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Ocaña (José Pérez Ocaña)
larosadelvietnam.blogspot.com
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Pionero de la performance en España.
Hace de la transformación su forma performática. Es una transformación sexual, una transexualidad artística.
Sus acciones tienden a transcurrir en la cotidianidad, en la calle, donde interactúa con la realidad (realidad fantasmática) entrando en conflicto con esta (introduce la realidad ordinaria)
 

Canet Roc. Festa de Lluna Plena
Canet del Mar, Pla d’en Sala. Barcelona
30 de juliol 1977

 

LRDV - OCAÑA- FOTO - 1977 - CANET ROC 1

LRDV - OCAÑA- FOTO - 1977 - CANET ROC 2

LRDV - OCAÑA- FOTO - 1977 - CANET ROC 3
LRDV - OCAÑA- FOTO - 1977 - CANET ROC 4

 

OCAÑA 1973 - 1983
Acciones, actuaciones, activismo

Exposición dedicada a su figura.

Del 25 de marzo al 24 de mayo de 2010
Palau de la Virreina
Barcelona, España


www.bcn.es/virreinacentredelaimatge
http://missindiestyle.com/

artículo http://www.elpais.com/articulo

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Ocaña llega a Barcelona en 1973 y muere en 1983 poco después de un accidente durante el que se incendia su disfraz de sol al desfilar en las fiestas de su pueblo. Son los años de la Transición democrática y el protagonismo de su vida pública, las apariciones repentinas en acontecimientos musicales y políticos, y el destacado papel de su cuerpo durante las manifestaciones del colectivo gay le otorgan un extraño lugar entre las prácticas de la performance y la acción. De hecho, nunca fue plenamente reconocido como actor o pintor. La mayoría ignoró que él ya se refería a su propia vida como un trabajo, como si esa definición no fuera suficiente. La exposición reconstruye su figura a partir de restos documentales que nos permiten recuperar a Ocaña y toda una forma de vida marcada, casi de forma inconsciente, por la confusión entre política y estética.

Ocaña paseando por Las Ramblas de Barcelona entre Nazario y Camilo.

Ocaña, en una manifestación gay PEPE ENCINAS |
25-03-2010
Ocaña, con mantilla, en una manifestación gay en 1978 en Barcelona. Foto vía El País
Nazario y Ocaña

OCAÑA 1973 - 1983
Acciones, actuaciones, activismo
Centro Cultural Montehermoso
19/10/2011 al 15/01/2012
Vitoria, País Vasco

Comisariada por Pedro G. Romero

Textos extraídos de la guía de sala de la exposición

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"No es casualidad que esta exposición de Ocaña se contextúa I izara en el marco expositivo de Guía secreta de las Ramblas pues, en muchos sentidos, la simbiosis del performancero Ocaña con el paseo Ramblas es total: un actor en la ciudad. Por eso el desfile de Camilo, Nazario y Ocaña atravesando las Ramblas, en el filme de Ventura Pons Ocaña, retrat intermitent, de 1978, abre majestuosamente nuestra exposición. Desde la procesión de Las Carlotas que describe Jean Genet en su "Diario de un ladrón", allá por 1934, Barcelona no había visto nada igual."

"TOMANDO FORMA
Desde su primera intervención pública, vestido de ángel, como pintor callejero en las Ramblas, Ocaña, que acaba de llegar a Barcelona en 1973, comienza a construirse como personaje. Si en un primer momento llama la atención por sus disfraces, como Ocaña denominó siempre su vestirse de mujer, pronto empieza a ser reconocible en función de su atuendo cotidiano: botas campesinas, mantón de manila, gafas redondas, maletín de pintor y sombrerito de cómico. Esa necesidad de "hablar" que denotan los personajes que encarna con sus distintos disfraces los sitúa en el lado contrario de la máscara: no se trata de ocultar nada, más bien de mostrar, sobre exponerse sería una expresión precisa. Y no sólo en sus ensayos de travestido, la construcción del personaje Ocaña tiene que ver también con la disposición teatral de su papel efectivo como autor en la vida artística barcelonesa. Su ascensión desde el lumpen, los complejos y la complejidad de su pape! de pintor, la eficacia de sus relaciones sociales y el apoyo popular a su figura van tomando forma poco a poco, en aquellos primeros años de venta en los mercadillos, alterne con putas y chaperas, y trabajo como pintor de brocha gorda. Su amplio círculo de amigos, desde Nazario a Alberto Cardín, desde Camilo a Adolfo Fernández-Punsola, desde Josep María Caralt a Jesús Garay, va entretejiendo también esa nueva personalidad. "

