artistas
Grupo Escombros
Buenos Aires, Argentina, Suramérica
http://www.grupoescombros.com.ar/
Segundo Manifiesto:
La estética
de la Solidaridad
Horacio D' Alessandro
David Edward
Hector Ochoa
Luis Pazos
Hector Puppo
1995
La Plata - Argentina
América Latina
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Sobre El Arte Solidario
• La estética de la solidaridad
expresa la ética de la solidaridad: el artista solidario crea para el débil,
para el indefenso, para el no respetado; para el que camina descalzo, tirita de
frío y come basura; para el que viste harapos, vive en la calle y muere en un
baldío. La estética de la solidaridad es el espejo donde el Poder contempla su
propia descomposición.
• En un mundo regido por la desigualdad, los ríos están hechos de lágrimás;
las montañas de corrupción; los vientos de gritos; los mares de indiferencia.
Ese es el mundo que expresa Escombros.
• A quienes carecen de todo, los cuadros del artista solidario le sirven también
para tapar las ventanas sin vidrio; las esculturas de madera para prender fuego
y calentarse; las de bronce y mármol para venderlas por kilo y comprar comida;
los tapices para usarlos como frazadas; los grabados para ponerlos debajo de
la
ropa y protejerse del viento.
• El arte solidario es la nueva educación pública. La educación es el
cambio a largo plazo. El único posible.
• Tensar el arco hasta que se rompa o romperse el brazo en el intento. Crear
es un acto de máxima tensión.
• Toda obra de arte solidario es un acto de conciencia.
• Toda obra de arte solidario es una batalla por un mundo mejor.
• Como el linyera, el sin techo, el chico de la calle y el inmigrante
indocumentado, Escombros recorre la ciudad buscando la materia prima para sus
obras: la basura, detritus de la sociedad opulenta y alimento de los excluídos.
• La luz, como en las pinturas impresionistas, es esencial en nuestras obras.
Pero a diferencia de ellos, no la usamos para iluminar paisajes sino las
cavernas interiores del hombre: esas donde habitan el horror a la vida y el amor
a la muerte.
• El mundo es un signo de interrogación que gira en el vacío. El artista
solidario talla su obra en el material que rompe todos los buriles: la
incertidumbre.
• Si ya no está la cantera para extraer la tierra, ni la tierra para hacer el
ladrillo, ni el ladrillo para levantar la casa, el artista solidario construirá
igual. Sus sueños serán el plano, sus huesos los cimientos y sus palabras los
muros.
Sobre
El Artista Solidario
• Decálogo del artista solidario:
• Buscar la verdad.
• Defender la libertad.
• Crear transparencia.
• Resistir e insistir.
• No temer al miedo.
• Recuperar lo abandonado.
• Proteger al indefenso.
• Dar todo por nada.
• Explorar, descubrir y fundar.
• Hacer de la solidaridad el sentido de la vida.
• Para el artista solidario enseñar a leer y escribir, pintar una escuela,
limpiar un basural, purificar un pozo de agua, reforestar un bosque talado,
también son obras de arte.
• El artista solidario es un testigo de cargo. Es el dedo acusador que le señala
a la sociedad el mayor de sus delitos: la indiferencia.
• Todo gesto de indiferencia es un acto de inmoralidad.
• El artista solidario no contempla al mundo: lo construye.
• El artista solidario debe darle un proyecto de vida a quienes el Poder
despojó de su único bien: el futuro.
• Para el artista solidario la búsqueda de la verdad comienza por cuestionar
lo que el Poder decidió que es incuestionable; la defensa de la libertad, por
atacar lo que el Poder decidió que es inatacable.
• En el mundo de las autopistas el camino del artista solidario tiene el
grosor de una cuerda. Sobre esa cuerda floja camina, sabiendo que ningún
equilibrio es posible.
• En una sociedad en crisis permanente, el artista corre el riesgo de decir:
“no es el momento de crear”. Siempre es el momento de crear. El artista
solidario construye en el epicentro del terremoto sabiendo que el edificio se
derrumbará mañana y habrá que volver a construirlo.
• El artista solidario lleva luz donde reina la oscuridad; agua donde se
implantó el desierto; esperanza donde se la perdió; razón donde se impuso la
locura. Habla con los sordos y escucha a los mudos para que sepan que no lo son;
le dice a los que están muertos por dentro, que las piedras tienen vida.
• No a la ética de la competencia; no a crear para vender; no a vender para
vivir. Sí a la ética de la colaboración; sí a crear para expresar la condición
humana; sí a vivir para crear.
• El artista siembra semillas de solidaridad: un día, aunque ya no esté para
verlo, crecerá el árbol y dará frutos.
• Hay un derecho que el artista solidario no puede ejercer: decir, frente a su
obra, “no sé de qué se trata”.
• Para el artista solidario el individualismo es una prisión de máxima
seguridad. Vivir en ella es estar muerto a pesar de seguir respirando.
• El artista individualista da a luz cadáveres.
• En el mundo que viene nadie sobrevivirá por sí mismo. El individuo será el
grupo.
• Escombros le opone al “sálvese quien pueda”, el “todos o ninguno”.
Sobre
El Poder
• El Poder decidió que el azar
sea nuestra forma de vida. El nuevo orden del que supuestamente somos parte deja
librado al individuo a sus propias fuerzas. El obrero, el jubilado, el maestro,
el investigador científico, el chico de la calle, el aborígen con cólera, el
enfermo mental, el desocupado por el “ajuste”, están a la deriva. El Poder
no les dejó otra opción que aceptar la filosofía del “sálvese quien
pueda”. Son náufragos porque no van adonde quieren ir sino hacia donde los
arrastra la corriente. A esos náufragos cuyo horizonte es el desamparo y la
incertidumbre, les enviamos nuestros mensajes.
