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de la interferencia 2007 Eventos organizados por HOTEL DaDA Festival de la Interferencia PLAY IV- INTERFERENCIAS International PLAY III – International
Video LATINOAMERICANO 04 “Freedom for latin America” PLAY II – International
Video “How is HOTEL DaDA” PLAY – International
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En abril de 2007, HOTEL DaDA presentó la segunda edición de INTERFERENCIAS, un evento dedicado a la difusión del arte de acción y performance. La primera edición se concretó en octubre 2005, del 13 al 16 de octubre, bajo los auspicios institucionales de la Universidad Nacional del Noroeste de la Provincia de Buenos Aires (UNNOBA), la Escuela Provincial de Arte “Xul Solar” y el Museo de Arte Municipal (MUMA) de la ciudad de Junín. Bajo la curaduría de Silvio De Gracia, reunió a más de 50 artistas, incluyendo a invitados internacionales de Alemania, Brasil y Uruguay. Entre los invitados argentinos se contó con la presencia de algunos de los artistas y grupos más representativos de la escena nacional del arte acción. Conforme a la propuesta del curador, el evento se constituyó como un territorio abierto a la experimentación y a la irrupción de las fuerzas liberadoras de las más variadas prácticas artísticas. Gran parte de las actividades se concretaron directamente en el espacio público, en un intento por desplazar al espectador de su limitado rol de receptor para hacerlo devenir participante y hasta co-creador de experiencias creativas. Instalaciones, intervenciones, performances, señalamientos, fueron las vías elegidas para presentar al artista redefinido como accionista y como operador o gestor de proyectos antes que como productor de obras-fetiche destinadas al consumo. Pero además, el encuentro incluyó conferencias y presentaciones de video-documentación en espacios tradicionales de exhibición como el Museo de Arte Municipal (MUMA), la Escuela de Arte “Xul Solar” y la UNNOBA, donde se definió un marco teórico referencial más allá de la práctica. Todo el encuentro se halla ampliamente documentado, incluso a través de Internet www.escaner.cl/escaner79/acorreo.html La segunda edición de INTERFERENCIAS, esta vez rebautizado FESTIVAL
DE LA INTERFERENCIA, tuvo como uno de sus objetivos esenciales extender
la propuesta a ciudades vecinas para operar la construcción de
una red de intercambio y de anudamiento con otros espacios y otras comunidades.
HOTEL DaDA está comprometido, desde hace varios años, con
la práctica y la difusión de arte contemporáneo,
en especial con todas aquellas manifestaciones de arte vivo, entendido éste
como contraposición a los discursos envejecidos del arte académico
e institucionalizado. Extender estas prácticas y estos discursos
a otras ciudades de la región es una forma de apuntalar nuevos
circuitos y trayectorias que supongan nuevas demarcaciones de lugar.
Operamos desde una periferia disfuncional al circuito hegemónico
de la escena artística y proponemos una alternativa identificada
con la fuerza disruptiva del arte acción. El Festival de la Interferencia 2007 presentó como aspecto más relevante la participación de un grupo de jóvenes artistas procedentes de Québec, en el marco de un intercambio argentino-canadiense de arte de performance, bajo el auspicio del Conseil des Arts du Canada y el Canada Council for the Arts. Este grupo incluyó a artistas emergentes con una sostenida presencia en festivales internacionales, acompañados por el destacadísimo performer y teórico Richard Martel, director de Le Lieu, centre en art actuel, uno de los espacios más reconocidos a nivel mundial en lo que refiere a la práctica, investigación y difusión de arte de performance y arte acción. Nuestro evento pretendió anudar tres trayectos: Junín,
Pergamino y Rosario. De esta manera, tratamos de instalar un diálogo
más amplio y germinal que si nos acotáramos a una única
comunidad. Pretend imos que el festival otorgara una potencia revitalizadora
y efervescente a cada uno de los trayectos implicados, posibilitando
en adelante nuevos intercambios. Parte esencial de nuestro trabajo como
organización artística independiente es difundir las prácticas
más disruptivas del arte contemporáneo, aún cuando
esto suponga una esforzada operatoria en un medio no muy acostumbrado
a este tipo de experiencias artísticas desestabilizadoras. A diez años de su muerte habrá que pensar como él
mismo dijo alguna vez que “morir no es ausencia, sino hacer nacer
una nueva presencia”. Edgardo Antonio Vigo, en el marco del Festival
de la interferencia, fue una figura referencial que pretendimos homenajear
reeditando en acción algo de su propia vitalidad creativa.
Participantes: Argentina: Calixto Saucedo – Claudia Ruiz Herrera – Soledad Sánchez – Diego Alberti – Grupo HOTEL DaDA El Festival de la Interferencia 07 se desarrolló en dos niveles: el espacio cerrado, convencional o casi convencional, y el espacio abierto o público. En los espacios convencionales, la Escuela de Arte “Xul Solar” y la Alianza Francesa de la ciudad de Junín, y la Casa de la Cultura de la ciudad de Pergamino, se presentaron videos, conferencias y performances. Pero una vez más, como en la anterior edición, las acciones más contundentes y representativas del Festival se concretaron en el espacio público. La interferencia es eminentemente urbana. La ciudad es el escenario donde los condicionamientos sociales se han institucionalizado con mayor intensidad, provocando una especie de adormecimiento de la vida. Por esto es muy lógico que la interferencia apunte directamente a la inflexión del arte en la esfera urbana. De lo que se trata es de instalar micro - acontecimientos desestabilizantes, inesperados, extraños, que intenten quebrar y dislocar lo ordinario de la cotidianidad. A la mirada indolente y petrificada del transeúnte, del automovilista, del habitante urbano, las interferencias buscaron contraponer la peligrosidad del desconcierto; a la linealidad de los vínculos humanos, una serie de desplazamientos disfuncionales a la norma; al encierro simbólico de lo irreflexivo, el discurso de la insumisión. Interferencia
de Claudia Ruiz Herrera -
La interferencia de Ruiz Herrera se focalizó específicamente
en la articulación de una estética perturbadora. La artista
eligió el shopping para montar una escena trágica y escabrosa.
Fijó a uno de los balcones de los pisos superiores una gigantografía
que la mostraba en una secuencia de salto al vacío y la hizo colgar
sobre todo el frente del edificio. Para completar la operación
se tendió al pie de la gigantografía, en la vereda del
shopping, salpicada de manchas rojas, simulando estar muerta. Ubicada
en una calle céntrica, con abundante circulación, lo que
la artista ofreció a quienes pasaron por allí fue la posibilidad
de asomarse a un simulacro de la muerte que despertó preocupación,
morbosidad o sorpresa. No faltó quien se acercara, con evidente
malestar, y preguntara qué había pasado. Tampoco faltó quien
quisiera llamar a una ambulancia.
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