VIDA PÚBLICA
Inmediatamente las apariciones de Ocaña en la vida pública de las Ramblas -el límite preciso con que Alberto Cardín delimitó esta geografía, desde el puerto hasta la plaza de Catalunya, también nos sirve aquí- tienen cierta trascendencia en la Barcelona contraculturaI que va emergiendo. Su aparición espontánea en el Don Juan de la Asamblea de Trabajadores del Espectáculo, en 1976, actúa como caja de resonancias. Antes están sus experiencias en el teatro popular, en Maguer, el pueblo de Camilo, con la estética de teatro ritual y campesino imperante en la Andalucía de entonces. Después las actuaciones en las Jornadas Libertarias, el Saló Diana, Canet Rock, los pases de modelo en la Tarzán, la exposición en Mec-Mec, las apariciones con los del Rrollo..., un año 77 realmente activo. Ocaña, Camilo, Nazario, Alejandro y tantos otros van configurando una forma de estar y presentarse que va a servir de barómetro de las distintas temperaturas de lo contracultura I en la ciudad de Barcelona. Ocaña es reclamado por sus escándalos, pero sus actuaciones han ¡do forjándose en el Café de la Ópera, en las fiestas de carnaval y en tantas otras transformaciones, siempre a la vista del público. Ocaña sabía que esa vida pública tenía algo de "monstruoso" que acabaría por afectarle irremediablemente. Son especialmente significativas sus apariciones en las grabaciones del colectivo Video-Nou, que recogieron en directo las convulsas manifestaciones artísticas y políticas de esos años.

VIDA POLÍTICA
Una actividad tan imbricada en la vida de una ciudad resulta necesariamente política. La condición proletaria y la práctica homosexual de Ocaña iban a enfrentarse necesariamente con un orden público franquista, estando el dictador en vida y con su larga sombra durante la transición. Su perspectiva siempre fue la de la clase trabajadora, desde sus apoyos a la huelga de la SEAT hasta sus participaciones junto a la Asamblea de Trabajadores del Espectáculo en el Saló Diana. Pero quizás donde debemos fijar más la atención es en la peculiar resistencia de Ocaña a ser asimilado políticamente por esos fenómenos extraños que constituyeron la transición política española. Como punto de partida, su afirmación libertaria ante un ambiente político afín pero dominado por comunistas y sindicalistas, también sus roces con la propia CNT o con el Front d'Alliberament Gay de Catalunya, llevando al límite las contradicciones de estos núcleos políticos. Tras el éxito de Ocano, retrat intermitent y su protagonismo en las manifestaciones reivindicativas de gays y lesbianas, especialmente, contra la Ley de Peligrosidad Social, Ocaña se convierte, de alguna manera, en un símbolo político. Con tal condición se dimensionan sus apariciones en Francia o en la Alemania Occidental que aquí se muestran. Otro aspecto que debe subrayarse es la estrecha vinculación que se establece entre lo carnavalesco y la manera de entender Ocaña una vida pública y política plena.

VIDA ESTÉTICA
A menudo se entiende que existe una separación entre la vida social de Ocaña y sus creaciones plásticas, fuesen pinturas o esculturas de papel-maché. El giro estéticamente reaccionario que desplazó a su generación hacia el mercado más banal durante los años ochenta ha ayudado a mantener este malentendido. Pero no es así, aunque esta exposición se centre en sus acciones, actuaciones y activismos, no pretende extirpar la actividad plástica que más propia le era a Ocaña, cuyo centro neurálgico son sus exposiciones. La pauta la marca su exposición Un poco de Andalucía en la galería Mec-Mec en el año 1977, pero es quizás ésta de La Primavera en La Capella de l'Antic Hospital de la Santa Creu la más completa y significativa de todas. El dispositivo de exposición tal y como lo entendía Ocaña tuvo aquí su desarrollo pleno. Los aspectos rituales, el poder de convocatoria, las relaciones comunitarias previas que emplazaban el lugar de exposición como espacio para la convocatoria y la fiesta toman su cuerpo más completo en este proyecto. La evocación de las Fiestas de la Ascensión de Cantillana, su pueblo natal, es el pretexto de toda la convocatoria. Ocaña quiere fascinar a todos con el espectáculo que enmarcó radicalmente su infancia. De alguna manera La Primavera es un espacio utópico donde se convocan, a la vez, los años idílicos de su niñez con la libertad plena de su ambiente contracultura I de las Ramblas.

