El Centro Cultural Border es un espacio autogestivo dedicado al
arte contemporáneo emergente a partir de nuestros programas
de producción, formación, investigación y
vinculación enfocados en las artes visuales, arte multimedia
y graffiti.
Los programas de PRODUCCIÓN Y VINCULACIÓN generan
la infraestructura adecuada para que los artistas, diseñadores
y graffiteros que inician el ejercicio creativo y discursivo puedan
alcanzar posicionamiento local y nacional a partir de exposiciones,
intervenciones, publicación de portafolio en medios locales
y nacionales, artículos y reseñas sobre su obra,
y vinculación con otras galerías e instituciones
de carácter nacional e internacional. El objetivo principal
del programa de PRODUCCIÓN es fomentar los procesos de cuestionamiento
y experimentación con el fin último de incidir en
la definición y evolución de la identidad estético – discursiva
del artista emergente vinculado al Centro Cultural Border. El objetivo
principal del programa de VINCULACIÓN es contribuir en el
proceso de legitimación del artista emergente vinculado
al Centro Cultural Border.
Bajo esta premisa han intervenido en los muros de Border los mexicanos
Dhear, Yuste, Kibe, Fair, Smithe, News, Stnk, Neuzz, Eyel, Heráclito
López, Seher, Kubo, Siamés, Vinicius Marquet, Segoval,
Ciler, Ashes, Uncolor, HEM Crew, VEW Crew, Saner, Stunt, Motik,
Amor Muñoz, Dulce Chacón, Helena Fernández-Cavada,
Mora Diez, Rafael Uriegas, Dr. Lakra, Gustavo Abascal, Olga Olivares,
Rita Ponce de León, Game Over Crew, Dr. Alderete, Luis Aguilar,
Gerso, Boncks, Trash, Ana Arciniega, Lorena Mal, Fernando Pizarro,
Ramiro Chaves, Enrique Minjares, Trash, Tahres, Miguel Ángel
Patricio, ana Arciniega (Guadalajara), Andrea Sicsik (Guadalajara),
Rubén Leyva (Oaxaca), La piztola (Oaxaca), Carlos Olvera
(Monterrey), Los de la Efe (Monterrey), Topiz (Gdl), así como
los extranjeros Duce (EUA), Btoy (España), Lolo (Argentina),
Doma tv (Argentina), El tono (España), Ecla (Francia), Above
(EUA), Ripo (EUA), Gualicho (Argentina), Roman Maeder (Suecia),
M1ro (Francia), y Tristan Eaton (EEUU).
LIVRES D’ARTISTES, L’INVENTION D’UN
GENRE 1960-1980
(Libros de artistas, la invención de un género
1960-1980)
Parte II
En agosto de 1997 viajé a París, sola. Si no mal recuerdo me pagué el
boleto de avión y la estancia trabajando, en Roma, como babysitter y con
algunos de los que deben haber sido mis primeros encargos como diseñadora
gráfica.
En ese entonces la Bibliothèque Nationale de France había montado
una exposición titulada Livres d’artistes, l’invention d’un
genre 1960-1980. De la exposición conservo un catálogo (me costó 30
francos). En la página 28, junto a la ficha técnica que describe
uno de los libros exhibidos, hice una anotación. Transcribo tanto la
ficha como mi nota.
253. On Kawara. I Went, I Met, I Read, Journal. 1969. Köln, Buchhandlug
Walther König, 1992. 300 ex. 4 vol. 28 x 21,5 cm., non paginés. Emboîtage
cartonné.
4 libros
I read - ¿? (me imagino que las cosas que leyó día x día
en 1969)
I met - (Las personas que conoció día x día)
I went - (Mapa de NY con el trazo en rojo de los lugares a los que fue día
x día)
Hace unos 8 meses, César me ofreció que visitara su biblioteca
y consultara los libros que quisiera. Encontré el libro de On Kawara que
había visto en la exposición 10 años antes. Lo hojeé despacio
y regresé a casa a buscarlo por Internet para comprarlo. No lo ordené (£240
4 boxed volumes) porque mi tarjeta estaba a full y como planeaba renunciar a
mi trabajo tenía que ahorrar. Resignación. No conecté estos
dos eventos sino hasta hace 4 días cuando, buscando referencias para escribir
un texto de presentación a la exposición, recordé la existencia
del catálogo y cuando, hojeándolo, llegué a la página
28.
Nada mejor que lo que acabo de contar para entender el sentido de esta exposición
y de los artistas que la integran. Cada uno se conecta conmigo. ¿Por qué libros?
Porque los colecciono, no sólo los de artistas y por supuesto no los he
leído todos pero me gusta tenerlos, acordarme de uno, buscarlo y confirmar
que son parte de mí. Los compro por la encuadernación, por su diseño,
por la temática, por el papel en que fueron impresos, porque me los recomendaron,
porque me gustan. ¿Por qué de artistas? Porque antes que nada
son amigos (o libros de artistas que compraron amigos), porque me gusta su
obra y
porque son libros.
El cuaderno rojo de Adriana me recuerda a la pared que rayoneó en Art & Idea,
junto con los demás integrantes de Bondarchuk, y la imagino sentada en
el despacho de abogados, un poco aburrida, dándole sentido a las horas
de recepcionista rayando con tinta roja, tinta azul en un cuaderno Scribe.
No paré de reír con El Cuaderno de Mosquitos de Luis y lo compré.
Faltaba mucho para presentar mi renuncia. Marco Arce y Roni Horn son producto
de una larga tarde compartida en el estudio del primero. Hablamos de su obra,
de los libros y de pronto apareció con muchos, muchos libros de Horn;
y llegué a casa a las 10 de la noche.
La caja de madera que contiene acetatos es de Andrea, el objeto en sí se
antoja y los dibujos son monstruos, manchas, color y todos en transparente unión.
Además, las dos hacemos yoga y no dejamos de compartir extensas conversaciones
del cuerpo y la vida.
El libro de Gaby fue el primer libro de artista que compré. Fuimos a comer
a Café Tacuba. Creo que me costó $1,500, o ¿fueron $3,000?
On Kawara, ya confesé por qué.
Dicen que las segundas partes nunca son buenas. No me importa.
Analía Solomonoff, Ciudad de México, 2008