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Quino, revista semanal de El País  

Carne,  carne; he aquí, esto somos   ¿Cómo puede ser  ella  madriguera  de nuestros más bajos instintos y a la vez sublime  morada de  nuestros más nobles sentimientos?; tal vez un día la  afilada hoja  de la razón nos abra en dos como a estas reses  para  poder así vernos por dentro y nos sea develado finalmente el misterio.

Quino (El País Semanal)  

 

La imagen femenina, mediante su cuerpo, atraviesa el siglo. Desde las  vanguardias, donde por la mirada del artista la  musa/modelo nos  ha dejado las marcas a seguir, pasando por los post  (modernismo,  feminismo, historia, política, etc.) donde  las  artistas han  ido tomando un papel activo en dicho proceso, para llegar  a los  '90 donde la tecnología y la biología son las  herramientas, no en El Cuerpo sino, en La Carne. Ahora no son musa/modelo, sino usan el Mouse y el modelo digital.    

Primer momento:

La Gran Musa del siglo XX se llamó Gala, musa de las letras y  la pintura, primera mujer de Paul Eluard, amante de Max Ernst, amante, mujer e inspiradora absoluta de Salvador Dalí. Conmocionó  el París de las vanguardias, rusa de origen, cambió su nombre por el de Gala, y su imagen atraviesa toda la obra de Dalí, es mito,  es Madona,  Santa,  diosa, hasta el punto que muchas  de  las  obras están  firmadas  GALADALI/DALIGALA. Llegarán a ser  uno,  musa  y artista,  artista y musa, es su imagen. Ninguna mujer en el  arte de  este  siglo adquirió tanta presencia, fama, riqueza  y  poder como Gala, a través del trabajo de un artista, hasta el punto que el castillo/museo tiene el nombre de "Torre Galatea". Recorrer la impresionante  obra  de Dalí es recorrer la imagen  cambiante  de Gala, no se puede concebir una sin la otra.**    

 


La Gran Dama, el mecenas más importante del siglo se llamó Peggy Guggenheim. No sólo se hizo dibujar, pintar, fotografiar, filmar, escribir, por casi todos los artistas significativos del siglo, sino  que fue y sigue siendo la coleccionista, promotora, eje  de conexión  del  arte de este siglo. El Museo Guggenheim  de  Nueva York,  luego Venecia, y ahora Bilbao y Berlín así lo  atestiguan. Dar  nombres sería un listado inacabable, creo lo  importante  es como  ha podido promocionar, organizar macro exposiciones, establecer líneas de contacto, y relaciones entre sí, crear la red.  

Nos hace recordar que los mecenas de los grandes descubrimientos en las excavaciones egipcias, también eran mujeres. Si buscamos  los nombres  de las salas de egiptología del Metropolitan, del  Museo Británico, etc., leeremos que son nombres de mujeres, que con  sus grandes fortunas permitieron sacar a la luz  el trabajo de artistas  de  hace  siglos, pero fundamentalmente poner a  la  luz  el nombre de sus antecesoras: Isis, Nefertitis, etc.     

 

 

Que tiene en común Gala y Peggy: Ambas ponen su imagen de  manera diferente.  Una la imagen como cuerpo, además de su fuerza,  confianza  y  constancia  inigualable. La otra su  imagen  social  y económica,  que  las grandes fortunas pudieran creer en  el  arte moderno. Por un lado el paso del arte académico al arte  moderno, y por otro  de la figuración a la abstracción, son pasos  imposibles de pensar sin Peggy Guggenheim. Ambas también tienen en común que no han producido nada propio, o por lo menos nada importante, significativo, ha sido a través de otro, el artista era el otro.    

Segundo momento:  

Me arriesgaría decir que la gran artista del siglo se llama Luise Bourgois, la única que adquiere relevancia en la serie de hombres de las vanguardias y postvanguardias, además de reconocimiento  a  nivel  oficial, de crítica y de presencia en  exposiciones  tales como  la  Biennale  di Venezia, o el Museo de  Arte  Moderno  de París, entre otros.  

