Presente Continuo

"El lugar no sólo es en tanto a sí mismo, sino también,
en tanto a quien lo percibe, lo habita y lo recrea"
Alejandro Masseilot

Masseilot es el autor de la concepción integral de este proyecto y director de su puesta en marcha. Donde con su compañía Presente Continuo, realizan performances de movimiento basadas en las sensaciones generadas por cada arquitectura. Performances que funcionan como vehículo para la creación de otros artistas en una experiencia estética a cerradas, materializando posteriormente con estas obras las instalaciones.

Se trata de un basto proyecto dinámico conectivo y de ricas y diversas lecturas que vinculan artistas, disciplinas, áreas y culturas. Abordando la relación del hombre con el lugar y el reparar en la maravilla del instante, en la maravilla del otro y su universo creativo.

Cabe destacar que al hablar del instante no se trata de ausencia de futuro, muy por el contrario, de esta manera se arriba a un futuro construido por momentos percibidos, vividos y valorados profundamente.

En la Colección Cuerpos Pregnantes, se exhibe una selección de las obras realizadas en los distintos laboratorios, en las que se valoran las diversas percepciones de los artistas; verdadero capital cultural y humano.

Esta serie tiene como tema la relación de los cuerpos con la arquitectura creada en diversos Monumentos Nacionales e Internacionales. “El carácter innovador de esta serie radica en descubrir la arquitectura resignificada en las obras. El trabajo registrado con relación a los espacios no ha pretendido elaborar metáforas, sino que le ha brindado cuerpo y movimiento a la lectura metafórica del propio artista-testigo, que a su vez la registra y devuelve como signo de un instante mutuamente habitado desde las distintas percepciones. Los espectadores de la muestra tendrán la posibilidad de reconstruir estas percepciones y establecer la propia.” Luis Eduardo Martínez (Periodista Cultural)

Una de las grandes falsificaciones cometidas por la técnica reproductiva de nuestra época es que, a menudo, cuando vemos por primera vez en el original las grandes construcciones arquitectónicas de la cultura humana, las contemplamos con cierta decepción. O son, ni mucho menos, tan pintorescas como las conocíamos por las reproducciones fotográficas. En realidad, esta decepción quiere decir que aun no se ha trascendido en absoluto la mera calidad pintoresca de la foto del edificio hasta considerarlo arte, arquitectura. Hay que ir allí, entrar y dar vueltas, recorrerlo progresivamente y adquirir lo que la conformación le promete a uno para su propio sentimiento vital y su elevación. Quisiera resumir las consecuencias afectivas de esta breve reflexión: en la experiencia del arte, se trata de que aprendamos a demorarnos de un modo específico en la obra de arte. Un demorarse que se caracteriza porque no se torna aburrido. Cuanto mas nos sumerjamos en ella demorándonos, tanto mas elocuente, rica y múltiples nos manifestará. La esencia de la experiencia temporal del arte consiste en aprender a demorarse. Y tal vez sea ésta la correspondencia adecuada a nuestra finitud para lo que se llama eternidad.

En el Laboratorio de Creación Artística “Percepciones” donde se crearon las obras aquí presentadas intentamos encontrarnos y crear juntos, percibiendo las sensaciones, los climas y la atmósfera del lugar, se trata de una obra de fotografía, sobre una obra de danza, sobre una obra de arquitectura. Una comunicación entre los autores y las disciplinas donde, como dice Gadamer nos demoramos cada uno en su propio tiempo para ser atravesados por estos espacios y crear a partir de la propia percepción de la sensación de cada lugar, un encuentro de Artistas, un encuentro de disciplinas, apostando a que cada artista profundice y muestre su propuesta, su verdad, su poética y desde allí crear un nosotros Artístico, una Red, una interacción de sujetos que desde las diferencias y en la diversidad nos enriquecemos en conjunto