Exposición

"Parc Humà. Una exposició de criatures globals"
comisarios : Iván de la Nuez, Frederic Montornés
Palau de la Virreina, Barcelona, 2002

Parque Humano. Una exposición de criaturas globales es una muestra internacional de arte contemporáneo que está comisariada por Iván de la Nuez (director de Exposiciones del Palau de la Virreina) y Frederic Montornés (Comisario independiente). La exposición explora los límites del ser humano, y al mismo tiempo indaga la posible aparición de un nuevo humanismo. El proyecto se enmarca en el retorno del debate sobre el ser humano, en la línea de las reflexiones del retorno de Sartre -Bernard Henri-Levi-, las nuevas lecturas de La carta del humanismo de Heidegger -Sloterdijk-, la nueva presencia de Marx -Marxhall Berman-, así como los avances genéticos, la clonación, la posibilidad de una reproducción no natural de la especie, mas allá de los discursos fragmentados del cuerpo, la etnia, el género, etc., en lo humano como totalidad.

Las obras seleccionadas para esta exposición apelan a cuestiones tan variadas como la noción del tiempo del viaje, la clonación de los seres humanos, el canibalismo, los instintos más `primarios, el amor y la muerte, el control de nuestros pasos, la eficacia o ineficacia de las relaciones humanas, a la realidad y a la ficción de la misma, a los sujetos migratorios, en resumen al viaje del hombre a través de una existencia minada de obstáculos y destinada a luchar para sobrevivir de a cuerdo a las condiciones de la sociedad en que se desarrolla.

Este es un debate que se realizó on-line sobre la exposición

intervenciones

Marcela Jardón
‘Rodeos’

Antes el objeto estaba detrás del velo. ¿Y ahora no se han invertido los lugares? ¿No se puede pensar el sujeto detrás del velo?

Lo perdido es la narración, y tal vez, es que se trate de otro tipo de narración. Si la palabra no llena la nada, tal vez la llenen los objetos; si los objetos no llenan la nada, tal vez... la tecnología?

Estoy en el párrafo que pones "en la vida ordinaria las palabras-perdidas... ni quieren contar historia ninguna" y insisto en que sí hay historia, sí hay narración. Hay historia cotidiana, de la nada cotidiana, a pesar de los objetos, y a pesar de la tecnología. Narrada de manera diferente a la narración tradicional, en un tiempo también diferente. Se me ocurren los objetos dispuestos de forma no jerárquica, ni casi diacrónica, sino casi sincrónica, en presente. Pienso en la red. Todas las webs están en el mismo nivel, vas de una a otra, pero no existe un orden preestablecido, y siempre es ahora.

No estoy segura de que desaparece la acción, o de que no hay historia. No logro cerrar la idea, pero intuyo que sería posible una otra forma de narración, donde la acción está deliberadamente omitida, u ocultada detrás de los objetos, detrás del "no pasa nada". Se me ocurre otra forma de decir. En vez de organizar una frase con los elementos "tradicionales" (sujeto, predicado /artículo, nombre, verbo, adverbio, etc) organizarla sólo con nombres, sólo con sujetos (objetos), pero en la sucesión aparentemente casual de ellos, sub-siste una historia, porque la elección de los objetos es particular. Son objetos que conforman un contexto determinado y aluden a un hipertexto que me parece es justamente el vacío del hombre, más allá de los objetos cotidianos (o más exactamente en ellos), porque si "no pasa nada" y "todo es igual" ¿donde quedó el sujeto?

