Escuchemos los sueños: en La Vida Nueva, Julia dice "Al dormirme soñé con Gott. Otra vez el mismo sueño. Estaba en el centro de la habitación, muy pálido, y en una de sus manos llevaba una masa informe, palpitante, de la que se escurría un líquido espeso como el esmalte de las uñas. Cuando se dio cuenta de que me fijaba en esa mano, me la mostró sonriendo. Era un corazón humano, y empezó a comérselo. La sustancia de ese corazón se derramaba por sus labios con la masticación incesante, y le empapaba la chaqueta y la camisa. "No, decía en nuestro idioma, los espejos ya no son lo que eran" Y se acercaba para ofrecérmelo. Pero yo retiraba la cara y apretaba la boca tan fuerte que al despertarme, bañada en sudor, me dolían los músculos de la mandíbula." Por la tarde volví a rechazar la comida… ". En La Vita Nuova el Dante dice "Y pensando en ella, me alcanzó un agradable sueño en el que tuve una visión maravillosa: me parecía ver en mi cámara una nubecilla color de fuego, en cuyo interior descubría la figura de un varón de aspecto terrible para quien la mirase; y me parecía tan congraciado consigo mismo, que resultaba algo admirable; y hablaba de muchas cosas, de las cuales yo entendía sólo unas pocas, éstas: Ego dominus tuus (Soy tu señor). En sus brazos me parecía ver una persona que dormía desnuda, apenas arropada ligeramente por un paño color sangre; después que la miré muy atentamente, supe que era la mujer de mi salud. La que el día anterior se había dignado salud. Darme. Y en una de sus manos, me parecía que este varón llevaba una cosa que ardía enteramente, y parecía decirme estas palabras: Vide cor tumm (Mira tu corazón). Y después de que él estuviera algún tiempo, me parecía que despertaba a la que dormía; y tanto se esmeraba en su ingenio, que le hacia comer aquello que en la mano le ardía, y ella lo comía tímidamente. Después de esto, al punto su alegría se transformaba en amargo llanto; y llorando, estrechaba a la mujer entre sus brazos, y me parecía como si se fuera con ella hacia el cielo, por lo que yo me angustié de tal forma, que no pude mantener mi débil sueño, sino que se rompió y desperté." María del Amor Hermoso dice: Me enfadaba haber sido niña, no por lo físico, por el cuerpo, sino por la libertad de los niños, no les agobiaban, aceptaban sus juegos y sus movimientos. ¿Qué es una niña?, se pregunta. Yo pregunto dónde esta colocada esta niña, cuál es su posición frente al Amor, veamos, por un lado una madre sacrificial, sacrificial por el padre, ya que niega su deseo por un cura, deseo imposible, miedo a estar desposeída de tierras, se queda desposeída de su deseo, miraba a la hermana que si hacia lo que quería, ella lo que querían los demás, como herencia la culpa, la culpa de recibir el dinero de otros tan alegremente por ser mujer, por ser pasiva, diría yo; y por otro lado un padre melancólico, doble de un hermano psicótico, autista, internado en un psiquiátrico, que también niega su deseo por las mujeres locas, esas dis.locadas, vecina de la abuela, hermana de la madre, que sí escuchan su deseo, y sí se dejan llevar por él, diría yo activas, padre que por poseer tierras, también es desposeído de su deseo. Así, ella se deja llevar por el discurso de sus sueños: sueño este, que les voy a relatar, conecta con los sueños literarios anteriores, y que inspira este trabajo, dice "...inmóvil en la calle, calle con todos los edificios cerrados, a la derecha las ventanas se abren y salen hombres que no conozco, llevan en la mano cajas de cristal con sus corazones, me los regalan, debajo de mi cama de pequeña me hacía este regalo para estar en paz conmigo, como si renunciaran a algo propio, para que no me enfade y pueda crecer...". Pero, cómo María llega a este momento del análisis. Con su relato continúan las preguntas, en sus juegos infantiles ella participa y a través de la amiga, mira... es la otra que mira e interroga con la mirada. Es ese momento de mirar y participar que la cuestiona en su Ser, ser objeto para los chicos o ser objeto de la mirada del Otro. Es esta mirada que la atrapa, entre lo somático y la locura. El cuerpo místico de la abuela materna, discurso de pecado, castigo y dolor físico, la lleva a una relación dolorosa, de torturas con su cuerpo y el cuerpo de los otros. La Abuela le dice "siempre tenéis que esconderos para jugar, algo malo", a lo que ella agrega," es necesidad de intimidad para crear nuestros mundos distintos del vuestro ". Cae en una fogata, se quema, se suceden diversos accidentes, el hermano de la amiga muere en un accidente de moto en una fuente, el hermano mayor, nace muerto "de la misma fuente". Un primer tiempo del trabajo fue elaborar el porqué de esta salida mortífera (salida al fin) de ese Amor que atrapa el cuerpo en el destino de Muerte. Platón en el Fedro dice: desempeña una función orgánica dentro del diálogo al presumir el orador que el Amor, un puro nombre para el deseo sexual, es una enfermedad… los efectos perniciosos que el amante causa en el alma del amado, en su cuerpo, en su hacienda..." Un segundo tiempo, la locura, Fedro dice "el amor es la locura", al ir al padre obtiene respuestas mediatizadas de depresión, miedo, insomnio... que recuerda a su padre muerto cuando era niño, que se reproducen en sus primeras relaciones jóvenes, opresivos o depresivos, que la presionan física y emocionalmente a actos que ella accede o no, pero que no le son satisfactorios, de amigas en psiquiátricos, o muertes incomprensibles de SIDA, alcohol o cáncer, abandonadas por chicos héroes, aventureros o viajeros. "María Rosa tiene cáncer, dice, un bulto en el útero amenaza de muerte". ¿A quien espera?. Ariadna espera en la playa a Amor, a ser salvada del sueño eterno. Cuerpo, madre, culpa, pecado, sacrificio, operaciones varias, visitas a médicos. ¿Qué pasa en mi cuerpo que yo no sé?. Un llamado al Saber, sin respuesta satisfactoria, primer tiempo del análisis donde le pregunta a su cuerpo y lo resignifica simbólicamente por la palabra, la palabra no satisface al Amor, siempre hay una diferencia entre el Amor y la Palabra. Las Palabras agujerean el Amor. Sueño:" Iba al médico con mi madre, el médico me gustaba, él y yo queríamos estar solos, mi madre no se iba, yo salía con ella, como tenía un bulto debajo del brazo regresaba, y cerraba la puerta con llave, mi madre afuera llamando, él y yo hablando en voz baja. He soñado más cosas, pero estaba en otro sueño, el del deseo, le dice, si estar con un hombre y que no sentía nada agrega, nada de culpa y miedo, concluyo." Miedo, padre, insomnio, pasividad, hacen fracasar los intentos de salida con hombres, trabajo, estudios, o vivir sola… hasta que conoce a Raúl, algo sucede, dice, " por el primer hombre que no siento miedo, él ha aceptado todo de mi cuerpo, no siente rechazo, tengo cuerpo de mujer". Se suceden las relaciones múltiples, que son cada vez más violentas, y empiezan los viajes, a Italia a estudiar, él la sigue, a París con un francesito loca de pasión, Raúl la acompaña, queda embarazada, rechazo de un hombre-otro idioma, Raúl de perseguidor-acompañante se convierte en protector hasta tener su hija. Se hace cargo de las dos… para todos son una familia, responde al deseo del Otro, Raúl le da su nombre a la niña pero ella no se casa. Si releemos a Fedro dice: el Amor, un puro nombre para el deseo sexual, yo agrego, el de él por su cuerpo, el nombre (viene) del padre, María, abuela de su padre, el de su hija, un nombre de padre, el apellido de Raúl. " No me da las llaves para abrir puertas prohibidas, prohibidas al deseo", continua, "las mujeres no podían estar solas, a través de los hombres encuentran trabajo… " Esto no le satisface y se relanza la dialéctica cuerpo-miedo. Se amplifican las sensaciones corporales y se amplifica las dimensiones del miedo, ahora vive con parejas que la protegen de ambos polos, femenino-masculino, hasta que conoce a Flavio, viaja unos meses fuera, y al regreso empieza a echar de casa a amigos, novios y ex novios; sospecha que en la soledad, por la distancia al Otro, algo se produce. Mientras tanto y con gran dificultad pero importantes resultados termina los estudios de filosofía; Platón en El Banquete dice que la medicina, la locura y la filosofía son preguntas sobre el Saber. A lo que agrego, en el caso de María. Saber sobre las preguntas, saber hacer las preguntas. Al terminar sus estudios obtiene una beca para un master en cine, escribe guiones. La historia atraviesa el cuerpo, que ahora es representación simbólica, dice Lacan en La Transferencia. "Entre el sujeto y el objeto se abre una pantalla, donde