y catastrofistas o, al contrario, utopías visionarias con la esperanza vestidita de verde. Tal vez no lleguen a encontrar ninguna moralina sobre cómo comportarse para ser unos ciudadanos más limpios, más armónicos con la naturaleza. Somos humanos y, de momento, no parece que seamos capaces de ponernos de acuerdo en redactar un manual de instrucciones para que coexistan el desarrollo y el bienestar, de una manera contenida y sostenible, en este planeta superpoblado y sobresaturado.

Todos estos aspectos citados tienen que estar ya interiorizados en nuestros pensamientos. Y todas esas funciones nos corresponden por igual a todos, como sociedad, como comunidad. Con las instituciones que nos administramos y con la educación que nos proporcionamos, desde pequeños, a través de la familia y de la escuela. También a través de proyectos como el del PRAE (Propuestas Ambientales Educativas), de Valladolid, que produce, acoge y amplía propuestas ambientales educativas entre las que también tiene cabida el camino del conocimiento que supone el arte contemporáneo.

Ésta es, pues, una exposición de arte actual, con lo que implica de toda su libertad creativa, en torno a las nociones de basura, residuos y reciclajes, y cómo son abordadas, formal y conceptualmente, a través de las obras de 9 artistas, muy diferentes, pero en cuyo trabajo dichos temas son motivo habitual.

Hay un total de 26 obras en materiales, soportes y formatos diversos: desde fotografías y vídeos, hasta esculturas con ensamblajes de menaje de cocina que proyectan una sombra sorprendente, pasando por instalaciones con contenedores de basura de colores o túneles de invernadero como laboratorios de trabajo de campo y clasificación de basura del río Támesis. Son invitaciones y miradas con perspectivas a veces lúdicas, a veces críticas, algunas con afán de archivo, otras de belleza sublime, también duras, e incluso, cómo no, mágicas. Todas entran por los ojos y por el resto de los sentidos, pero es en la cabeza, y en nuestras actitudes, donde al final nos gustaría que anidaran. Para que el pájaro no deje nunca de cantarnos al oído en los paisajes del PRAE.


SINOPSIS, ARGUMENTOS Y GENEALOGÍAS PREVIAS

Arte y ciencia, cultura y naturaleza, espacio y ambiente, forma y materia, ideas y sensaciones, educación y conocimiento, preguntas y respuestas... La enumeración de duettos podría ser interminable, pero siempre complementarios. Y es en el espíritu de esta secuencia donde se inscribe la razón de ser para que esta exposición de arte actual se presente en las salas del PRAE, Propuestas Ambientales Educativas, de Valladolid. Un centro joven, abierto y transparente, que amplía sus propuestas para ofrecer más estímulos a la sociedad, y con la audacia de su equipo es capaz de invertir y descubrir nuevas miradas, acogiendo la aparente oscuridad de la basura entre el luminoso verde que les rodea.

Las reacciones ante la basura suelen tener un carácter peyorativo o nauseabundo, lo que delata un conflicto interiorizado desde las entrañas. Somos conscientes de los procesos de la materia que nos constituye y rodea, empezando por nuestra propia corporalidad como organismos vivos, pasando por diferentes grados en la naturaleza, construcciones técnicas, producciones industriales, objetos manufacturados, para terminar en la fase de uso, gasto y deterioro que enlazan otra vez el arranque del ciclo. Esta dinámica genera sus desajustes entre población, recursos, producción, desórdenes en el consumo y, por extensión, residuos como síntomas ante los que muchas veces no sabemos cómo reaccionar, o que acabamos por esconder bajo la alfombra mientras miramos hacia otro lado.

La mirada del arte es poliédrica, y aunque abunden las connotaciones positivas –excelencia, belleza, orden, gracia, etc.–, la visión relacional de los artistas ha querido mirar bajo la alfombra. Durante el siglo XX, desde los collages y ensamblajes con restos y objetos encontrados del cubismo, dadaísmo o surrealismo, hasta las prácticas del pop art, arte conceptual, land art, arte povera y otras tendencias de los años 60-80, que hicieron de lo matérico, de lo orgánico y de los trances entre lo natural y lo producido el foco de sus intereses, lo cierto es que la idea de residuo no resulta extraña a la creación artística.

En consecuencia nos encontramos también con el término reciclaje, familiarizado a partir de la crisis energética de 1973 y las alarmas del movimiento ecologista. Desde entonces, reciclar se ha convertido en un comodín que aplicamos tanto a nuevos ciclos de utilidad tras el tratamiento selectivo de los residuos, como a la idea de que un artista recicle su obra. Ya sea para resultar más eficaz ante las exigencias de continua novedad enraizadas en la actividad artística, así como en el circuito expositivo y el mercado de la experiencia estética.

Entre residuos y reciclajes fluctúa esta exposición, sustentada en las obras de nueve artistas, en cuyas trayectorias la noción de basura ha sido abordada, significativamente, a través de diversas propuestas técnicas, formales y conceptuales. Desde el horror vacui que rebosa la sociedad de consumo (fotografías de Chris Jordan y vídeos de Donna Conlon), hasta las resignificaciones en ingeniosos resultados visuales (fotografías de Vik Muniz, escultura proyectada de Diet Wiegman e instalación de contenedores de Chus García-Fraile), pasando por el factor más crítico y de denuncia ante la degradación del medioambiente, combinado con la audacia, la ironía, el extrañamiento y la poética (fotografías de Ester Partegàs, vídeos de Basurama y Regina José Galindo, e instalación de Mark Dion). Con sus obras y argumentos, la presente exposición quiere invitar a la reflexión y al debate, revolviéndose en una trama de dobles direcciones y sentidos:

ARTE como valor de excelencia y calidad < > ARTE como valor del exceso superfluo.
RESIDUOS como restos con memoria < > RESIDUOS como desechos inútiles.
RECICLAJE como reutilización sensata < > RECICLAJE como aprovechamiento falaz.
ARTE como RECICLAJE de RESIDUOS < > RECICLAJE de RESIDUOS como ARTE.

Seve Penelas

Mark Dion. Vista interior de la instalación Fieldwork 4. 2007.

 

Mark Dion. Fieldwork 04 (2007). Instalación, materiales diversos.

 

Chris Jordan. Recycling Yard, #6, Seattle (2004). Fotografía, 112x150 cm..