¿Qué  le da a LB esa fuerza indiscutible? :  El objeto.   Ya no es  la imagen  del cuerpo, del lado de la figuración, ni  las  texturas, las  infinitas  representaciones de la piel, por el  lado  de  la abstracción, abstracciones del cuerpo,  sino son los objetos  del cuerpo: los pechos, el pene, los genitales, presentados de  maneras muy diversas, son sus obras más significativas.

 

 

 

Ahora  no  es la representación a través de la imagen, que  si  ya estaba en GalaDalí, sino la representación/objeto favorecida  por la  escultura, en mármol, en hierro, en madera, en cemento,  etc. No es que desaparece el cuerpo sino que esta representado por sus partes  cosificadas, repetidas en escalas distintas, piezas  únicas, grandes pechos o penes, o en grupos de unos u otros elementos.  

Ahora la artista es una mujer, produce, expone y vende sus obras, es  reconocida como tal, es la década de los 40, y su obra  trasciende las décadas siguientes, hasta que finales de los 80 produce  la serie denominada "In and Out (Cell)" 1995, donde a  través de  pantallas/biombos escenifica las celdas donde  se  internaban las  histéricas de Charcot/Freud, con sus cuerpos retorcidos  por el sufrimiento y el malestar de la neurosis. Tenemos otra vez  el cuerpo en escena, el cuerpo femenino 

Si  rastreamos encontraremos antecedentes: Camille  Cloudel,  mas adelante Leonora Carrington, y la mexicana Frida Kahlo; las  tres perfilaran una línea  que tiene que ver con el cuerpo, lo  femenino y el sufrimiento, no sólo en el arte que tan bien han representado, sino en su vida, por ser mujeres y artistas.

Tercer momento:  

De  aquí en más las mujeres participan activamente en el  arte  y son  reconocidas por ello: desde Lynda Benglis, a  Susan  Hiller, Jana Sterback, Eugenia Balcells, Maria Lucier, Judith Bany,  Yoko Ono, Gina Pane, Ana Mendieta, Trisha Brown, Cindy Sherman,  Ligya Clark, etc.  

¿Qué tienen  en común? : No representan el cuerpo a través  de  la imagen,  no  se trata de una representación; no toman  una  parte como objeto a ser presentado, sino ponen su cuerpo, o partes  del propio cuerpo como presentación, como perfomance, como instrumento de exploración, de interacción con el espectador.  

 Mas  adelante  Lygia  Clarck llevará a su  última  instancia   el trabajo  con  el  objeto, no sólo en su obra  plástica,  sino  en acciones  y en trabajos directos con el espectador. En su Brasil natal,  articulará el trabajo plástico con el  terapéutico,  los objetos  serán redes, partes que salen del  cuerpo, que  servirán como  herramientas  del  proceso terapéutico  que  realizaba.  La relación del objeto con el yo, de un yo frágil,  extrae el objeto pero por otro lado lo sostiene, se envuelve y lo arranca, es como en una lucha permanente.  

Cambiando  de  generación nos encontramos con Jane  Sterback  que aunque sigue con la línea del objeto, de los objetos producto del cuerpo,  extracuerpos, lo hace por la línea del resto.  Así  como Lygia Clarck nos señala como el objeto nos encorseta, nos aprisiona, nos atrapa  y que esto implica un sufrimiento y un trabajo  salir  de ello,  trabajo que ella misma ha realizado, que nos cuenta en  sus  escritos y que forma parte de su producción.  Jane Sterback busca  mostrar el resto de  dicha imagen,   el desecho  se  transforma en un objeto ideal, no  interesa  si  son heces,  o semen, o pelos, sino como esta presentado, no se  trata ya  de  una  representación, sino de su  presentación,  con  este concepto  damos otro salto cualitativo, otro corte en la  producción  del  siglo, el paso de la representación del  objeto  a  su presentación.  

