Cultura "basura", fenómenos de masa, cómics, televisión, móviles, graffitis, internet, señales de tráfico... generan nuevos lenguajes aceptados com los que comunicamos a diario.

Las obras de Mario J. Drassolt que se expondrán en el Convento de San Agustín recurren a iconografía y lenguajes recientes, completamente nuevos y universalmente aceptados con los que comunicarnos a diario, para mediante ellos poder acercarse más directamente al espectador para conseguir el propósito principal; contar una historia o un mensaje y que cualquier persona lo pueda entender, de una manera próxima y al alcance de todos. Algunas pinturas están compuestas como cómics y aprovechan sus recursos lingüísticos característicos, pero no están realizadas de una forma propiamente narrativa. La estética es similar, viñetas, bocadillos y dibujos, trazados de forma esquemática, como monigotes. La reducción de las formas y los colores centra la carga expresiva a un único punto. El contenido de las obras suele estar cargado de humor y sátira y esconden un drama de extremo cinismo.

La idea principal de estas obras viene a cerrar la puerta de la descontextualización como medio para las obras de arte que tanto se llevó a cabo durante el siglo XX para abrir la puerta del beneficio del lenguaje de la comunicación, tan importante y fundamental en el siglo XXI.