No pasa nada a través de la pantalla que forman los objetos. Forman como un muro, que no deja pasar nada. Quiero decir que el vacío sigue existiendo pero donde sólo son importantes los objetos (tienen lugar, "dicen") el sujeto queda fuera de juego, queda negado, en un no-lugar, pero el hecho de que esté en un no-lugar no significa que no existe. Y me parece que se me engancha con la muestra de Parque humano, donde se intenta mostrar una "serie" de objetos-humanos-artistas, aparentemente yuxtapuestos (podría haber más, otros, menos, "es igual"), pero donde el sujeto del discurso es el curador, y de más allá de lo que muestra (enumera, dice) como objetos-contexto (que a su vez aluden cada uno a un aspecto cotidiano) está aludiendo al vacío del hombre, al vacío de humano. Y si esto es más claro en la sociedad del bienestar... bueno, no sé. Intento pensar por qué aparecen los "avatares". Por qué igual sigue existiendo la necesidad de crear un personaje digital, que haga, que actúe.

URL de mundos virtuales: http://www.outerworlds.com/

Amanda Oliveros
‘Posmodernidad y discurso, ideas sueltas’ I

La articulación posmodernidad y discurso psicoanalítico es clave.

Algunas ideas para avanzar en el asunto se me han ocurrido:

1- Hay que empezar por recordar que la noción de discurso en Lacan se refiere al lazo social partiendo de la aporías freudianas que permiten inferir que el objeto que haga el enlace social no existe en ninguna sociedad, pero cuando el goce está tramitado por el significante, en las letras S1, S2, $ ya que están en diferentes lugares según el discurso de que se trate, entonces el goce encuentra un no-todo es posible.

Partiendo de esa condición elemental como aplicarselas a la posmodernidad , cuando si esta es la ideolgía de la sociedad de mercado global sustentada en el discurso de la ciencia, estas dos en su alianza abren la puerta al "todo es posible".

Entonces la posmodernidad está por fuera de ser albergue de los discursos en la acepción psicoanalítica lacaniana.

¿Cómo tratar esa mutua exclusión posmodernidad y discursos?

Se me ocurre por Otra parte que la alianza sociedad de mercado global+ ideología de la ciencia produce en la era de la posmodernidad el borramiento de la distinción de un gran Otro, latinoamericano, asiático, americano, europeo, árabe, para producir un gran Otro unificado en lo que Lacan llama en Kant con Sade, en el fantasma de cada sujeto, el ser supremo de maldad, que correspondería a la pulsión de muerte cruda bajo el imperativo kantiano, en la realizacion de toda suerte de crueldades, de los grupos dominates contra los dominados, y de estos contra los primeros.

Bien me parece que la articulación posmodernidad y discurso tiene que tener en cuenta no sólo el fantasma en acción en el Otro social, en la figura del ser supremo de maldad, en la política de hegemonía y mundialización de la sociedad de mercado global con su agente la ciencia al comando, que no sabe qué quiere pero para quien todo es posible, sino también el fantasma de cada uno cómo se articula a esos universales y se coloca del lado o no del ser supremo de maldad que los lacanianos franceses llamaron el emierdador Universal, expresión acertada, me parece.

Bien de allí resulta que la articulacion posmodernidad y discurso psicoanalítico, no va de suyo, es decir no es fácil y casi, no es posible sin un fantasma construido y atravesado en una cura, pues el fantasma nos coloca del lado de los universales, los imperativos kantianos, entonces tener una posición desde el discurso psicoanalítico, ante la ideología de la ciencia + sociedad de mercado = posmodernidad, pasa por el trabajo con el fantasma singular y cómo éste se articula a lo que comanda el fantasma universal hoy.

Lo anterior implica una posición ética, el discurso psicoanalitico es una práctica que tiene su ética, es lo que se deduce lógicamente de poner cara a cara El fantasma del Otro universalizante de la ciencia + sociedad de mercado = posmodernidad y el fantasma de cada uno.

 

Amanda Oliveros
‘Posmodernidad y discurso, ideas sueltas’ II

En la postmodernidad se pierde la articulación valor de uso con el valor de cambio, y sólo queda el valor de uso, todos = valor de uso, todos pobres ante el capital global. Es algo que ya había leído en autores que trabajan el tema sobre el capital global. Pero experimentarlo en vivo y en directo es otra cosa. Pienso que es eso lo que determina el lazo social aquí, lo curioso es que esos valores de uso están en el imperativo de hacer lazo social por intermedio del consumo, me parece.

