"Señor Rulfo, ¿por
qué lleva tantos años sin escribir nada? Es que se me
murió el tío Celerino, que era el que me contaba las
historias. Este libro habla de los que dejan de escribir (Rulfo, Rimbaud,
Salinger...) e indaga en los motivos de cada uno para preferir no hacerlo.
Todos conocemos a los bartlebys, son esos seres en los que habita una
profunda negación del mundo. Toman su nombre del escribiente
Bartleby, ese oficinista de un relato de Herman Melville que, cuando
se le encargaba un trabajo o se le pedía que contara algo sobre
su vida, respondía siempre, indefectiblemente diciendo: Preferiría
no hacerlo. En "Bartleby y compañía" se habla
del mal endémico de las letras contemporáneas, de la
pulsión negativa o atracción por la nada. El narrador
del libro, que está escribiendo un diario que al mismo tiempo
es un cuaderno de notas a pie de página que comentan un texto
invisible, demuestra su amplia solvencia como rastreador de bartlebys
al pasear por el Laberinto del No, por los caminos de la que considera
la más perturbadora y atractiva tendencia de las literaturas
contemporáneas, tendencia en la que ve el único camino
que queda abierto a la auténtica creación literaria,
pues para él sólo de la pulsión negativa, del
rechazo, sólo del Laberinto lúcido del No puede surgir
la escritura por venir." |