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> El paisaje como idea: proyectos y proyecciones, 1960-1980

 

Comisaria: Berta Sichel
10 junio-25 Septiembre 2010

Artistas en exposición: Joseph Beuys, Jane Crawford y Robert Fiore, Walter De Maria, Agnes Denes, Jan Dibbets, Barry Flanagan, Hammish Fulton, Helen and Newton Harrison, Michael Heizer, Nancy Holt, Stephen Kaltenbach, Richard Long, Anthony McCall, Ana Mendieta, Dennis Oppenheim, Gerry Schum, Robert Smithson, Chris Welsby

[ arte y naturaleza ]

Una agrupación histórica de obras que fueron vanguardistas hace décadas y que hoy son ya clásicas no llama mucho la atención en el periodo actual de retrospectivas monográficas de gran éxito de público. El grupo ecléctico de artistas internacionales que presentamos en esta exposición y su provocativa obra nos recuerda lo perturbador que puede ser el arte en nuestra conciencia, un poder de perturbación intelectual que podría haber sido el trasfondo del marco conceptual de la exposición y de la selección de los artistas. Y este es el objetivo básico del proyecto: revelar cómo hace 40 años un grupo de artistas tuvo la clarividencia de abordar el arte de formas alternativas: una postura muy importante también en nuestros tiempos. En su obra, la tierra ejerció de catalizador de cambios artísticos, expandiendo incluso el uso de los medios electrónicos en el arte.

De clara relevancia para la actual generación de artistas interesados en la ecología y el medioambiente, la exposición «El paisaje como idea: proyectos y proyecciones, 1960-1980» es una reconsideración del interés por la ecología a la luz del conceptualismo y de los medios electrónicos. Desarrollada durante tres años y producida por el centro Koldo Mitxelena El paisaje como idea intenta mostrar hoy al público contemporáneo, en el contexto de una sociedad de masas global en la que el impacto de los desastres ecológicos ha sido catastrófico, cómo la tierra y la ecología se convirtieron en objeto de un arte innovador e imaginativo en un contexto histórico específico.

Tras décadas de industrialización desenfrenada y muchas palabras pero poca acción para frenar los efectos de la alta densidad demográfica, la polución, los residuos radiactivos y la contaminación del aire y del agua, suena de nuevo la alarma. Y lo hace con fuerza y en alta definición; en películas y en pantallas LCD, las noticias entran todos los días en nuestra sala de estar.

Los artistas contemporáneos han abordado el cambio climático y en los últimos años los museos y galerías han expuesto obras en varios formatos que plantean preguntas sobre la ecología en general. Aunque muchas son provocativas, la mayoría siguen las convenciones del arte actual: no exploran formas nuevas de hacer arte ni adoptan una postura crítica sobre el papel del arte en la sociedad. Numerosas piezas recientes que se exhiben bajo el término genérico de ecología abordan el deterioro del planeta, pero casi podríamos compararlas con pinturas realistas, sin fuerza para contrastar el lenguaje de lo real con el de lo simbólico.

«El paisaje como idea: proyectos y proyecciones, 1960-1980» reúne una selección de obras de artistas que durante más de dos décadas demostraron su deseo de expandir las posibilidades del arte y desafiar los límites de las paredes de museos y galerías. Además, manifestaron el anhelo de que su arte fuera comprendido más que consumido. Este factor ha sido durante mucho tiempo objeto de controversia, puesto que la mayoría de las piezas, incluso las creadas en lugares remotos, se han documentado con dibujos, fotografías o películas que han terminado por exponerse en espacios convencionales y por entrar en el mercado del arte. El paisaje como idea incluye dibujos, collages, fotografías, vídeos y material de archivo de artistas, algunos habitualmente asociados al land art (Robert Smithson, Richard Long, Jan Dibbets, Hamish Fulton, Dennis Oppenheim y Nancy Holt) y otros que normalmente no se citan en los libros sobre land art, como Ana Mendieta, de cuya obra se suele hablar en términos corporales o identitarios, y el cineasta Chris Welsby, cuyo «interés por el paisaje y por la investigación de sistemas complejos de la naturaleza» le empujó a ir más allá de lo que comúnmente se conoce como cine estructural británico.

La exposición también incluye a Agnes Denes y a la pareja Helen y Newton Harrison, otros tres artistas cuya obra suele encuadrarse en la corriente afín al arte medioambiental o ecológico. Dado que su profético arte es poco conocido en España, esta exposición les ha otorgado un amplio espacio.

El uso del vídeo y de prácticas performativas por artistas asociados al land art o el earthworks es otro punto que la muestra desea enfatizar. El paisaje como idea incluye piezas audiovisuales como documento y también como obra de arte. Entre las más destacadas figuran siete películas que Gerry Schum grabó para la televisión desde su galería televisiva Fernsehgalerie Gerry Schum, concebida «para desactivar la dicotomía... existente entre los medios de comunicación de masas y el arte vanguardista» Los filmes coinciden con el deseo utópico de muchos artistas del periodo de que la televisión funcionase como soporte artístico. Land Art (1969) engloba breves proyecciones -de entre dos y seis minutos- de Richard Long, Barry Flanagan, Dennis Oppenheim, Robert Smithson, Marinus Boezem, Jan Dibbets y Walter De Maria. Schum pensaba que la exposición Land Art, encargada por el canal uno alemán, sobrepasaría el mercado y sorprendería al público, y además reafirmaría la idea de que la televisión y el vídeo ya habían creado un nuevo medio de comunicación.

La muestra también incluye cartas, fotos, pósteres e invitaciones, una minúscula selección del impresionante archivo de Egidio Marzona que generosamente ha puesto a nuestra disposición.