Aquí lo más interesante es la manera en la que uno
mismo hace las cosas, como uno crea la realidad. Por lo general,
todos creemos que nuestras acciones responden a todo aquello que
pensamos de manera consciente. Sin embargo, durante estos últimos
120 años, el psicoanálisis ha mostrado que, paradójicamente,
la mayor parte de nuestras acciones responden a todo aquello que
se encuentra en nuestro inconsciente, a lo que “no pensamos” ni
recordamos de “manera consciente”. Y si, tal vez a
esto se pueda reducir la terapia psicoanalítica: traer al
consciente aquellos fragmentos del inconsciente que nos conducen
a construir nuestras situaciones de angustia; aprender a “controlar” el
inconsciente, ser conscientes del inconsciente.
Es en el arte y la ciencia dónde se encuentran los más
impresionantes logros de la creatividad humana; creatividad que,
al igual que cualquier acto humano, responde a los impulsos del
inconsciente. ¿Qué sucede cuando el artista “escarba” en
su inconsciente a través de la terapia psicoanalítica?
Por experiencia propia pienso, de manera “consciente”,
que el horizonte creativo se extiende de manera formidable conforme
van cayendo de nuestros ojos ese sinfín de “vendas” –círculos
viciosos- que impiden la evolución creativa. La creatividad
no se reduce a “a ver qué se le ocurre a uno cuando
está parado frente a un cuadro a medio hacer”.
En esta exposición, Psicoanálisis, me he dado a la
tarea de reunir y mostrar parte de las obras que durante estos últimos
cuatro años he creado; procurando siempre establecer, de
manera “consciente”, un puente entre la terapia psicoanalítica
a la que asisto y mi trabajo en el estudio.
Antonio Gritón
Febrero del 2006.