Jane Sterback forma parte de la posmodernidad, se hace cargo de los deshechos de la modernidad, de los deshechos de la imagen del cuerpo y de sus objetos mas deshechables, y los presenta de la manera  mas ideal,  tubos de cristal con formas de gran elaboración,  corsetes usados en perfomance perfectamente estudiadas, videos y acciones. El objeto mismo como resto adquiere categoría de Ideal. 

Pero  el objeto a su paso por el cuerpo, del propio o  del  Otro, deja  marcas,  deja huella, son las marcas del cuerpo.  Sería  lo mismo decir que la construcción de la imagen (moi) deja marcas en el  cuerpo, como en el caso de Ana Mendieta o de Gina  Page,  son los restos del Otro que a su paso deja marcas. El Yo y la  imagen tienen el mismo registro, lo Imaginario, pero en polos  opuestos (ia-moi). La marca ya no es una mera marca en el cuerpo, en la imagen, también es una marca en el yo, ahora el yo es el objeto de trabajo de las mujeres artistas.  

El trabajo de Ana Mendieta, supongo conocido por Uds, mas cercano al  de  Camille Clodell y al de Lygia Clarck, se trata de dejar marcas,  huellas  de  su cuerpo en el territorio, en el territorio del Otro, una manera de decir "Estoy  aquí", horadadas, quemadas, dibujadas. La imagen y el  Yo (moi) entran en profundo conflicto, los significantes primordiales del Otro no me garantizan nada, ¿Qué sostiene trabajar con dichas marcas?  ¿Porqué  la  locura, el vacío, el  suicidio,  para  estas artistas?  ¿Qué de la relación con el otro no da respuesta  a  la propia  existencia? ¿Porqué utilizan su cuerpo,  desde la  acción, para obtener alguna respuesta a una imagen y a su vez a un yo tan frágil?. La locura, la  enfermedad, el suicidio, como últimas alternativas de hacer marcas en el Otro,  de  marcar  al Otro, o in extremis la  muerte  como  marca definitiva.  

La propuesta de Gina Page, aunque es evidente que trabaja con  la marca, creo tiene una elaboración muy diferente. La marca es  tal porque  no deja huellas, brilla por su ausencia, sabemos de  ella por  su ausencia -Hansel y Gretel- si lo hace la  bestia  asecha. Gina  trabaja con esto, está más cerca de Jane Sterback,  hay  un valor  en la marca, más allá de una relación con el Otro, es  una producción con el territorio del propio cuerpo, o en la piel  del paisaje,  o en el paisaje de la piel, las marcas adquieren  valor de  significantes, de un atravesamiento. Por consiguiente de  una resignificación.  

Cuarto momento:  

Es  en  este contexto de los '90 que encontramos a  Orlan,  y  el salto que produce. Si los '70 ha significado el paso de la representación  a la presentación, Orlan no presenta, opera.  ¿De  que operación se trata?  

Por  un lado tenemos que tener en cuenta los cambios  científicos que se han producido en las últimas décadas: lo biológico como el eje  de las ciencias, con el TAC el cuerpo es dígito; con el  ADN el cuerpo es información, ya no es más síntoma sino fenómeno,  se pasa  a la manipulación genética, a la clonación.  Por  lo  tanto forcluido lo Imaginario, la imagen pasa por el dígito, 0-1, ahora es no-cuerpo.  

Por  otro lado considerar los cambios que se ha producido  en  el arte: Orlan mas allá del postmodernismo, al final de la historia, toma  los grandes ejes de la historia para su producción. Si  nos remontamos  a los tiempos, nos encontraremos con  Nefertitis:  la mujer  de Akenatón, el faraón del dios único, la mujer más  bella del mundo, aquí aparece La Belleza como mito, más allá de la vida. Luego  con el tema del Atelier: la model vivant, el centro de  mira de los artistas, reproducir la belleza femenina como tema para el arte. Y por último "Lección de Anatomía" de Rembrant, los médicos observando y estudiando el cuerpo, lo real del cuerpo: La Carne.    

