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Erratum Musical Marcel
Duchamp 1913 |
Cuando
se puede extraer el sonido y la imagen más allá del
cuerpo, se consideran objetos, que tienen que ver con el cuerpo pero
que están más allá del cuerpo. Hasta ahora ambos
se consideraban objetos independientes uno del otro, dos caminos
del objeto que el sujeto seleccionaba como propios. ¿Qué sucede
cuando las nuevas tecnologías han permitido que ambos se relacionen?
La imagen produzca un sonido, el sonido produzca una imagen, o el
sonido se lea como una imagen, la imagen se lea como un sonido. Este
es uno de los elementos fundamentales de la revolución tecnológica,
en su lectura digital, el digito puede ser de imagen y de sonido.
De lo real matérico a lo real digital.
En la exposición Sons & Lumières, mas bien una
retrospectiva de la relación entre el sonido y la luz, en
el siglo XX, nos demuestra que esta relación ha sido de gran
interés para los artistas del siglo pasado. Como la estructura
del sonido influye en la materialización de la luz. Por lo
que ya podemos extraer conceptos que se han manejado para la producción
de las obras hasta la actualidad. Por un lado el concepto de estructura
de la materia, y por otro el cambio de materialización, o
de realización del sonido o de la luz.
Pero antes habría que entender que ha pasado con la idea de ‘materia’ para
*la física contemporánea, exactamente materia en singular,
se ha pasado de la ‘materia de la cosa’ a la materia
como universal. Hay algo propio de la estructura de la materia que
la universaliza. Mas allá de la diversidad de ‘sustancias’ de
la cosa, hay una ‘materia común’. Este cambio
se produce en los años ’60 y ’70 donde los físicos
establecen el modelo estándar de la física de ‘las
partículas’, o sea la física se hace cuántica,
que describe el comportamiento de la materia en ‘partículas
elementares’.
La materia’ ya no tiene que ver con la sustancia, además
de partículas de materia consideradas elementales, tiene en
cuenta el potencial de energía que las mantiene cohesionadas.
O sea que la masa es directamente relacionada con ‘la interacción’.
De allí serán denominadas ‘partículas
de interacción’, las que trasmiten las interacciones
fundamentales, como agentes de conexión pero que tienen
masa cero.
Lo que lleva a que la materia ya no tiene que ver con ‘la solidez’,
por consiguiente con ‘la impenetrabilidad’, o sea la
solidez no se asocia a impenetrabilidad, pero aún más
no se asocia en nada a la idea de ‘cuerpo’ dada hasta
ahora. Un átomo puede o no ser impenetrable por otro átomo.
Hemos dado un salto importante, hemos pasado del cuerpo como ‘figura’,
al cuerpo del ‘átomo’. De la anatomía al átomo.
Ahora la solidez de un cuerpo reposa sobre su constitución
atómica, pero el átomo mismo no tiene la misma cualidad.
Si hemos diferenciado ‘masa’ y energía, la energía
se puede convertir en materia, así como la masa se puede convertir
en energía, pero por otro lado, la materia no se conserva
y la energía resta invariante.
Ahora las partículas son los objetos cuánticos, poseen
la ‘individualidad’ de los procesos atómicos que
resulta de la existencia de un cuantum de ‘acción’.
O sea la materia a nivel de sus constituyentes fundamentales resulta ‘decosificada’.
Cosa y materia se han separado definitivamente. ¿Entonces,
de que suerte de real está constituida la materia? ¿Ahora,
se puede pensar en ‘material’, en ‘materialización’?
Evidentemente los artistas han estado al tanto de estos cambios
fundamentales para la ciencia de su época y han trabajado no sólo
con estas ideas sino con estas variantes de ‘la cosa’ de
la materia y del átomo. Si hasta la modernidad instalar ‘la
cosa’ significo desprenderla de ‘la figura’ como
forma de la materia, en el arte de los objetos, incluso en el arte
postobjetal, donde la materia-cosa cobra singular importancia, como
arte de los deshechos, se pudo entender deshechos como restos de
la cosa pero también de los hechos ocurridos. La materia
ahora es producto de un tiempo y un espacio.
Si seguimos el recorrido (Song & Lumières) vemos como
los artistas se dieron cuenta que el proceso de la luz tiene el mismo
valor estructural que el del sonido, que muchas veces se puede escribir
como el sonido, se puede interpretar como el sonido. A la abstracción
de la forma por la materia misma, la materia lumínica, se
encuentran con la materia sonora, la investigación sobre la
luz (el espacio) lleva consigo la investigación sobre
el sonido (el tiempo).
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Raoul Hausmann revisited
Peter Keene, 1999-2004
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De allí observamos que no se trata de instalar ‘la
materia-cosa’,
sino la serie lumínica, la serie sonora, hasta ahí se
mantiene la idea de ‘representar’ el espacio y
el tiempo, la luz y el sonido todavía adquieren valor
en cuanto a espacio y tiempo. Como cosa o como representación.
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L’Expedition
scintillante, Acte 2 “untitled”. Light Box.
Pierre Huyghe, 2002
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Los conceptos de masa, de partículas, de interacción,
ahora adquieren valor propio, es el arte que les da un valor de realidad
propio: instalar lo real. Lo real ‘imposible de representar’,
se instala como ‘interacción’, es la interacción
como factor fundamental de las partículas que permite instalar
lo real. La acción como un modo de instalar lo real.
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Dream House. La Monte
Young et .
Marian Zazeela, 1962-1990
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Si vimos en ‘la clase 4’ que el espectador ‘interacciona’ la
imagen, aquí interacciona ‘la materia’ lumínica
y/o sonora, al atravesar la instalación, un espacio virtual
en cuanto tal, produce una determinada interacción con la
luz y/o con el sonido. No hay interacción no hay instalación,
una produce la otra.
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Soundsize
( Dimension du son) Steina et Woody Vasulka,1974. |
Ahora no se trata de una ‘figura-acción’ (la sombra),
sino de una imagen-acción, una imagen de la materia (lumínica
y/o sonora) producida por la acción, una imagen- virtual de
una imagen-acción, de una energía que se pone en acción.
Por lo que ya no se trata de una realidad real (factual), ni moral
(social) sino virtual. No se trata de fragmentos de la realidad-real,
sino de partículas que por su (puissance) impulso se realizan. ’ Y
por impulso yo entiendo a la vez reunir la idea aristotélica
de virtual con la idea de energía’.
‘
Yo insisto sobre esta realidad de lo virtual, donde no se confunden ‘la
densidad’ de lo virtual con lo imaginario, todavía demasiado
relativo a la subjetividad de la imaginación’. Es esta
cualidad de ‘densidad’ que caracteriza a ‘lo virtual’,
dentro y fuera de la instalación, la mayor o menor densidad
influye en la realización de lo virtual, en que la realidad
sea virtual, cuando el autor dice ‘imaginario’ se refiere
a que no es por la imagen, por la forma de lo real, sino como antes
hablamos de la sombra como una manera de subjetivación aquí podemos
señalar la densidad como una manera de virtualización
de la subjetividad, la realidad se hace densa para el sujeto contemporáneo.
Perdida la forma y la representación, propia de la realidad
real, el sujeto contemporáneo ahora en la transparencia
de lo real, perdido el espacio y el tiempo de la modernidad,
se ha quedado
con la mera sombra con la mera densidad de la realidad, pero
como realidad-virtual.