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Contraseñas
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Los
mejores recuerdos desde un
lugar ciego
Comisaria: Jovana Stokic
Del 14 de septiembre al
4 de enero de 2008
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Esta
exposición ha sido concebida como una percepción específica de las
representaciones de la subjetividad femenina. Reuniendo a ocho artistas de una
misma región – Serbia (y Montenegro) – que no pertenece al centro del mundo
artístico, he querido mostrar que su perspectiva visual de la feminidad se
corresponde y, en ocasiones, puede incluso ajustarse a nuestro punto de vista
estandarizado (y estandarizante). Las percepciones presentadas están
deliberadamente descentradas y son claramente transnacionales. “Best Regards
from the Blind Spot” debería entenderse como una canto irónico de una postal
enviada desde el lugar en el que viven estas artistas. Serbia y Montenegro
representa una especie de “ángulo muerto” en el mundo artístico ya que estas
jóvenes artistas (con la excepción de Marina Abramovic y Jelena Tomasevic) se
encuentran más o menos fuera de los circuitos internacionales del mundo del
arte.
El punto
de partida de la exposición es la obra “Freeing the Memory” de 1976, realizada por
Marina Abramovic, pionera del video en la antigua Yugoslavia.
Las obras aquí
representadas reflejan una producción intermitente de videoarte en Siberia, ya
que no existe una historia continua en este medio. Esta es la razón por la que
–a excepción del vídeo de 1976 de Abramovic– se han elegido vídeos de reciente
producción (7 vídeos realizados en los 3 últimos años). Este vacío histórico
en
la selección ha sido hecho, por tanto, de forma deliberada con el fin de demostrar
la existencia de ángulos muertos en nuestra historia, pero también para hacer
hincapié en la variada producción contemporánea de esta región.
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Contraseñas
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La femineidad problematizada
Comisariado por Erreakzioa-Reacción
Del 25 de enero al
18 de mayo de 2008
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La
selección de los trabajos en vídeo se
ha realizado con la voluntad de provocar extrañamiento en torno
a una idea biológica o esencial del término mujer y del
binomio mujer/feminidad. Simone
de Beauvoir dijo “no se nace mujer, se llega a serlo”,
de la misma manera podemos añadir que “tampoco se nace hombre,
se llega a serlo”. Teresa de Lauretis utilizó la expresión
de tecnologías de género para definir el conjunto de instituciones
y técnicas, desde el cine, el mundo del arte hasta el derecho,
pasando por los baños públicos, que producen la “verdad” de
la masculinidad y de la feminidad. El
Movimiento de Arte Feminista surge en Estados Unidos en los años
sesenta, desde entonces hasta ahora para muchas artistas el cuerpo se
convierte en un campo de experimentación y conocimiento a partir
del que trabajar. En este proceso, una nueva idea del mismo posibilitará otras
identificaciones que contribuyan a la creación de imaginarios
que doten de poder a estas artistas. Uno
de los objetivos de una práctica artística feminista
ha consistido en establecer líneas de fuga y desestabilizar convenciones
en torno a aproximaciones esencialistas del sexo y el género.
Generar nuevos códigos de representación que desnaturalicen
la feminidad y la masculinidad nos ofrecerá, por lo tanto, espacios
de identificación para una gama de posibilidades corporales más
amplia.
Cabello / Carceller, Laura Cottingham, Yolanda de los Bueis, Gabriela y Sally
Gutiérrez Dewar, Carme Nogueira, Annie Sprinkle y Maria Beatty, Terre
Thaemlitz y Zer@.
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Contraseñas
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Narrativas readymade
El estatus del argumento en la
videocreación francesa reciente
Comisariado por Elisabeth Lebovici
Del 30 de mayo al
7 de septiembre de 2008
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« Cuanto
mayor ha sido el esfuerzo por contar una historia de una forma
conveniente, con buenas palabras, sin malicia, en un tono confiado,
más fácil resulta darle la vuelta, oscurecerla, leerla
al revés (Madame de Ségur leída por Sade).
Esta inversión, que es en realidad pura producción,
aumenta magníficamente el placer del texto»
Roland Barthes, Le plaisir du texte (El placer del texto), París, éditions
du Seuil, 1973 |
Le
plaisir du texte (El placer del texto)
se publicó en Francia
hace 35 años. La exigencia de Barthes de introducir la escritura
y la lectura en el ámbito del deseo, de la combinación
del placer (“plaisir”) y el goce ("jouissance")
(¿acaso no hablaría más tarde de la “voix
qui bande” (voz que empalma) a propósito del barítono
Charles Panzera?), fue sin duda la más loca de las respuestas
a las preguntas críticas del valor, el juicio, el palmarés,
sobrepasando toda consideración socio-ideológica y haciendo
vacilar incluso el rigor funcional del discurso semiótico y
estructuralista. Bien es cierto que el terreno estaba abonado. Le plaisir
du texte se
publicó en Francia en un momento no sólo de reivindicación
del placer con las luchas feministas y homosexuales, sino también
de exposición del deseo. Deleuze y Guattari, en el Anti-Œdipe
(Anti-Edipo), publicado en 1972, habían comenzado a revolucionar
el pensamiento. En contra de la idea de que el deseo sería concebido
como una falta, hacen del inconsciente no un teatro, sino una fábrica,
una máquina productora, una máquina de deseo. Readymades narratives
es una selección de vídeos contemporáneos
producidos por artistas vivas, que se han marchado de Francia o que permanecen
en este país (no se trata, evidentemente, de identidad y esta
agrupación es a la vez arbitraria y anecdótica: el nexo
subyacente es que me gustan). Estos vídeos se articulan alrededor
de textos; incluso cuando carecen de palabras, como los de Brice Dellsperger,
Rebecca Bournigault, Marie Legros o ruinsproduction… Porque todos
tienen pre-textos. Se diseñan a partir de textos ya escritos,
hablados, dichos, que ellos citan y recitan, arañan, vuelcan,
invierten, escrutan y pervierten (por citar el barbarismo de Cerith Wyn
Evans: Inverse, Reverse, Perverse (Inverso, Reverso, Perverso) ; textos
que ellos vuelven, literalmente, locos. Ya se trate de found footage
(metraje encontrado), de un diálogo sexista, de un cuento de hadas,
de un intercambio erótico, de una presentación del género,
estos elementos readymade, reescritos con una duración al límite
de lo insostenible en unas ocasiones, y en otras reducidos a un breve
bucle, tienen que ver con un resurgir del relato y con una reescritura
de la diferencia sexual.
