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La performance y su límite
Claudia Ruiz Herrera

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Performance en inglés, “representación”. Forma artística contemporánea unida al arte de acción de mediados de los años 70. La performance está sometida a una coreografía, pues esta está estrechamente relacionada con la danza y el teatro, al contrario del happening, que está improvisado y que depende de la participación del público. 

Happening en inglés, “evento”, “suceso casual”. Forma artística de los años 60 del siglo XX, que convierte la acción en la obra de arte esencial. La acción a menudo caracterizada por su gran realismo, tiene como fin la incorporación del espectador .Está improvisada, es provocativa, impredecible y no reproducible. 

Las acciones, los happening y las performances son simplemente acontecimientos efímeros, cuya existencia como obra de arte tiene una duración siempre limitada. Este tipo de actividad artística tiene ciertos precedentes en el Dadá, en el futurismo y en el constructivismo ruso pero no será hasta los años 60 cuando se empiece a desarrollar tal y como lo entendemos hoy, y hasta los 70 cuando sea plenamente aceptada como un medio artístico con derecho propio. 

El trabajo de una acción puede presentarse a solas o con un grupo, con iluminación, música y efectos visuales elaborados por el propio creador o en colaboración, y puede ser representada en lugares que varían desde una galería de arte o museo hasta un espacio alternativo, un teatro, un café, un bar o, simplemente, una esquina de la calle. El Contenido rara vez sigue un argumento o una narración tradicional. 

La acción puede ser tanto una serie de controlados gestos íntimos como teatro visual o gran escala que puede durar desde unos pocos minutos hasta muchas horas, puede representarse sólo una vez o puede repetirse varias veces, con o sin guión preparado, improvisando de manera espontánea o ensayando durante, semanas o meses. Según Lucy Lippard “La performance está viva en el presente”.

¿Por qué el arte, como componente separado y especial de la realidad, ya no debía presentarse como tal? ¿Cuál era el motivo para disolverla en la realidad? ¿No es justamente la ficción que se encuentra en una obra de arte lo que nos fascina? 

¿No es lo “diferente” del arte lo que acentúa la visión de la realidad?.

Actualmente el arte ya no reconoce fronteras. En su milenaria historia ha desarrollado una variedad ilimitada. No existe nada que no exista. Las formas artísticas se entrelazan. 

Analicemos los siguientes casos: 

Joseph Beuys en una de sus primeras acciones, se titula: “Como explicarle el arte a una liebre muerta”.En ella Beuys untó de miel su cabeza y la cubrió de púrpura de oro. Luego bañó su cuerpo en aceite y se vistió teniendo en su regazo una liebre moribunda. Año 1965.1 

El australiano Stelios Arcadius, más conocido como Stelarc, pasa tres días en una galería de Tokio, atrapado entre dos tablas colgadas de un haz de estacas, con la boca y los párpados cosidos con hilo quirúrgico. La obra se titula “Performance para soportar la estructura”.2  

Rudolf Schwarzkogler  realizaba  en el estudio de Cibulka frente a unos pocos amigos, la imagen fotográfica muestra la forma corporal como proceso clínico de castración y mutilación física. 

La pregunta ante estas acciones ¿La performance debe tener límite? ¿Cuál? o ¿Cuáles?

Pero si no hay límite ¿Cuándo deja de ser arte para ser una acción provocada sin intención por la misma?

El cuerpo como límite ¿? Junto con gran parte de las performances que tuvieran lugar en los años 60 y 70 en el ámbito artístico europeo y americano, el accionismo vienés aparece como fenómeno de límites y más aún de traspasa, transgredir, desbordar los límites. Pero ¿qué limites? Los límites de la obra, del soporte, del propio cuerpo, de la mente, del arte. Los límites del instinto, de la razón, del dolor, de la sexualidad, de la cultura, la sociedad y la historia. Y más allá del límite: asaltar, invadir, sumergirse en las zonas excéntricas de lo prohibido para hacerlas propias.

