Ruidos,
Silencios y la Transgresión Mordaz.
De Fluxus al Techno-Noise
Comisario: Alberto Flores
La Casa Encendida, Madrid
28 jun - 2 sep 2007
http://www.lacasaencendida.es
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La
exposición Ruidos, Silencios y la Transgresión Mordaz toma como punto de partida
la vinculación de Fluxus al sonido, y analiza su legado en relación con una serie
de corrientes musicales actuales. El discurso curatorial de la muestra propone,
pues, un diálogo natural entre obras firmadas de fluxistas y por
músicos y artistas contemporáneos que comparten la negación de los patrones musicales
tradicionales, así como la fascinación por el ruido y el silencio. Del mismo
modo, la exposición recupera el influjo ejercido por la celebérrima pieza 'silenciosa'
de John Cage '4'33'' (esto es, cuatro minutos y treinta y tres segundos de silencio)
sobre piezas facturadas tanto por miembros de Fluxus como por artistas visuales
y músicos experimentales actuales.
Por otra parte, el extraordinario partido que Fluxus ha sabido sacar de las posibilidades
que ofrece el silencio es compatible con su fascinación por el ruido. Por este
motivo la exposición establece también un paralelismo con algunas corrientes
musicales extremas que han otorgado al ruido un papel estelar. Una actitud anticonformista
y el interés por el ruido y por todo
aquello rechazado por la música 'seria' es un denominador común, tanto de Fluxus
como de géneros musicales contemporáneos. Estos últimos han sido agrupados en
dos apartados: por un lado está la música techno que utiliza el ruido generado
electrónicamente, y por otro están los estilos particularmente estridentes surgidos
de las cenizas del punk. En relación con este último apartado, la
exposición exhibe un trabajo en vídeo que muestra al fluxista Nam June Paik y
al
grupo de hardcore Bad Brains compartiendo escenario en un concierto conjunto.
La exposición muestra también cómo el sentido del humor es una característica
que Fluxus comparte con músicos 'ruidosos' electrónicos. Asimismo, el visitante
a la muestra podrá comprobar que la práctica contemporánea de destrozar guitarras
y baterías al final de conciertos de rock tiene un precedente en el maltrato
que los fluxistas han cometido sobre pianos, contrabajos o violines. Y por encima
de todo, los artistas contemporáneos seleccionados amplían y complementan las
enseñanzas recibidas de artistas Fluxus, y como ellos pretenden difuminar los
límites que separan las disciplinas artísticas.
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