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Graciela Gutierrez Marx
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El Archivo de la (mi) Naturaleza = Biografemas
Museo  de Arte Contemporáneo Raúl Lozza, Alberti
Agosto del 2006


 

 

 

 

Graciela Gutiérrez Marx nos ofrece  su producción reciente denominando a la presentación: Naturaleza y Artificio.
 

Un conjunto de Biografemas donde sintetiza varios componentes de su proceso creativo, por cierto extenso y fecundo.  Su trayectoria  como escultora, pintora, grabadora y por sobre todo artista experimental y artecorreista da cuenta de ello.  Una artista profundamente reflexiva   que viene creando desde hace tiempo redes materiales e inmateriales de comunicación creativa. Una cultora de los juegos del lenguaje,  generando nuevos términos para sus formas plásticas y otorgando en la dinámica del vínculo  nuevos   sentidos que se alejan de las clasificaciones habituales o previsibles.
 

Hacedora de contexturas, es decir de marcas en contextos diversos, diferentes, en no lugares invertidos al centro, situándose en los márgenes, como parte de la oscilación entre lo global y lo regional. Como en  muchos creadores  experimentales latinoamericanos el libre ejercicio del lenguaje  que ella practica es una forma de resistencia.

 

 

Biografemas no son pintura ni escultura,  como la artista lo enuncia, tal vez  estén más cerca del objeto, seguro que si son materialidades de sus encuentros con las imágenes del arte, con las imágenes del  inconsciente, con las imágenes de la naturaleza. Forman parte de sus  escrituras efímeras, de sus huellas, de los recuerdos, del azar, del encuadre.  Una forma de hacer, de pensar, de descubrir naturaleza desde el arte,  y este desde  aquella. Una mirada  que imprime   fragmentos en la inmensidad.
 

El accidente natural  se impone a esa mirada a partir de un hallazgo  fortuito, por intervención del azar; seguramente del azar objetivo de la tradición experimental, de lo onírico,  del caos. Una captura de lo singular, de lo único y lo múltiple, de las superficies, de los vestigios.
 

El objeto  plástico resulta una metáfora cuya operación es mediada por un proceso de deconstrucción de los significados habituales atribuidos al mundo natural.  La reunión de elementos inorgánicos, hierros, llaves, moldes de letras, las marcas del oficio, de la cultura, se junta a lo orgánico reconstruido en las formas, las texturas, las superposiciones de materia, los colores. La alusión al mundo natural capturado por la cámara resulta originaria como experiencia. El azar participa del hacer y el mirar;  el objeto encontrado se nos aparece como un ejercicio que acerca, en un flujo de energía visual y  táctil  el artificio y la naturaleza.  La experimentación  permite  interrupciones en un mundo ordenado.  El azar designa un vacío, un no-ser, un abismo que puede recorrerse cuando se participa de una poética abierta a la contingencia, concebida como aventura. Un momento de caos que produce ciertos fenómenos de orden, de un orden-otro, el de las escrituras que fluctúan entre  la naturaleza y su captura simbólica.

 

Magister María de los Ángeles de Rueda

Directora IHAAA y del Magister en Estética y Teoría de las Artes

Facultad de Bellas Artes de la Universidad Nacional de La Plata.