 

 


Médicos, operar ----- Orlan opera el Mouse ------operadores de TV  

No tiene que ver con la fragmentación académica del s. XIX, representar  "el  halo de vida", como Rodin;  o  con  la  fragmentación cubista  del s. XX,  representar la imagen, de Picasso a  Bacon;  o con  la representación de los objetos, de Luise  Bourgeois.  Si no significa  romper  esa separación arte/vida,  para  presentar  la vida:  La Carne. Como operar sobre la vida, la carne, para  trascender mas allá de la muerte, el cuerpo más que como tránsito  de la vida, instrumento de su trascendencia.  

No  es con lo Imaginario, Lección de Anatomía de Rembrant,  donde lo  Real  es la materia, la materialidad del cuadro, sino  en  lo Real  de la Carne, para su trans.formación, para su  trans.sexualismo, de mujer a mujer, de una a otra: Nefertitis, Venus, Diana, Europa, Venus, La Gioconda, Sta. Teresa, Sta. Agata, etc.    

 

 

 

Mas  allá de una trans.formación, de un trans.sexualismo, es  una trans.figuración: un acto en El Cuerpo.  

Transfiguración podría tener relación con las sirenas, de  sirena en  mujer:  Polifemo  y  Galatea,  ese  Gran  Ojo  que  mira   la tras.mutación de animal/mujer, de lo monstruoso en belleza.  Aquí ya encontramos la relación entre lo monstruoso de la carne con  la belleza  de la imagen, Orlan opera, y opera un giro, la  belleza de la carne y lo monstruoso de la imagen. En Orlan no hay exaltación  del Mytho, en el rapto de la ninfa por el fauno, o por  los dioses. Ella opera con los dioses de la ciencia, los hace  operativos.  

Transfiguración también nos remite a Sta.Teresa, la  transfiguración  de  las místicas, que no es lo mismo que las  mártires.  No tiene que ver con el martirio, con la tortura, sino con el  éxtasis,  con  la revelación, es a través de la an.es.thése  que  nos revela su pro.thése: no es de una a otra imagen, como Gala,  Gala Galatea, Gala diosa, Gala Mater, Sta.Gala, Gala Atómica, sino con la  boca  de La Gioconda, los ojos de Venus, etc. es  cada  una  y todas a la vez. Y lo hace a través de la anes.thése - de la tecnología- más allá del dolor, del posthumanismo  

Si  nos  interrogamos sobre las  distintas  posiciones  femeninas podríamos sintetizar:  

1.Posición mítica, la Belleza:  Nefertitis o la  transfiguración de  la  belleza, más allá de la muerte; 2. Posición  mística,  el Extasis: Sta.Teresa o la belleza de la transfiguración, el  éxtasis;  3. Operar con las marcas en el cuerpo: Orlan o la  trascendencia más allá del dolor.  

Si ampliamos las operaciones que se han producido:  

1.La  operación de momificar, vaciar el cuerpo de carne para  que quede  sólo  la figura, la imagen de la belleza lo que  anima  el cuerpo  es La Belleza: Nefertitis; 2. El Humanismo  - Leonardo  da Vencí-  opera el cuerpo (el cadáver), para obtener la belleza  de la  imagen:  La  Gioconda; 3.con la  contrarreforma  llegó  al momento  que  el alma opera sobre el cuerpo, el  éxtasis  de  la imagen,  el dolor anima el cuerpo: Sta. Teresa, para las  místicas era hacer una producción con ello, una ética. Vaciar el  Espíritu de los llamados de la carne para alcanzar el éxtasis; 4. Duchamp, ya  en  el  s. XX, dice: la imagen opera sobre el  cuerpo,  es  la imagen de la imagen, la imagen anima El Cuerpo: El Gran  Cristal; y 5. La serie de imágenes han atravesado el cuerpo, y han  dejado marcas,  la imagen opera sobre la carne, la transmutación:  Orlan.  

