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Un signo de interrogación sirve tradicionalmente para terminar las preguntas, pero en el lenguaje escrito coloquial (sms, chats o redes sociales, por ejemplo) se usa cuando algo nos sorprende o no lo entendemos. Por otra parte un oxímoron es la combinación de dos palabras opuestas, y una paradoja es una acción inverosímil que sin embargo se presenta como verdad. Estos tres términos, ?, oxímoron y paradoja componen el descriptivo título de la exposición y tienen en común que quieren hacer ver al espectador y a los periodistas que somos conscientes de la manipulación de los medios de comunicación y de cómo el poder político se sirve de los mismos para anestesiar nuestros pensamientos. ?, oxímoron y paradoja está compuesta por 9 obras en diferentes formatos que conforman un discurso unitario y claro a través del cual el autor, Miguel Soler (Sevilla, 1975), nos interpela sobre cómo se produce la información, cómo se manipula, cómo llega al espectador y cómo el dinero juega un papel importante en este proceso. Para esto se sirve de una actitud, cómo le tilda Javier Díaz Guardiola, de inconformista diplomático, y pone ante nosotros unas máquinas interpelativas que nos devuelve el reflejo de cómo nos conformamos con una visión parcial y superficial de la información. Hay varios elementos de los que el artista se sirve como recurso, que son archiconocidos y fácilmente entendibles: los bocadillos que se usan en los cómic para introducir las palabras o pensamientos de los lectores, los signos de las monedas más poderosas y el signo de interrogación. M. Soler los usa como un elemento icónico, como una imagen con la que conectar con el espectador para indicar que estamos tratando un lenguaje hablado y que estamos hablando de comunicación donde el mensaje es importante. Sin embargo en muchas ocasiones el contenido se distorsiona y no llega a nosotros de forma objetiva sino totalmente mediatizado y es en este punto donde a través de una sutil actitud crítica el autor centra nuestra atención. Podemos ver los bocadillos de los cómic en prácticamente todas las nueves obras. En ...no hay nada escrito Miguel Soler usa este recurso multicolor sin nada en su interior. Este no haber nada escrito nos lleva a reflexionar sobre la importancia de la objetividad del mensaje de los políticos y los medios de comunicación. Resalta también la importancia de la libertad de expresión a través de la alusión en el título a refranes. En conexión directa con esta obra está ¿…? otro signo fundamental en el discurso, la interrogación, y en la labor de un informador, es decir la capacidad de cuestionarse la información y, a través del rigor, llegar a lo más cercano a la objetividad. Es un signo que no necesita traducción y que adquiere en su obra un valor meridiano y sirve para cuestionar la ética periodística. Ésta será cuestionada también en ? con una interrogación en pan de oro que adquiere un valor visual cercano al de una escultura, introduciendo ya por tanto la idea de poder cuantificable. Siguiendo el hilo conductor de las obras y su disposición en la sala nos encontramos con 5w & 1h, es decir, una de las teoría más usadas en el periodismo que el autor cuestiona al disponer imágenes que han salido en diferentes medios y que a pesar de su aparente veracidad son cuanto menos paradójicas ya que el periodismo se plantea muchas “W” pero un sólo “H”, es decir, cómo prevenir o solucionar lo que se está informando. El uso de los bocadillos y, ahora, las cabeceras de diferentes noticiarios de todo el mundo conforman la pieza El muro de las justificaciones sobre supuestos espacios para informar a las personas que realmente juegan a la desinformación ya sea por falta de rigor o por sobresaturación. Miguel presta especial atención a los discursos de los políticos que ocupan los medios de comunicación. Con la obra Utopías contradictorias el autor contrapone en una mismo plano palabras que realmente son opuestas y que, sin embargo, podrían haber sido dichas por políticos con el beneplácito del receptor del mensaje y del emisor del mismo. Por último y para cerrar la exposición nos encontramos con las obras que hacen referencia directa al poder. CASH y Todo el mundo habla de lo mismo nos hablan del dinero y el conformismo y cómo las monedas cuentan con un signo que en muchos casos lo es de prestigio y se usa en moda, joyería, etc.
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