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artistas

Perejaume
http://micasaesmimundo.blogspot.com.es

Exvotos
Galería Soledad Lorenzo
9 junio - 16 julio, 2011
Madrid

http://www.soledadlorenzo.com

 


[
arte y naturaleza ]

 

 


 

Exvotos, del artista y escritor Perejaume, es la exposición que veis sobre estas líneas, en la galería Soledad Lorenzo de Madrid. Me encanta este artista siempre fiel a si mismo, incapaz de hacer concesiones a la galería, que nos muestra con honestidad sus inquietudes artísticas y vitales: la relación del hombre con la naturaleza, su convivencia con los cuatro elementos. Y lo hace desde su enorme sensibilidad con maneras exquisitas, siempre teñidas de romanticismo

Exvotos hace referencia a algo sagrado. Para muchas culturas, el árbol lo fue, como el fuego o el agua, los elementos presentes en esta muestra. Tierra, aire, fuego, agua. Naturaleza. Como exvotos, nos muestra rocas y troncos de árbol, cortezas, realizados en ceras y resinas. Un conjunto de espléndidas fotografías de árboles. A la izquierda, niños con palmas encaramados a las ramas. Hojas de palma, hojas de celebración. En la fotografía de la izquierda, tambores bajo su sombra. Tambores rituales? La celebración de la naturaleza.
Joyas para adornar sus ramas. Sortijas, brazaletes, pulseras. Piedras, marfil, metales. Todo un mundo de sugerencias. Alabanzas, rituales de celebración, adornos y ofrendas.

En la siguiente sala se muestra un vídeo, realizado por Perejaume en 2011, en el que vemos una hoguera al lado de una fuente. El crepitar del fuego se mezcla con el susurro del agua. Uno al lado del otro. Otra vez los cuatro elementos: cae el agua a la tierra; de la tierra, se eleva el fuego hacia el aire. Unas imágenes hipnóticas. Había un fuego delante de una fuente y veía cómo resplandecía, es su título.

El segundo vídeo se titula Surar, palabra catalana que, si no me equivoco, tiene relación con "flotar" y con "alcornoque". Estoy sola en la galería, de manera que me siento ante la pantalla y puedo centrarme en las imágenes sin distracciones. Un árbol. Un árbol, uno de tantos, bien anclado en la tierra, es cortado y arrastrado por unos hombres a través del bosque, de las calles de un pueblo, de las vías del tren, de la playa, hasta el mar. Allí es abandonado, sus ramas hundidas en el agua. Poderosísimas y poéticas imágenes, con un gran poder evocador. El movimiento de la copa del árbol arrastrada por el suelo, balanceándose al ritmo de sus captores, es de un gran dramatismo. Como apunta el crítico de arte Calvo Serraller, parecen costaleros cargando un paso de Semana Santa.

 

En la sala superior, una espléndida colección de dibujos.