 

  

 

De  lo  concreto a lo abstracto, de la materia (La  Carne)  a  la imagen (El Cuerpo). Operar en la carne para inscribir La Belleza.  

Llegando  a este punto ya nos podemos preguntar: ¿Qué  significación  tienen  "las operaciones/ inscripciones" en el  cuerpo,  que produce Orlan?  

No es una operación debido a una privación: Como lo es un trasplante, una prótesis de cadera debido a una osteoporosis,  una  prótesis dentaría, una marca sobre lo  biológico,  a nivel    del órgano, la nominación no se modifica, viene  a  más: trasplantado.  

No es una operación debido a una frustración: Como es el transexualismo, una conexión con lo biológico cuando  no coincide  con  la imagen corporal, en este caso del sexo  con  lo sexual.  La nominación era algo prefijado, soy una  mujer,  ahora puede nominarse como una mujer, la imagen coincide con el nombre. La nominación es algo a más: transexual.  

Es una operación simbólica sobre lo real del cuerpo: Transfiguración  y  transmisión interactiva sobre el  cuerpo  como imagen, en este caso la nominación opera sobre lo real del  cuerpo: la Venus de Botticelli, la Europa de Gustave Moreau, la  Mona Lisa de Leonardo da Vinci, etc.  

Cuál es su materia de trabajo:  

La piel es su materia prima, y su trabajo, no es un trasplante de piel,  como con los quemados, no es una restitución  por  amputación, no es en lo real universal; no es operación por  reparación sobre la piel, como corregir unos pechos, algo de lo  particular; si no  es tomar la piel como objeto de su obra, algo de lo  singular.  De.nominación por nominación de otras:  Nefertitis,  Venus, Sta.Teresa, Sto.Sudario, La Mona Lisa, Sta. Orlan.  

Mas allá de una estética de la restitución, una restitución de la imagen del yo, una cirugía estética,  mas allá de una ética de la sexualidad, de una reparación, de un llamado a la ley que  repare lo  que "la naturaleza" no otorga, la correspondencia de lo  real con lo imaginario; usa ambas, es una ética que usa de la  cirugía para  realizar los cortes, pero es una estética que usa de una  a otra para su realización: una an.estética.  

Es una metáfora que necesita de la serie metónimica para su  producción, para producir una imagen nueva remite a la transmisión de una  a  otra. Mas que un lugar nuevo ( un topos) es un  lugar  que remite  a  una información (un tropos), es  una  información  que transforma, que remite a una serie.  

El  cuerpo ya no es un topos, un lugar para las operaciones,  en lo real, lo imaginario y en lo simbólico, sino una red de  informaciones,  una trans.información, lugar de información  del  acto mismo del corte, una performación.  

Si la pincelada, el cincelado, el tallado, son el acto del corte, torsión  y anudamiento de la obra en sí, del artista a través  de lo  real  de la materia  produce una nueva imagen; Orlan  lo  que pretende  es registrar el acto mismo, lo simbólico del corte  por lo real de la materia que es su propia carne.  

Lo  que  hasta ahora era el campo de la enfermedad,  la  sala  de operaciones, ahora será la sala de operaciones para su producción artística,  una perfomance programada, considerando la vida  como un  fenómeno estético recuperable para el arte. Entre la  Cirugía Estética  y  la  Anesteseología:  una  lógica  del  Dolor  y  una An.estética de la Ciencia, una Tecno.estética diría Claudia Giannetti.  

O  sea,  no está en el orden de  la  representación  (Nefertitis, Venus, La Mona Lisa, Sta.Teresa, Europa, etc.) sino de la  presentación del acto, pero como consecuencia de la nueva  presentación  pone toda la serie otra vez en acto, una por una. Las actualiza.  

Es  un acto de escritura sobre La Carne, en cada corte,  inscripción  en  la carne, es la escritura de un nombre, o  sea  de  una serie de nombres. Si Sta. Teresa representa a todas las santas  en una,  Sta. Orlan representa a todas las imágenes en una,  en  una nueva metáfora del cuerpo femenino: el de las mujeres en el arte.  