Pienso que eso que articulé de posmodernidad y discurso sobre el S1 de hoy el ser supremo de maldad, entonces se trata del valor de uso ante el S1, del capital global, el ser supremo de maldad. Del fantasma de Kant con Sade?

Ese elemento de la estructura explica el retorno de las formas sutiles del campo de concentración, que Lacan anunció en el mundo de la sociedad de mercado.

Los valores de uso que no pueden entrar en la competencia laboral para tener dinero para el consumo, irían fácil al CC. Eso explica algo que ya te dije: aquí tambien existe el cartucho, los desechables, lo que pasa es que su aspecto es maquillado.

Bien, lo que me interesa continuar trabajando en la discusión es si llegan a esa opción por dejar caer el discurso, el lazo social. Esto me interesa, pues de cierta manera la demanda de análisis sólo es posible si se está en un discurso, y no por fuera de lazo social.

De otra parte, yo parto de que no hay grupo ideal sin conflicto, toca saber hacer con ese síntoma de toda agrupación humana. Y sé que esto es un plus que se agrega, al lazo social entre los analistas, pero hay que saberlo administrar, pues estando trabajando en serie con otros, uno avanza, se ve obligado a desplazarse de sus fijaciones fantasmáticas en la teoría a cuestionarse y replantearse errores, validar intuiciones, etc. ¿No te parece que es darle lugar a que el discurso se haga praxis?

Miguel Ángel Peidró

Me parece interesante la línea de trabajo de Amanda Oliveros, desde latinoamérica y además de una sociedad que aspiraba a salir del contexto "latinoamericano" parece ser que el sujeto está necesitado de crear un grupo con el que se identifique frente al Banco Mundial o Mercado Global que lo ha dejado inerme y desvalido (Recuerdo de memoria algo de lo que escribía Zizek sobre el resurgimiento de los nacionalismos), el trabajo en grupo, la patria, la tradición como algo a oponer a ese desplazamiento al desarraigo a la emigración que los colocaría en el último nivel en Europa (el Mercado). El panorama no es muy halagüeño. La paradoja con la que se encuentra una parte de la sociedad que habla de nación o grupo es que se reconoce como individualista y con una desconfianza total en sus gobernantes.

Por otro lado, existen movimientos circunstanciales de economía del trueque, que supuestamente se adaptarían a sociedades pequeñas.


Alejandro Gómez-Franco

Acabo de ver la exposición y lo que puedo decir en principio es que el catálogo promete más de lo que cumplen las obras. Hay pocos trabajos donde verdaderamente se vea una elaboración acerca de *lo humano* más allá de la *ocurrencia* con excesivo afán de originalidad (la serie de zapatos y vaciados de pies, de My Le Thi, es, como concepto, algo repetido hasta el cansancio. Tuve un profesor de escultura en mi paso por la Escuela de Artes de la Universidad de Córdoba que nos decía con mucha humildad que uno de los secretos del arte era tomar un objeto y repetirlo una buena cantidad de veces, solo comprendí cabalmente lo que decía cuando Freud me explicó lo que se juega en la repetición) por otra parte la cuestión de lo humano en el arte es el tema del arte desde siempre.

Sí encontré verdaderamente deslumbrante el trabajo de filmación de Chris Cunningham, Flex 2000, donde, efectivamente, con verdadero arte, trata la imposibilidad de la relación sexual desde el mito aristofánico de la división hasta la castración como condición del deseo.

El trabajo de Lars Arrhenius también tiene su miga, hay algo de joyceano en la bifurcación de posibilidades en el trayecto del camino desde cualquier lugar hasta la casa. Ingeniosa sin duda la forma de decirlo, maravillosamente simple.

Y las fotografías, no recuerdo en este momento de quién son, de rostros en los que han desaparecido los orificios, restituyendo la continuidad de la piel allí donde debería haber un corte. Evocación de lo pulsional por la negación y que hace aparecer al otro en su condición de objeto. Hay una referencia, si recordara donde, en la que se habla de la inquietud libidinal que suscitan los autistas en sus cuidadores.