sus representaciones se suceden de Uno al Otro". María dice: "Me vi metida en una historia hecha, como si no me hubiesen dejado opinar para elegir nada… llamado al abuelo para leer, una y otra vez el mismo cuento, como si fuera verdad". "Como si salieran hierros del cuerpo, una estructura que había fabricado, rígida, había trozos soldados, todo se rompía y se caía en pedazos." Todavía sin desprenderse totalmente de Raúl, los hombres a los que dirige su mirada son compañeros de estudio, profesores, el acercarse-alejarse al deseo no le significa ser destrozada corporalmente, o atrapada por el miedo. Dice: "Cuerdas de atar, atar o ser atada, atar en pulsiones, las excitaciones en la mirada de este tipo, cadena en la cintura, argolla en la carne, se va a romper mi cuerpo". "No consigo pensar libremente, acercarme a un hombre, miedo a que Raúl se enterase que hay un hombre que me interese - y que no me haga entera, agrego yo. Pero es por su propia producción y no sólo la de su cuerpo - su hija - que le va a permitir un movimiento de lugar. Logra comprarse un piso e ir a vivir sola con su hija, antes vuelve al piso donde vivía con Raúl para despedirse definitivamente. "Tengo miedo, dice, si se van los hombres me quedo sola, yo a ellos salvarlos de sus fantasmas, ellos a mi no… no se enteran". De trabajar con su cuerpo, el otro la mantiene por que pone su cuerpo, se abre a trabajar con otros por valoración profesional, que implique dinero. En la transferencia el dinero, lo simbólico, ha señalado los pasos a dar… y sus diferentes modos: Vengo a poner el cuerpo, pero no me tocas como lo hace la reflexóloga o los médicos, porqué pago entonces, hablo de mi miedo, y persiste, porqué pago. La dificultad trabajo-dinero y la dificultad de pago de las sesiones, con relación al alquiler, los estudios, los gastos de su hija, etc. han significado momentos claves de su proceso. Miedo de dar asco al padre, las chicas que se le tiraban encima le daban asco, no las soportaba. El dejar desplazar de un lugar a otro, hablar de su cuerpo, como conjunto de sensaciones, emociones, al hablar de sus miedos, los hombres, el trabajo; ( de la privación, a la frustración y a la castración), sin satisfacción de Amor, sin respuesta satisfactoria, trasforman las metáforas de su cuerpo y de su miedo en metonimias de su deseo, deseos de chicos, deseo de hija, de marido, de compañero, a preguntas sobre ¿qué es una mujer?, entre una madre y una hija, pregunta que se le renueva día a día con su hija, ser hija, rescatada de las garras de una madre privada en un deseo a un Amor Místico, y un hombre privado de su padre ante la pregunta que es un hombre para una mujer, privado por su mujer de un hijo que renueve su pregunta, nos lleva a sus abuelos maternos: Abuela mística y pública (ella y su vecina) no toda, abuelo que oscila entre una y otra, como entre el hacer y el mirar de sus recuerdos de la infancia, que la lleva a preguntarse ¿qué hacer con la mirada?, cómo trabajar con la mirada, de ser mirada, a mirar y a hacer mirar, sobre lo que mira, guiones para TV y cine, ya no es una mirada que escribe letras de sufrimiento sobre su cuerpo, sino transcribe, dice ella, a la palabra: "Voy a hacer transcripciones, se rompió la imagen de mi misma, no me quiero sentir una niña indefensa". Sueño: una cueva, han vaciado el espacio, miedo, hay luz, con Rosa, su amiga de la infancia, y Jesús, su amigo de la universidad, nos apunta y pregunta sobre el sentido de la palabra filosófico, a la luz de la razón, Libro Tercero de La Física de Aristóteles: 1.Rosa, inventa historias, competencia; 2. Jesús, no puede dejar de inventar para vivir, que su vida sea fantástica, y 3. El del movimiento, el infinito, las causas finales. Mi cuerpo tiene mi nombre, excitante, contiene un nombre, de atacarlo, de atarlo, envolverlo, mortajas de mi abuela, cortar algo con mi cuerpo, no en mi cuerpo, a cortar con el nombre, romper juramentos o promesas, yo le digo, no hubo matrimonio. Sueño: Yo le pagaba a un hombre para hacer el amor con él, pegaba a un gato… y era una niña desvalida. Dos operaciones comerciales para tener un hombre y una niña. Vivir mi vida sin estar desvalida, mi vida por un nombre, por un nombre para mi hija, para mi vida.
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