No  es  un cuerpo que sufre, ni por mítico esperando a  su  héroe como Ariadna estirada en la playa, ni por místico como Sta. Teresa en su éxtasis con Dios, ni por el dolor de la sexualidad como las histéricas  de Freud, tan bien representadas en "Las  Celdas"  de Louise Bourgeois, ya que para Freud "la anatomía es el  destino", sino  es  utilizar el bisturí/láser para  autorizarse  si  misma, emulando la frase de Lacan que dice: "El ser sexuado se  autoriza a si mismo" (Ancore).  

Orlan nos dice es anes.thése, nos muestra su thése: más allá del post.humanismo, de la historia, más allá del dolor, usa lo tecnológico,  como una interacción, para presentarnos las marcas,  las nominaciones que atraviesan la humanidad: el arte y el sufrimiento, es el arte del sufrimiento, el arte de la construcción de  la imagen, y no la imagen misma.  

Si lo subyacente al arte de la imagen es la disección, de la momia de  Nefertitis  hasta los estudios anatómicos de  Leonardo  o  de Bernini,  ahora la imagen es digital. El a través  del  cada.ver, para  hacernos ver la belleza, se ha transformado en a través  del dígito, para ver las heridas que produce La Belleza como operador.  

Es una lectura digital, ya no es la pantalla de la perspectiva de Durero,  sino  la  pantalla digital la que nos  permite  leer  el cuerpo de Orlan en la sala de operaciones. Pero Orlan también lee en  la  perfomance, no es la musa/modelo pasiva del  Atelier  del artista, es ella la artista que "activa" el Mouse de los  ordenadores que dan ordenes a los bisturíes/lasser, y a los  operadores de  televisión.

Es  su propia musa pero además opera el Mouse, sale de la  cadena pasiva/activa  de  las  musas, para inscribirse de  lleno  en  la digitalización  de  las operaciones de corte  sobre  su propio cuerpo como objeto, y el arte como su objeto.    

De Gala a Orlan:
De como la musa se
convierte en Mouse*
Alberto Caballero
 

* Comunicaciones para la sesion
1: El cuerpo modificado  
Curso de apreciacion 
del arte contemporaneo ciclo XI  
Metaforas del cuerpo en el arte del 
siglo XX  
Circulo de bellas artes de 
Madrid Febrero-mayo 1999  

*‘Gala, del goce al nombre,
una travesia’  

Texturas 7 Nuevas dimensiones 
del texto y de la imagen  
Número dedicado a Gala. 
Bilbao, 1997

 

 

 

 

 

 

 

 



1.Dalí, Eluard, Gala, fotografía anónima
2.Paul y Gala, dibujo Salvador Dalí, 1932  
3.Gala, Bretón, Dalí, Valentín Hugo: Cadáveres Exquisitos  
4.Gala, pintura de Dalí.  

 

 

 

 

 

 

 

 

 


5.Peggy Guggenheim, Franz von Lenbach, 1903  
6.PG, fotografía de Man Ray de 1924  
7.PG, de Alfred Coumes, 1926

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


8. Femme Maison, 1945/47, de Louise Bourgois  
9. Double Negative, 1963  
10. Blund Man's Buff, 1984  
11. In and Out (Cell), 1995  

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


> Jana Sterback
> Ana Mendieta
> Gina Pane 
> Lygia Clarck

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

12. Model Vivant, Edouard Dantan, 1887  
13. Femme assie, anatomie de viscères. André-Pierre Pinson 14. Wax Anatomical, Model with Pearls, Zoe Leonard, 1990    

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

15. La transfiguración de Sta. Teresa, Bernini, 1651  
16.El Martirio de Sta. Agatha, Sebatian el Piombo, 1520    

 

 

 

 

 

 

 

 

 




 

 

 

 

 

 

 

 

17. “La desposada desnuda por sus solteros, incluso” o “El Gran Cristal”, Duchamp, 1915-1923.  

 

 

 

 



> Orlan 

 

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