El cuerpo es llevado al límite, y el límite es traspasado: herido, mutilado,  lacerado. Caso de los artistas accionistas Nitsch y Schwarzkogler, cuyas acciones son rituales de castración, liturgias de lo obsceno y de lo sagrado. Pensamiento de los accionistas vienés era que para crear, pues, hay que destruir el cuerpo: conducir la acción al borde, más allá del límite. 

En suma, una performance se diferencia de una acción cotidiana, cuando, a pesar de tener las mismas cualidades accionales, resulta transfigurada y esto supone actualización semántica, pensamiento e interpretación. Dice Danto. 

Cuando observas una jornada de acciones tienes que ir preparado a pensar como filósofo y como artista .Lo que no podes es ver e irte, hay que pensar. Pensar sobre cuál es la declaración que hace allí el artista y que significa su obra. Tienes que leer, tienes que pensar y mirar. Tienes que trabajar para hacer la lectura artística, para que poco a poco la obra te revele sus secretos. 

Hacer “Lectura artística” 3 es para Dantó, encontrar en ella una forma de ver el mundo. La transfiguración del lugar común. 

Frente a las preguntas ¿Puede un acontecimiento “cotidiano” ser arte?, cotidiano cabe aclarar, situaciones relacionadas al quehacer diario e involuntario, quizás por obligación que en su momento sin análisis pasa desapercibido, pero con una observación y representación artística, uno se detiene a pensar y decir: esto lo hice yo, hace una semana atrás, o simplemente  crear una barrera a todo lo que se puede decir arte acción.

Ante la pregunta podría responderles que, efectivamente, cualquier acción puede serlo, pero esto no quiere decir que cualquiera debe serlo: lo será si puede “exteriorizar una forma de ver el mundo”, o mejor, si puede “hacer mundos”-Goodman.4 

El arte contemporáneo – de hoy- se caracteriza por su nomadismo, por su pluralismo. Hoy, en arte, todo es posible. No podemos decir que un estilo se imponga por sobre otro. No hay ninguna normativa predominante.

No cuenta la capacidad del ojo de juzgar lo bueno y lo malo, como quería Greenberg. Y no es casual que él dejara de hacer crítica en el momento en que el arte se vuelve más reflexivo .El ojo no puede explicar porqué las performances son acciones artísticas.5

Ahora bien, tenemos varios límites, o no. Nuestro cuerpo puede ser el límite de la performance, eso lo podemos comprobar; pero el límite de la” ficción” y la “realidad”¿?  ¿Cuál es?.Creo y lo compruebo en cada performances que realizo que  cada uno., es decir, cada artista coronará el límite de su acción, performance o happening. 

Con su cuerpo, su mente, su Cultura, el tiempo, la sociedad, la sexualidad, etc. serán parte e instrumentos de fronteras invisibles con lo real y lo ficticio.

Abriendo así a  un camino de interpretación simbólica.

1 y 2.  Ana Maria Battistozzi,Ñ publ.”Arte”, Argentina,2003
3. A.C Danto Después del fin del arte,Barcelona,Paidós,1999.
4. C.f.Nelson Goodman “Cuando hay arte”,Maneras de hacer mundos,Madrid,Visor,1990,pp.87-102.
5. C.Greenberg,”Modernist Painting”, en John O’ Brian (comp.),Clement Greenberg:The Collected Essays and Criticism,vol.4 Modernism with a Vergeance: 1957-1969,p 85-93.


Orientación Bibliográfica 

KRAUBE, Anna Carola  “Historia de la pintura del renacimiento a nuestros dias”,Alemania, P. 121y122,1995.
OLIVERAS, Elena “La estética del fin de siglo” fragmentos, cap IX, Buenos Aires,Ariel Filosofía,2005.
PIEDAD,  Soláns “Accionismo Vienés” Arte Hoy, Nerea, Madrid,2000.
SAGRARIO Almazán Aznar “El arte de acción” Arte Hoy,Nerea, Madrid ,2000,p.8 y 9.