UNA FORMA-DE-V/DA
La insistencia con que Ocaña vuelve permanentemente a la memoria no tiene sólo que ver con la nostalgia de una época o ía melancolía de un tiempo y una experiencia que irremediablemente se pierden. El imaginario de Ocaña parece algunas veces secuestrado por las trampas del revisionismo y ese continuo "pasar revista" con que se evocan los años de la transición cultural y política tras la muerte del dictador Franco. Lo que Ocaña, Camilo, Nazario y tantos otros nos regalan constantemente es el ejemplo, sin aspiraciones ejemplarizantes, de una determinada forma-de-vida. Si no hay una forma estética determinada en las mercaderías, si no hay un programa artístico definido, es porque es en el 'Vivir" donde se gastan todas las fuerzas del día. Muchas veces los límites entre la biografía y el arte se confunden en Ocaña, pero nada que ver con esa igualdad entre "arte y vida" que reclamaba para sí la práctica vanguardista de entonces. Esta
summa biográfica tiene su lógica, cuando el cuerpo de Ocaña estaba insertado en las jambas de una puerta que se estaba abriendo, la de la connivencia entre un poder a la vez biológico y a la vez político. Aquí se notará el peso de las distintas mediaciones -fotografías, películas, revistas, etc.- que intentan darle visibilidad a las acciones de Ocaña. Hay un repertorio de gestos, un recuento de situaciones, un rosario de pronunciamientos, pero con ellos apenas podremos dibujar lo que significa esta manera de vivir.

La muestra también expone fotografías de su "beatificación" con procesión por las Ramblas de Barcelona durante las fiestas de la "Mercé 2009"
la procesión salió del palacio de la Virreina y recorrió las Ramblas hasta la plaza Real
La exposición muestra entre otras cosas, películas, audiovisuales, esculturas, pinturas y dibujos salidos de las manos de Ocaña y de sus colaboradores mas cercanos.


‘Ocaña, Àngels i dimonis’
Setba Zona d’Art, Barcelona
6 de marzo al 30 de abril de 2012

> nota de prensa

 

Esta segunda exposición encabezada por la figura y obra de Ocaña, la conforman una cincuentena de piezas de su viaje a París y otros de Cantillana, pero también algunos retratos realizados en Barcelona.

Además, ‘Ocaña, àngels i dimonis’ cuenta con una serie de fotografías del pintor, realizadas por Colita, Miquel Arnal y Toni Catany en 70.

Ocaña, retrat intermitent
(1978)
(Ocaña, retrato intermitente)


http://www.venturapons.com

FICHA TÉCNICA
DIRECCIÓN
VENTURA PONS
PRODUCCIÓN
P.C. TEIDE I PRODUCCIONES ZETA S.A.
PRODUCTOR EJECUTIVO
JOSEP MARIA FORN
FOTOGRAFÍA
LUCHO POIROT
DIRECTOR ARTÍSTICO
MIGUEL SANCHIS
MONTAJE
VALERIA SARMIENTO
MÚSICA
AURELI VILA

 



NOTAS DEL DIRECTOR

Sobre la película

He realizado Ocaña, retrat intermitent a partir de un guión estructuralmente muy rígido, muy cerrado y que he querido llevar, tanto en la filmación como en el montaje de la película, hasta sus últimas consecuencias. Con esto quiero decir que me interesa el concepto de la película tanto como lo que se dice y lo que se ve en ella. Nada no hay que sea premeditado.

Temáticamente me interesó crear un retrato intermitente roto por lo que, si se me permite, llamaré la provocación del recuerdo. Ocaña, en su casa, nos habla de su vida y a la vez, en intermitencias, vemos el mundo que mana de su subconsciente. Así, mediante la utilización del travestismo a un nivel dramático que parte del esperpento ibérico pero que de una cierta forma también está cercano a las modernas teorías del teatro en la calle, reconstruimos sus visiones acerca del culto a la muerte, el fetichismo de las imágenes religiosas… A estas intermitencias he añadido otras que corresponden a su descarga vital tal como me gustaría hablar de su universo creador.

Formalmente he prescindido de todo preciosismo. Me he impuesto una estética sobria y si en la narración establezco unas pequeñas pausas, a nivel de montaje, es por dos motivos bien claros que me gustaría explicar. Por una parte me interesa crear un distanciamiento entre la narración y el recuerdo provocado que vaya más allá del puro cambio de secuencia, hacer que de alguna forma el espectador sienta en sí mismo el proceso de la historia. En segundo lugar todo preciosismo estilístico aplicado al mundo marginal que aparece en el film hubiera sido una imposición abusiva de la estética del poder.

No he querido hacer una obra de escándalo, cosa bien fácil con el tema propuesto, mi intención, muy al contrario, fue hacer con toda honestidad un relato intimista a partir de un personaje extrovertido. De Ocaña me interesa más el subconsciente que lo aparente y eso es lo que he deseado expresar.

Ventura Pons