Las investigaciones
lingüísticas ligadas a lo cotidiano y presentadas como
performance o happening, eliminaban el objeto de arte como eje
de la creación en un proceso de desmaterialización
de la obra. A materiales como fotografías, mapas o vídeos
se sumaban un conjunto de instrucciones documentando cómo
crear una obra, pero sin llegar a crearla realmente; el arte conceptual
cuestiona la naturaleza objetual de la obra de arte subordindo
lo visual a la idea sin, por ello, anular la materialidad de la
obra.
De este concepto han surgido formas artísticas como las
de Dadá, Art & Language (Reino Unido, 1967) y Fluxus
(Alemania, 1961).
DADÁ. El dadaísmo es un movimiento
cultural que surgió en 1916 en el Cabaret Voltaire en Zúrich,
Suiza. Fue propuesto por Hugo Ball, escritor de los primeros textos
dadá; posteriormente, se unió Tristan Tzara que llegaría
a ser el emblema del dadaísmo. Una característica
fundamental del dadaísmo es la oposición al concepto
de razón instaurado por el Positivismo. Dadá se caracterizó por
rebelarse en contra de las convenciones literarias y artísticas
y, especialmente, por burlarse del artista burgués y de
su arte.
Art & Language comenzó a tratar los
problemas teóricos del arte conceptual convirtiéndose
en una plataforma desde la cual desarrollaban proyectos a partir
de la colaboración de artistas publicados en revistas editadas
por el grupo. Su obra, proyectual y ensayística pretendía
sostener una práctica discursiva-recursiva mediante la producción
manual y escrita, otorgando preeminencia al concepto frente al aspecto
material de las obras. Transición del monólogo y de
la obra cerrada hacia una interacción con el lector a través
de materiales de trabajo que llevan la producción como reflexión.
Modelos de imagen y discurso plurifuncionales y multi-visuales. Para
ellos, la naturaleza de un objeto no era un requisito previo para
una obra de arte. Deconstrucción como renuncia a cualquier
compromiso con las formas de presentación. Primero, mediante
el uso de signos sin necesidad de reflexionar acerca de la coordinación
de sus significados. Después, a partir de la observación
del uso de dichos signos para, finalmente, reflejar sus posibilidades
en relación a su función.
Fluxus. Grupo internacional de artistas que usan el lenguaje como
juego con el fin de propagar y practicar un arte procesual e intermediario.
Para ello investigaban acerca de la relación performativa
del sujeto con el mundo. El lenguaje no es el fin, sino el medio
para una noción renovada del arte en referencia directa a
la realidad cotidiana mediante el principio de acción-reacción.
Se trata de trasladar los objetos de su entorno cotidiano y renovar
su significado. Durante la acción se presenta directamente
el proceso de pensamiento artístico con la ayuda de un agente
teatral. El objeto se convierte en un instrumento. Fluxus es más
una actitud que un producto.
|