artista Clemente
Padín |
¿Qué podemos esperar del
arte? La realidad en la que nos
movemos consta de áreas diversas no necesariamente autónomas sino interrelacionadas.
Así la política, la religión, la sociedad, la cultura, etc., forman
un todo que no absolutamente estructurado sino procesual, en constante
movimiento e interacción. Por estar interconectadas cada cambio en
cualquiera de esos ámbitos, forzosamente, influenciará en los demás.
Así, p.e., el descubrimiento de la Teoría de la Relatividad intervino
y produjo cambios en casi todas las áreas de la actividad humana,
incluyendo al arte.
El arte es una de esas subáreas (del complejo "cultura") y el artista es su productor. Al crear o producir el artista intenta realizar su esencia, es decir, su "humanidad", dando cuenta de su "ser en el mundo" (Sartre). A través del dominio de la naturaleza y en virtud de los grandes adelantos tecnológicos en la producción mercantil, el hombre está capacitado para producir más y más productos fuera de las necesidades medias y prácticas de su existencia. Es precisamente esa capacidad de producir excedentes lo que permite la satisfacción de requerimientos menos concretos y urgentes, hasta llegar al nivel de las necesidades más específicamente humanas: el arte, lo simbólico, lo estético. Por ello su rol es esencial ya que se constituye en el fundamento y pilar de la progresiva (porque aún no ha terminado) "humanización" del hombre. La obra de arte, a partir de su condición de "producto de comunicación", al exigir la participación de, por lo menos, dos interlocutores, en situación de "diálogo" activo, impone una de las características prominentes de lo "humano": la relación social. Para que esa relación perdure será necesario el respeto por el "otro" y no imponerle arbitrariamente nuestro poder a través del "habla", ya sea verbal, musical, gráfico, performático, etc. (tal cual lo ha hecho, a través de la historia, p.e. "el diálogo entre las civilizaciones" o "el diálogo cultural norte-sur").
¿Qué puedemos esperar de la performance? La performance, en razón de su característica
contestataria y marginal, se ha transformado, en tanto forma de expresión
artística, en uno de los medios idóneos para comunicar la constante
insatisfacción que puede provocar en algunos la injusticia y la inhumanidad
propias del sistema que vivimos y ofrece, generosa, las vías adecuadas
para su denuncia. Pero, no nos engañemos: también es idónea para
expresar cualquier contenido. Los temas están implícitos en el seno
de la vida social por lo cual no importan cuáles son sino que importa
cómo expresarlos en la obra performática.
La suma de lenguajes confluyendo
en una sola obra se hizo realidad con la aparición de la performance. Pero no
a la manera de una opera musical, en donde cada arte conserva su
especifidad, es decir, tanto la música, como la danza o el vestuario
y el decorado pueden ser separados sin pérdida de información como
en el poema ilustrado o poema de figuras. En la performance confluyen
todos los lenguajes posibles, no sólo el movimiento del cuerpo sino,
también, toda una serie de elementos sígnicos, en situación "de
expresar" tales como el sonido, la luz, las instalaciones escénicas,
los gestos, etc., puestos allí para conformar una totalidad de expresión
artística.
La performance es un arte de "expresión escénica", un arte formalmente similar al teatro u otras artes escénicas como la danza, la opera, etc., en las cuales la conjunción de lo espacial y lo temporal es decisiva. En el caso de la performance estas funciones no tienen límites: temporalmente pueden durar desde un segundo a un año y espacialmente desde el locus personal hasta el universo entero. La performance consta de tres elementos inseparables: el "performer", la acción que despliega y el público. En tanto el público permanezca en su rol, la performance continuará siendo una expresión artística; si pasa a interactuar con el artista, el evento pudiera transformarse en un ritual en donde existe todo un abanico de opciones que van desde la actitud pasiva del espectador (como en el teatro) hasta su máxima participación (como en el happening). El predominio de uno u otro soporte o de una forma artística en particular le impone determinaciones del tipo de "video-performance" o "performance poética" o "performance digital" o "instalación cum performance", etc. en donde se destaca el soporte predominante aunque el instrumento expresivo, sigue siendo el cuerpo humano. Lo que destaca a la performance de los demás géneros y de las demás artes es su característica de arte de la "presentación" y no de arte de "representación"
¿Qué se puede esperar de
mis performances? En las performances, que realizo
desde 1970, espero expresar mi ser, mis preocupaciones y mis esperanzas.
En tanto
miembro de una comunidad y de una cultura determinada no puedo dejar
de expresar, aunque quiera lo contrario, los contenidos propios de
esa unidad inconsútil. En mis obras pretendo glorificar nuestro ser
y nuestro mundo poniendo en evidencia lo mejor de nuestra existencia
pero, para ello, debo poner en evidencia todo aquello que hace imposible
aquella aspiración. Es decir, expresar no sólo lo bueno y maravilloso
de la vida sino, también, denunciar todo aquello que vaya contra
ella: la injusticia, la arbitrariedad, el ultraje, la infamia y todas
aquellas iniquidades que pudiera asumir lo que, ideológicamente,
conocemos como "inmoralidad". Por ello, mi obra, no sólo
las performances, asumen un carácter de reivindicación, de reclamo,
de política en el buen sentido, tratando de influir, en lo posible,
en la restitución de la justicia y la dignidad. |