Las fotografías de Boris Mikhailov de los niños de la calle rusos esnifando pegamento no trascienden su condición de documento que ya hemos visto en infinidad de reportajes.

Joan Pons

Mi interés por la exposición de hoy quedó impactado por la imagen sobre todo de las cuatro fotos de la Serie Dystopia sobre los rostros sólo con nariz pero sin orificios (no tengo el nombre del autor).

Mi reflexión para el grupo era sobre los sentidos. Si ya no sirven esos sentidos que tradicionalmente ha utilizado "lo humano" para ver, hablar o escuchar, para conectarse con el mundo sensible, como parece que el artista de las cuatro fotos sin orificios en el rostro puede transmitir que no hay salida a lo sensible para ese vertiginoso modelo social con una potente imagen globalizante que te deja ciego, mudo y sordo..., ¿ pero eso no es el Significante ?

Y mi pregunta es, si a partir de ahora tendremos que abrir esos sentidos a otras maneras de domesticarlos, a una nueva forma de ver, hablar, escuchar ¿ cómo introducir en la educación y en el espejo actuales la apertura de la falta de lo humano como camino para la emergencia del deseo y así poder ver, hablar y escuchar la diferencia del otro sexo, del otro color de piel, del otro vecino, del otro en uno mismo… ¿cómo se conectaría esa otra mirada, esa otra voz, esa apertura a la diferencia del otro, (todos esos menos) con la pujante economía de la globalización ?... ¿ o es sólo con el Significante?


Marcela Jardon

Me han quedado algunas cosas como telón de fondo, desde el otro día, que no termino de pensar, o más bien de cerrar, y ahora, con el texto que envías, se me arman algunas, otras. Tú hablas de la falta de unidad de lo humano, y me hace pensar nuevamente en la multiplicidad, en la infinidad de diferencias, tantas que nuevamente caigo por un lado en el individualismo y por consecuencia en la soledad, ( creo que el otro día en la tertulia se habló algo de esto) y por otro en la idea de "hermandad", de "fraternidad", (no sé cuál sea exactamente el término ya que no hablo de la hermandad rosacruz, ni de un grupo hippie) la idea de igualdad que te comentaba en tu casa es para mí uno de los destinos del nuevo humanismo.Y ya te diré algo en relación con esto y el tema de la clonación.

Por otro lado, tú hablas aquí del "parque" como reserva. Parque es un área limitada. Es límite. Hablábamos en tu casa de la caída de la ley. ¿Pero qué con los límites? ¿No están funcionando como una especie de ley? ¿Qué del control que aparece en la exposición con la historia de las cámaras? Tú hablas de que una sala no lleva a otra, y pienso: es que son todas "hermanas". Tú hablas en una parte de la falta de lo humano, y supongo te refieres a la "humanidad del humanismo" pero se me ocurre que siguiendo la variedad y crudeza de las "escenas" de la exposición, tal vez de lo que se trate sea de ampliar la idea de lo humano, para poder incluir en ella otros aspectos desgarrantes de lo humano, así como en la historia se fue ampliando la visión o la idea del hombre. Quiero decir incluir lo hasta ahora in-humano dentro de lo humano, para borrar un límite ya caduco, pero generar uno nuevo. ¿No entiendo por qué usas el termino pre-humano. porque luego del humanismo, tal vez vendría el meta-humanismo?

Con respecto a lo que hablas del lugar / no-lugar, también me parece muy "humano-contemporáneo" desde que cotidianamente pasamos más tiempo en no-lugares que en lugares: en escaleras, en andenes, en pasillos, en el metro, en el bus, en el ascensor, en la carretera, en el avión, camino a, en tránsito desde hacia Y volvemos a caer en el tema de los viajes. bueno, nada. Creo que comparto plenamente tu afirmación de que el arte es meramente información. Imagino que muchas de las palabras que tú utilizas tienen para ti un sentido y para mí otro.