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Esta
tercera edición de Pequeñas historias del cine está dedicada
al escocés Norman McLaren, conocido como “el poeta
de la animación”. Su singularidad radica en unir el
cine experimental y de vanguardia con la tradición ilusionista
de los espectáculos de animación cinematográfica.
McLaren nació en Glasgow en 1914 y con tan sólo veinte
años, el descubrimiento de las filmaciones de los rusos
Eisenstein y Pudovkin supuso un cambio en su forma de concebir
el cine, que trascendía el mero entretenimiento y se alzaba
como un gran medio de expresión.
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