Almandrade (Antonio Luiz M. Andrade) utiliza un vocabulario pictórico o lingüístico que se desarrolla entre la geometría y el concepto llevados a lo mínimo. El significado pasa a un segundo plano porque el objeto se aleja de la literatura para dar más importancia a la forma, al significante, que se convierte en la esencia de la poesía. Un proceso vinculado a la experiencia y al pensamiento que acciona ciertas condiciones subjetivas del conocimiento donde la obra se completa de maneras diferentes en la imaginación de cada espectador.

Juan Carlos Romero trabaja a partir de técnicas gráficas, normalmente, sobre la base de la organización de una información visual preexistente. En el proceso expande el estudio formal de los sistemas materiales de la obra de arte hacia un análisis donde lo verbal y lo icónico convergen en una forma de arte de síntesis. El objetivo es lograr el entendimiento de lo real a través de la percepción que se efectúa con la participación activa del público en la obra.

Graciela G. Marx busca la cooperación y la co-creación como eje de los nuevos modos de hacer sin negociar. Proyectos de participación colectiva para crear un producto espacial, global y a-territorial. Graciela junta, sin ordenar, los signos y símbolos que han sido materializados mediante una co-participación donde el receptor se ha vuelto autor y el autor receptor. La obra desaparece como marca (mercancía) para convertirse en regalo.