Así, la obsesión del remake, entendido en las películas
de Brice Dellsperger, como un travestimiento, no de una persona sino
de un papel, es decir, de un texto. Travestimiento « en segundo
grado », en cierto modo: si todos los papeles son representados,
en sus películas, por un solo personaje, estos remakes niegan,
entonces, la barrera de separación que denominamos diferencia
sexual. Las narraciones « twistées » (“distorsionadas”)
de Dellsperger no acentúan la diferencia, sino la cercanía
o el parecido de los sexos.
ELISABETH LBOVICI.
Alice Anderson, Rebecca
Bournigault, Béatrice Cussol,
Brice Dellsperger, Marie Legros, Cècile Proust + Jacques Hoepffner,
Ruinsproduction/Raphaël Vincent, Takako Yabuki.
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Contraseñas
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Our bodies, our selves
Comisariado
por A.L. Steiner
Del 19 de septiembre de 2008 al
1 de febrero de 2009
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DOBLES
CUERPOS, DOBLES PERSPECTIVAS Y PERSONALIDADES DIVIDIDAS COMO LOGROS
DE GRANDEZA
ESTÉTICA
Este programa de ocho vídeos otorga a los cuerpos una importancia
vital, como una herramienta primaria desde donde comenzar esta transformación.
La selección de vídeos abarca un periodo de producción
y conciencia de aproximadamente una década y, reflejados en los
monitores, aparecen temas de indagación sobre el cuerpo doble,
la duplicidad de la visión y del yo dividido. El
título de la serie, Our bodies, our selves, está tomado
del revolucionario y mundialmente conocido libro sobre salud femenina
Our Bodies, Ourselves, publicado por primera vez en 1973 por la organización
estadounidense Boston Women's Health Book Collective. El libro partió de
un folleto de 136 páginas que costaba 35 centavos y llevaba por
título Women and Their Bodies (1970), escrito por 12 activistas
feministas de Boston -la primera publicación completa sobre
salud escrita para mujeres, por mujeres.”
A.L. Steiner
Trisha Baga / Pauline Boudry & Renate Lorenz / Nao Bustamante / Celeste
Dupuy-Spencer / Leah Gilliam / K8 Hardy & Wynne Greenwood / Marriage
(Math Bass & Wu Ingrid Tsang) / Alex McQuilkin. |
> CONTRASEÑAS
13. Nuevas representaciones sobre la femineidad
KICK IN THE EYE
OCHO ESTRATEGIAS FEMINISTAS PARA INTERRUMPIR LA MIRADA MASCULINA
Kajsa Dahlberg / VALIE EXPORT / Sanja Ivekovic / Elke Silvia Krystufek
/ Tracey Moffatt / Laura Mulvey / Ulrike Rosenbach / Carolee Schneemann
Comisariada por Xabier Arakistain
octubre 2011 - febrero 2012
> re.act.feminism–a
performing archive |
La muestra reúne ocho trabajos que, desde la década
de 1970 hasta la actualidad, presentan diferentes estrategias feministas
para interrumpir la mirada patriarcal. Los estudios feministas semiosiconalíticos
que se popularizaron en la década de 1980 llegaban a la conclusión
de que la mirada era una construcción cultural masculina inserta
en un orden masculino y que tenía como finalidad perpetuar el orden
patriarcal, a la vez que comenzaban a teorizar estrategias de resistencia
y combate. Ya en 1975 Laura Mulvey proporcionaba en Visual Pleasure and
Narrative Cinema las claves para la construcción de una mirada feminista
con el objetivo de deconstruir y subvertir la mirada patriarcal, para lo
que, al igual que Cook y Johnston, proponía el desarrollo de un
cine “anti-cine” que evidenciase cómo se construye
la mirada masculina. Paralelamente, desde finales
de los años 1960, en el campo del
arte (donde el anti-cine ha encontrado y encuentra cada vez más
un cálido cobijo), varias generaciones de artistas mujeres han
venido desarrollando una práctica artística feminista,
que mayoritariamente ha perseguido esos mismos objetivos, y que en ese
sentido se puede considerar un arte “anti-arte”. Un arte
que precisamente constituye una contribución esencial a la empresa
de la construcción de una mirada feminista, una mirada que podríamos
definir como la mirada profunda que interrumpe la mirada masculina porque
es capaz de ampliarla incluyendo múltiples lazos con la matriz
socio-histórica e ideológica que la construye. Así,
la mirada feminista sería la que visibiliza lo invisible, no sólo
los planos descartados que han borrado a las mujeres de la historia,
sino que además pone al descubierto el origen socio-político
del propio acto de mirar. |