The Glass Wall: dos personas están continuamente conectadas por un dispositivo electrónico que les permite intercambiar órdenes mutuamente, de manera que el comportamiento de cada uno está condicionado por el del otro y viceversa,

La Multitud es una performance desarrollada con el coreógrafo David Hernández. Se trató de una performance parasitaria, esto es, dependía de la audiencia que presenciaba otra representación. Durante un festival o algún otro evento teatral, se anuncia a la audiencia que otra nueva actuación está a punto de comenzar en otra sala. La audiencia entra, guiada por siete u ocho de los mismos performers disfrazados de espectadores. Una vez en la habitación vacía, la audiencia forma un círculo, dejando un espacio vacío en el centro instintivamente . La performance nunca tiene lugar, pero, mientras esperan, prácticamente cada gesto ligeramente especial (tomar una fotografía, buscar algo en un bolso, risas) es interpretado como el comienzo de la performance, y estas expectativas son manipuladas ingeniosamente por los performers disfrazados de miembros de la audiencia, quienes intentan mantener la expectación tanto como sea posible, hasta que finalmente la audiencia comienza a salir de la sala.