artistas > Unos 70 jóvenes invaden Ikea para reclamar una vivienda digna La acción de los jóvenes empezó a las ocho de la tarde, cuando cruzaron las puertas de los almacenes aplaudiendo y coreando frases como "¿qué nos pasa?, ¡que no tenemos casa!". El jolgorio empezó en la segunda planta y los clientes siguieron comprando tranquilamente en el resto. Los jóvenes cambiaron sus ropas de calle por pijamas y se metieron en la cama. En este ambiente festivo y musical empezó una guerra de cojines y serpentinas ante la mirada atónita de los compradores.". "¡Esta cama no cabe en mi casa!", gritaba uno, mientras otro encendía las velas de una tarta y cantaba Cumpleaños feliz. "Estoy aquí porque he recibido la invitación de unos amigos", explicaba una joven. El grupo quiso festejar al personaje de ficción Ariadna Pi, inventado hace 12 años por jóvenes que también tenían problemas de vivienda. Según explicaron, Ariadna quiso celebrar una fiesta de pijamas en su casa, instalada en Ikea, "que sería suya porque se apropiaría de ella durante unas horas". Los amigos de Ariadna explicaron que han emprendido esta nueva acción -hace unos días se manifestaron en el centro de Barcelona- porque, dicen, es un momento decisivo en el panorama político, con la campaña electoral, para reivindicar su derecho a la vivienda. Los Mossos -menos de una decena- no llegaron a intervenir y la "fiesta" terminó sin incidentes.
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> Miles de jóvenes se manifiestan en decenas de ciudades para exigir una vivienda digna Miles de jóvenes se manifestaron por una treintena de ciudades de toda España para exigir una vivienda digna. Los congregados montaron protestas bajo el lema No podemos volvernos a casa por Navidad porque todavía no nos hemos marchado de ellas. La protesta masiva fue convocada a través de páginas de Internet desde hacía más de un mes. El manifiesto destaca "la gravísima situación generalizada de acceso a la vivienda" en España, "una situación que ha sido provocada principalmente por la nefasta gestión de un gran número de responsables políticos pertenecientes a todas las instancias del Estado". Entre 2.000 y 3,000 personas de entre 20 y 35 años tomaron en la tarde de ayer el centro de Madrid para protestar contra la especulación y el elevado precio de la vivienda. Carecían del permiso de la delegación del Gobierno para esta concentración. Agentes antidisturbios realizaron una carga para evitar que hicieran una sentada frente al Congreso de los Diputados. En Barcelona, 7.000 personas se manifestaron sin incidentes, y en Angalucía, medio millar de personas se manifestó por sus principales capitales poniendo de manifiesto que las ciudades andaluzas no necesitan la construcción de nuevas promociones porque en toda la región hay ya unas 100.000 viviendas vacías.
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> La revuelta de Los Hijos de Don Quijote Les enfants de Don Quixotte (Los hijos de Don Quijote) son en realidad los hijos de François Legrand y Armelle. Los cinco hijos son los creadores de esta asociación, que en menos de dos meses, ha transformado el extraño panorama inmobiliario francés. Extraño porque, en este país, unos tres millones de personas viven en apartamentos insalubres o considerador indignos de acoger a un ser humano, porque entre 80.000 y 100.000 personas duermen en la calle y porque otro millón de personas duermen en la calle y porque otro millón de personas lo hacen en condiciones precarias: residencia social, habitación de hotel realquilada, en un cámping, en un provisional apartamento de inserción social o en algo muy parecido a una chabola. Y extraño también porque decenas de miles de pisos permanecen vacíos en espera de comprador. Nadie sabe cuantos son Les enfants de Don Quixotte, pero el poder ha comprendido que aún siendo pocos tienen capacidad para hacer daño. Manejan bien la cámara y mejor aún Internet. Los Legrand han convertido las 300 tiendas de campaña alienadas juntos al canal de Saint Martin, en un punto de encuentro. |
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> Los 'sin techo' del Sena Legrand empezó esta insólita aventura solidaria yéndose a vivir bajo un puente, el de Austerlitz, donde ya estaba instalado Fred Druart, un SDF belga de 34 años que lleva seis viviendo en la calle y cocinando para sus camaradas de infortunio. |
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