PHILIPPE THOMAS.

Esta exposición retrospectiva sobre Philippe Thomas (Niza, 1952 - París, 1995) exploraba las huellas –en el sentido literal de pistas policíacas– que permiten descubrir el proyecto desarrollado por el artista desde finales de los años setenta hasta 1995, año de su muerte. Fotografías, pinturas, objetos, instalaciones, escritos y carteles eran algunos de los indicios que reflejaban la complejidad y coherencia de una obra que propone imágenes de una realidad “pervertida” por los efectos de la ficción. Philippe Thomas plantea una reflexión profunda sobre los límites de la historia del arte moderno y los mecanismos del mercado, a partir de un proyecto artístico que lleva el desplazamiento del concepto de autor hasta sus consecuencias más radicales. Su trabajo analiza y redefine las funciones y propiedades de la institución museística, el objeto artístico, el público y el creador. En 1987 Thomas transformó el espacio de la Cable Gallery de Nueva York en una agencia de relaciones públicas con el nombre readymades belong to everyone®. De esta forma adaptaba los modos de producción del arte a los métodos de la publicidad, poniendo el acento sobre los objetivos comerciales de ambos. En 1988 se abrió la filial francesa de la agencia: les ready-made appartiennent à tout le monde®. Como diría Thomas, en boca de su alter ego ficticio, la artista Laura Carpenter: “Al fin y al cabo, no es difícil imaginar que un arte que ha rechazado la obligación de representar al mundo pueda rechazar también la obligación de representar a un autor.”

Esta exposición retrospectiva sobre Philippe Thomas (Niza, 1952 - París, 1995) exploraba los trazos, las huellas –en el sentido literal de pistas policíacas– que permiten descubrir el proyecto artístico desarrollado por Thomas desde finales de los años setenta hasta 1995, año de su muerte. Fotografías, pinturas, objetos, instalaciones, escritos y carteles eran algunos de los indicios que reflejan la complejidad y coherencia del proyecto, que proponía imágenes de una realidad "pervertida" por los efectos de la ficción.
Philippe Thomas plantea una reflexión profunda sobre los límites de la historia del arte moderno y los mecanismos del mercado, a partir de un proyecto artístico que lleva el desplazamiento del concepto de autor hasta sus consecuencias más radicales. Su obra refleja preocupaciones tales como el estatuto de autor, del objeto artístico, de la institución museística y del espectador. Estas cuestiones han ocupado un lugar central en la historia del arte y la literatura del siglo xx, fundamentalmente en la obra de Duchamp o Broodthaers, así como en los escritos de Blanchot o Foucault y en la obra literaria de Borges, Pessoa o Nabokov.


entidades PHILIPPE THOMAS. LOS READYMADE PERTENECEN A TODOS Museu d'Art Contemporani de Barcelona 01 OCT. 2000 AL 30 NOV. 2000
		Con motivo de la exposición Philippe Thomas - los readymade pertenecen a todos, el MACBA, en colaboración con el Instituto Francés de Barcelona, organizó un ciclo de cine con películas que han influido en la obra de este artista. El interés de Philippe Thomas por el cine se centra en una serie de películas a medio camino entre el cine de consumo y el llamado cine experimental o de vanguardia. Entre estos dos tipos de cine Philippe Thomas planteó una tercera categoría, el cine de autor, también llamado cine de calidad. Directores como Ozu, Ray, Hitchcock, Eustache, Truffaut, etc. plantean en sus películas un universo homogéneo, un mundo de ficción cerrado en si mismo, un universo que genera al espectador una sensación de frustración que se mezcla con una cierta fascinación y que, según el artista, podría ser el origen de una ambigua relación entre las artes plásticas y el cine. PROGRAMA Sous le ciel de Paris. Julien Duvivier 1950, 35mm., blanco y negro, 1h 38' Lola. Jacques Demy 1960, 35mm., blanco y negro, 1h 25' Céline et Julie vont en bateau. Jacques Rivette 1974, 35 mm., color, 3h 10' Le Cochon. Jean Eustache 1970, 16 mm., blanco y negro, 50' Une sale histoire. Jean Eustache 1977, versión ficción: 35 mm., color, 28' Versión documento: 16 mm., color, 22' Amor de perdiçao. Manuel de Oliveira 1978, 16 mm., color, 4h 25' Le Pont du nord. Jacques Rivette 1981, 16 mm., color, 2h 07' Francisca. Manuel de Oliveira 1981, 35 mm., color, 2h 46' The Thing. John Carpenter 1982, 35 mm., color, 1h 50' La Campagne de Cicéron. Jacques Davila 1990, 35mm., color, 1h 50' Bar des rails. Cédric Kahn 1991, 35 mm., color, 1h 47'
		Esta exposición retrospectiva sobre Philippe Thomas (Niza, 1952 - París, 1995) exploraba las huellas –en el sentido literal de pistas policíacas– que permiten descubrir el proyecto desarrollado por el artista desde finales de los años setenta hasta 1995, año de su muerte. Fotografías, pinturas, objetos, instalaciones, escritos y carteles eran algunos de los indicios que reflejaban la complejidad y coherencia de una obra que propone imágenes de una realidad “pervertida” por los efectos de la ficción. Philippe Thomas plantea una reflexión profunda sobre los límites de la historia del arte moderno y los mecanismos del mercado, a partir de un proyecto artístico que lleva el desplazamiento del concepto de autor hasta sus consecuencias más radicales. Su trabajo analiza y redefine las funciones y propiedades de la institución museística, el objeto artístico, el público y el creador. En 1987 Thomas transformó el espacio de la Cable Gallery de Nueva York en una agencia de relaciones públicas con el nombre readymades belong to everyone®. De esta forma adaptaba los modos de producción del arte a los métodos de la publicidad, poniendo el acento sobre los objetivos comerciales de ambos. En 1988 se abrió la filial francesa de la agencia: les ready-made appartiennent à tout le monde®. Como diría Thomas, en boca de su alter ego ficticio, la artista Laura Carpenter: “Al fin y al cabo, no es difícil imaginar que un arte que ha rechazado la obligación de representar al mundo pueda rechazar también la obligación de representar a un autor.” Esta exposición retrospectiva sobre Philippe Thomas (Niza, 1952 - París, 1995) exploraba los trazos, las huellas –en el sentido literal de pistas policíacas– que permiten descubrir el proyecto artístico desarrollado por Thomas desde finales de los años setenta hasta 1995, año de su muerte. Fotografías, pinturas, objetos, instalaciones, escritos y carteles eran algunos de los indicios que reflejan la complejidad y coherencia del proyecto, que proponía imágenes de una realidad "pervertida" por los efectos de la ficción. Philippe Thomas plantea una reflexión profunda sobre los límites de la historia del arte moderno y los mecanismos del mercado, a partir de un proyecto artístico que lleva el desplazamiento del concepto de autor hasta sus consecuencias más radicales. Su obra refleja preocupaciones tales como el estatuto de autor, del objeto artístico, de la institución museística y del espectador. Estas cuestiones han ocupado un lugar central en la historia del arte y la literatura del siglo xx, fundamentalmente en la obra de Duchamp o Broodthaers, así como en los escritos de Blanchot o Foucault y en la obra literaria de Borges, Pessoa o Nabokov.