Exposición "Parc Humà. Una exposició de
criatures globals" Exposición colectiva de arte contemporáneo
que Pago, antes de empezar el encuentro: Confirmación y preguntas : geifco@teleline.es
Parque Humano. Una exposición de criaturas globales es una muestra internacional de arte contemporáneo que está comisariada por Iván de la Nuez (director de Exposiciones del Palau de la Virreina) y Frederic Montornés (Comisario independiente). La exposición explora los límites del ser humano, y al mismo tiempo indaga la posible aparición de un nuevo humanismo. El proyecto se enmarca en el retorno del debate sobre el ser humano, en la línea de las reflexiones del retorno de Sartre -Bernard Henri-Levi-, las nuevas lecturas de La carta del humanismo de Heidegger -Sloterdijk-, la nueva presencia de Marx -Marxhall Berman-, así como los avances genéticos, la clonación, la posibilidad de una reproducción no natural de la especie, mas allá de los discursos fragmentados del cuerpo, la etnia, el género, etc., en lo humano como totalidad. Las obras seleccionadas para esta exposición apelan a cuestiones tan variadas como la noción del tiempo del viaje, la clonación de los seres humanos, el canibalismo, los instintos más `primarios, el amor y la muerte, el control de nuestros pasos, la eficacia o ineficacia de las relaciones humanas, a la realidad y a la ficción de la misma, a los sujetos migratorios, en resumen al viaje del hombre a través de una existencia minada de obstáculos y destinada a luchar para sobrevivir de a cuerdo a las condiciones de la sociedad en que se desarrolla. LA TERCERA ODISEA Es factible una aparición no burguesa del self-made-man (el hombre literalmente hecho a sí mismo) y, asimismo, una posibilidad no comunista del Hombre Nuevo (un ser con mínimas filiaciones pasadas capaz de repetir el dictum de Marx según el cual tos hombres se parecen más a su época que a sus padres). En 1966, Michel Foucault concluyó Las palabras y las cosas con una afirmación que marcaba un límite en el pensamiento moderno. El escritor francés refirió, entonces, una probable desaparición del hombre. Si las razones que lo habían encumbrado como centro del saber moderno un día cualquiera desaparecieran - afirmó Foucault -, entonces el hombre también desapareciese "como en la orilla del mar un rostro de arena" Es imposible hablar hoy de humanidad sin referirse a Sloterdijk, y a su referencia del hombre, no como tema del saber moderno, sino como especie. A través de libros como En el mismo barco, Normas para el parque humano, Eurotaoismo o la serie Esferas, este filósofo ha disparado sus dianas al corazón de blancos sagrados de la cultura occidental, con ideas que apuntan a la filosofía como un género literario y “una epístola que unos hombres han escrito para otros", al fin de los días de la literatura como "portadora de los espíritus nacionales", la intención de tratar, "como clásicos, a Cicerón y a Cristo", el sentido de la política después de la modernidad, un probable renacimiento asiático en Occidente, la necesidad de un estudio adecuado sobre la monstruosa cohabitación entre los hombres y los animales domésticos, la filosofía como ginecología y la posibilidad abierta – en el límite de todas estas esferas - por la genética y la manipulación de la especie. Sloterdijk desgrana sus ideas desde Platón hasta Heidegger; desde el entertainment greco-romano hasta la televisión actual, para exponer la infantilización y banalidad creada tras la ruptura de la tradición epistolar que significó la filosofía durante 2500 años, situación que hoy marca los modelos de la cultura global y margina la posibilidad de “síntesis políticas y culturales sobre la base de instrumentos literarios, epistolares y humanísticos". Deshilvanados estos puntos, de la lectura que hace Sloterdijk de Platón, Nietzsche y, sobre todo, de La carta por el humanismo, de Heidegger, resalta su aproximación