• La utopía del progreso sin fin fue reemplazada por la realidad del
empobrecimiento sin fin. El progreso fue la máscara del Poder; la pobreza es
su
rostro.
• Estabilidad y solidez son sinónimos de ilusión. El iluso es hijo de la
resignación. El resignado, lo sepa o no, es un sometido. El sometimiento es el
fin último del Poder.
• El Poder crea una sucesión de imágenes engañosas que obnubilan la
conciencia. Es un laberinto de espejos que el artista solidario rompe para ver
que hay detrás. Quien percibe que está en una trampa comienza a pensar cómo
salir. Y a ser libre.
• La confusión es nuestro certificado de defunción. Sobreviviremos en la
medida que sepamos quiénes somos y qué queremos: debemos ser lúcidos hasta lo
intolerable.
• No a la confusión, no a la marginalidad, no a la locura. El confuso, el
marginal y el loco, están condenados a ser dominados.
• Para el excluído, el pecado original no es haber comido la manzana: es
tener hambre y no poder comerla.
• Hacer de la desobediencia una práctica.
• Hay una Bestia. No es la del Apocalípsis, ni la de los poetas surrealistas,
ni la de la crónica policial. Esa Bestia es todo individuo, grupo o nación
cuyo objetivo es el sometimiento de los demás.
• El uso que el Poder hace del dinero, es un acto de terrorismo. El abuso es
la naturaleza del Poder.
• El Poder siempre es el verdugo; la sociedad siempre es la víctima. Lo trágico
de esta relación es que, a veces, la víctima no lo sabe.
• La indiferencia es el arma letal del Poder. La que con-vierte a un hombre en
un desocupado, condenandolo a morir y seguir viviendo.
• La razón puede ser el disfraz de la locura del Poder. El mejor ejemplo:
“La razón de Estado”.
• Escombros no hace arte político; fija las pautas de una política cultural.
Su objetivo: construir una cultura no–autoritaria.
• El que olvida corre el riesgo de ser hijo del autoritarismo. El que recuerda
tiene la posibilidad de ser padre de la democracia. Sólo la memoria evitará
que el Poder legitime lo arbitrario. Sólo la memoria puede evitar que el Poder
alcance su objetivo: construir una cultura de la desaparición.
Sobre
La Corrupción
• La corrupción es un mar que no
admite orillas. Se extiende incontenible, ahogándolo todo a su paso. No se lo
puede bordear y no es cierto que se lo pueda atravesar sin naufragar. Nadie que
lo navegue, aunque sea un instante, es el mismo.
• La corrupción es una herida por la que la sociedad se desangra. Hemorragia
moral que arrastra valores e ideales como la solidaridad con el más débil, la
justa distribución de la riqueza y la decisión de que todos los individuos
tengan las mismas oportunidades.
• Los gobernantes latinoamericanos, corrompidos por la ilusión del Primer
Mundo, establecen con él relaciones injustas. En nombre del poder y la riqueza,
condenan a sus pueblos a la impotencia y a la pobreza. Todo proyecto político-económico
que no tiene el respaldo de un código moral, está destinado de antemano a la
corrupción y al fracaso.
• La corrupción es la máxima expresión de la cultura del desprecio.
• Las sociedades corruptas son suicidas.
Sobre
La Ecología
• El hombre debe ser el pastor del
mundo: su misión no es someterlo, sino cuidarlo. Como el pastor y su rebaño,
son inseparables. Lo que le ocurre a uno afecta al otro: la deforestación
indiscriminada nos mutila; cada derrame de petróleo nos envenena; todo lo que
contamina la atmósfera nos asfixia. Si nuestra herencia es el desierto,
habremos fracasado como especie y traicionado nuestro destino. El pastor se habrá
convertido en lobo: un lobo que terminará devorándose a sí mismo.
• En las selvas devastadas, en los ríos contaminados, en los desiertos
creados por el hombre, con las especies en vías de extinción, Escombros puebla
la nada y da muerte a la muerte.
• Deforestar un bosque o talar irracionalmente los árboles de la ciudad
significa: atacar al indefenso; someter al más débil; ejercer la impunidad;
negar la prolongación de la vida; arrancar de cuajo el futuro; sumarse a un
proyecto de muerte.
• Cuando la naturaleza deje de ser expoliada, la sociedad dejará de serlo. La
cultura del desprecio, que hoy ejerce el Poder, será reemplazada por la cultura
de la solidaridad.
• Humano es todo lo sintiente.
• Un animal es una persona con otra forma.
• Toda forma de vida tiene derechos.
• La deforestación es un crimen seriado.
• El derroche es un crimen contra la humanidad.
• Hacer de la Tierra el Arca de Noé.
Sobre El Futuro
• Esperar lo inesperado.
• Somos parte de una sociedad que contempla inerme la destrucción de sus
tradiciones, valores y proyectos. Una sociedad cuyo destino evidente es la de
convertirse en tierra arrasada. Sobre esa tabla rasa escribiremos nuestro
futuro.
• La nostalgia es decadencia: no debemos añorar lo perdido. Sobre el cadáver
del pasado, Escombros no construye un mausoleo sino una nueva forma de vida.
• El artista solidario es el centinela del futuro, esa forma absoluta de la
intemperie.
• El futuro exigirá el coraje de saltar al vacío y la voluntad de sobrevivir
a la caída.
• El que se atreva a soñar despierto será libre, aunque viva encadenado.
• Ya no existirá el ojo del maestro, ni la mano del maestro, ni el camino del
maestro. El artista solidario ciego, manco y tullido, creará con sus restos y
con los restos del mundo que lo rodea.
• Llegamos al futuro sin nada que perder. Esa debilidad es nuestra fuerza.
• Tomaremos al futuro por asalto.
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