al hombre como la única especie que se divide entre los que educan y los que son educados. No es casual, al respecto, la abundancia de niños en el arte contemporáneo. No es casual tampoco, que sean desproporcionados, como los Big Baby de Ron Mueck, las figuras desmesuradas de Jenny Saville, los niños precoces de Boris Mikhailov, o niños "viejos", con la necesidad perentoria de reproducirse y educarse al mismo tiempo, hay en ellos, simultáneamente, un exceso de experiencia y un insuficiente aprendizaje, un desgaste tan excesivo como su inocencia. Ante el terror que el hombre mismo produce, se hace imprescindible un paso ulterior, un puente para un reencuentro con ese hombre La humanidad que ya percibimos vivirá como a contrabando, allí donde las leyes van detrás y no delante de los acontecimientos. Allí donde existen los delitos en el momento en el que las palabras vuelven a designar las cosas. Agamben, además, no ha cesado de acertamos sobre el hecho de que Auschwitz no es exclusivo de una zona acotada de la historia. Todo lo contrario: Auschwitz marca los usos políticos de la modernidad, antes y después del nazismo....que una continuidad fascista se sigue respirando en ámbitos que abarcan la vida privada y los refugiados, la jurisdicción y el lenguaje los pueblos elegidos y los pueblos marginados. Acaso sea este el drama del hombre de la era digital y el tardocapitalismo: está más allá del individualismo, pero más acá de la comunidad- Entre otras cosas, porque esa abstracción que llamamos sociedad, no ofrece formatos políticos, institucionales y culturales para las nuevas variantes que aparecen en este tránsito. Es posible hablar de un nuevo humanismo, sin las coartadas con que el marxismo, el existencialismo o el liberalismo han revestido este término. Parque humano deriva, en primera instancia, del libro mencionado de Peter Sloterdijk, “Normas para el parque humano” Pero también hace uso de la palabra "parque", en su connotación de "reserva" en este caso para indagar esas reservas humanas de este tiempo y el modo en que éstas se filtran hacia y desde el arte. El otro significado es el de “parque temático", el espacio por excelencia de la globalización, cuyos efectos más banales pasan por la conversión de grandes territorios, países y rápido. Tenemos la sospecha de que el humanismo de nuestros días ha de pasar por encima del contenido de las utopías - la obsesión por el lugar – y afirmar de lleno que los hombres vienen desde sí mismos hacia sí mismos. En el Límite exacto de esa humanidad incompleta que hoy parece
rescatarnos de un breve letargo. Una vez ocurrida tal intersección,
el arte consumiría su momentánea desaparición
para, desde y a través de ella, adelantarnos la aparición
de la humanidad futura. Artistas Lars Arrhenius (Estocolmo, 1966). Luis Cruz Azaceta (La Habana, Cuba, 1942) Aziz + Cucher. Anthony Aziz (Lunenburg, Massachusets, EE.UU., 1961)
y Sammy Cucher 8Lima, Venezuela, 1958) Chris Cunningham (Berkshire, Reino Unido, 1970.) Anthony Goicolea (Marietta, Georgia, EE.UU., 1972) Inez van Lamsweerde (Amsterdam, 1963) Boris Mikhailov (Khàrkiv, Ucrania, 1938) Juan Muñoz (Madrid, 1953-Ibiza, 2001) Deimantas Narkevicius (Utena, Lituania, 1964)
Ravinder Reddy (Suryapet Pradesh, India, 1956) Karin Sander (Bensberg, Alemania, 1957) John Schabel (Montana, EEUU, 1957) Untitled (Passenger) Montserrat Soto (Barcelona, 1961) Beat Streuli (Altdorf, Suiza, 1957) My Le Thi. (Ban Me Thuot, Vietnam- 1964) Frank Thiel (Kleine Machnow. Alemania Oriental, 1966)
Giorgio Agamben Homo Sacer, Lo que queda de Auschwitz Estancias, La palabra y el fantasma en la cultura occidental Medios sin fin Peter Sloterdijk El árbol mágico: el nacimiento del psicoanálisis
en el año 1875 Crítica de la razón cínica El pensador en escena En el mismo barco Extrañamiento del mundo Normas para el parque humano
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